fútbol sala

Palos y Retamar, cuando el alumno dirige maestro

A sus 26 años, Jorge Palos es el técnico más joven de la liga. Dirige a Retamar, 14 años mayor que él y que lo tuvo como segundo en el juvenil. Ambos son clave en el resurgir del Fútbol Emotion.

Jorge Palos junto a Carlos Retamar (sentado) durante un partido del Fútbol Emotion Zaragoza en el Siglo XXI.
Jorge Palos junto a Carlos Retamar (sentado) durante un partido del Fútbol Emotion Zaragoza en el Siglo XXI.
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Pocos imaginaban el 18 de febrero, cuando David Marín fue destituido como entrenador, que el Fútbol Emotion podría salvar la categoría a final de temporada. El equipo tan solo había conseguido cinco puntos en 15 jornadas, acababa de ser eliminado de la Copa frente a un rival de Segunda como Antequera, y emitía señales muy preocupantes más allá de los resultados.

Había que resucitar a un vestuario muerto, y la directiva decidió que Jorge Palos, segundo de Marín, se sentase en el banquillo del primer equipo como interino. “Se hace cargo provisionalmente, pero, si los resultados acompañan, no se descarta que siga”, deslizaron desde el club, y esta última condición, la de que los resultados acompañasen, se cumplió desde el primer momento.

En los tres partidos que dirigió al equipo de forma interina, Palos sumó una victoria (4-0) ante el Burela; un valioso empate en Cartagena; y una derrota contra el Viña Albali Valdepeñas. Se había ganado la confianza del club, que lo ratificó como técnico y aparcó la nómina de candidatos al banquillo del Siglo XXI.

Jorge Palos, un chico de 26 años que llegó al club hace cinco campañas para ser el segundo entrenador de Carlos Retamar en el cadete, asumía el reto de salvar a un histórico del fútbol sala español. Se acababa de convertir en el técnico más joven de la Primera División. Y el tiempo ha dado la razón a quienes apostaron por él. El Emotion suma ya 20 puntos (15 de ellos con Palos) y tiene cuatro de colchón sobre el Betis, que este martes disputará un partido aplazado contra el Levante.

Cuando me preguntaron si me veía preparado para coger el primer equipo, dije que sí. La edad solo es un número. Todo depende de los conocimientos que tengas y de las ganas e ilusión que le pongas”, recuerda Palos, que se considera un “obseso” de la metodología de trabajo.

“Al llegar, los triunfos ante el Burela y el Betis me sirvieron para levantar la moral del vestuario. Después, con varios parones de por medio, puede ir aplicando el modelo que busco”, añade, sobre las claves que han propiciado el renacer del cuadro zaragozano.

Entre las mismas, también figura la recuperación de determinados jugadores. Palos ha vuelto confiar en piezas que apenas contaban con David Marín. Carlos Retamar, por ejemplo, que ha pasado de tener una presencia escasa a disputar una de media cercana a los 25 minutos.

A sus 40 años, el cierre madrileño, vive su tercera o cuarta juventud. En el Palau cumplió los 300 partidos con el Sala 10 de la forma más especial, firmando un partido soberbio para ganar al Barça (0-3) y sumar tres puntos vitales hacia la permanencia.

Retamar ordenó al equipo; dio salida al juego; salvó un gol en boca de gol… Con permiso del descomunal Bernad, lideró la exhibición defensiva del equipo en un partido casi perfecto. El viejo rockero impuso su ley ante los jóvenes talentos del Barça. Reta ha recuperado su mejor versión de la mano de aquel chico que hace cinco años llegó al club para ser su segundo. El maestro -también trabajaron juntos en el juvenil- dirige ahora al maestro. 

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