El CV Teruel se despidió este fin de semana de sus aspiraciones a ganar del título de la Superliga al perder en los dos partidos disputados en las Palmas frente al Guaguas. La derrota cierra una temporada aciaga para los turolenses que, por primera vez desde la temporada 2008-2009, acaban el curso sin ganar ningún título y muy lejos de su mejor versión -acabaron la liga regular en sexto puesto-. 

El equipo naranja deja atrás una campaña marcada por las lesiones y por los contagios por la covid-19, dos circunstancias que han condicionado los resultados, muy irregulares durante todo el curso. 

La única nota positiva la pone la competición europea, donde el CV Teruel ha dejado buen sabor de boca al superar las dos primeras rondas de la Challenge Cup y caer en la tercera frente al poderoso equipo griego del Panathinaikos tras un épico partido en Los Planos.

Pero lejos del único triplete de su historia -en la temporada 2017-2018, cosechado de la mano del actual entrenador, Miguel Rivera- el CV Teruel ha caído en la primera ronda del 'play off' por el título de la Superliga, quedó en la cuneta en el estreno copero en Las Palmas y no disputó la Supercopa. 

El presidente del club, Carlos Ranera, ha reconocido que el curso que acaba de finalizar "solo se salva por la competición europea, que es la única que nos ha permitido mantener el valor de marca".

La Junta Directiva se reunirá en los próximos días para hacer balance de una pobre temporada y para determinar el rumbo que deberá seguir el equipo con la esperanza de que la travesía del desierto sea lo más corta posible. 

Pero Ranera advierte contra la tentación de "focalizar" toda la responsabilidad de la falta de títulos en el entrenador y recuerda que Miguel Rivera "ha dado mucho" al club en su trayectoria como entrenador, inaugurada en 2016 y que se salda con una decena de títulos nacionales entre ligas, copas y supercopas. 

El presidente del CV Teruel señala que la Directiva no solo deberá abordar el futuro de la dirección técnica sino que estructura debe mantener como club. Señala que la falta de títulos del primer equipo repercute negativamente en todo el club. 

Añade que la decadencia del equipo de la Superliga responde a una "deriva" que arrancó en la temporada 2020-2021 y que ha alcanzado su manifestación más cruda en el curso 2021-2022, terminado prematuramente para el CV Teruel eliminado por el Guaguas. 

Los problemas físicos de algunos de sus jugadores más decisivos -en especial, el opuesto Andrés Villena- han mermado el potencial del equipo, que ha sorteado la covid-19 con varios contagios que obligaron a aplazar partidos y alteraron drásticamente el calendario liguero. 

Como destaca Carlos Ranera, solo los destellos de la Challenge han reconciliado a la afición con su equipo, que no ha sido, ni de lejos, el conjunto dominador del voleibol nacional al que estaba acostumbrada.