¿Qué nombre le ponemos? El título del proyecto de los Juegos de Invierno 2030 inquieta a sus padres

El gobierno de Aragón considera que su comunidad no participa en el proyecto en igualdad de condiciones con Cataluña y va a presentar una alternativa.

REUNION ENTRE JAVIER LAMBAN ( PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ARAGON ) Y ALEJANDRO BLANCO ( PRESIDENTE DEL COE ) / DGA / 25/01/2022 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]]
Reunión entre Alejandro Blanco (COE) y Javier Lambán en la sede del Gobierno de Aragón.
Oliver Duch

El nombre que llevará el hijo que van a tener puede ser objeto de enconadas discusiones entre los progenitores, que a menudo reciben, además, opiniones y consejos, cuando no presiones, de familiares y amigos. Esta inquietud es la misma que viven los padres de la posible candidatura española a los Juegos Olímpicos de invierno de 2030, las comunidades de Cataluña y Aragón.

Las partes alcanzaron la semana pasada un acuerdo técnico con el Comité Olímpico Español (COE), padrino de la criatura, que el gobierno aragonés rechazó luego, pero que, en todo caso, no incluía la espinosa cuestión del nombre con el que será bautizado el proyecto.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, dijo hoy en TV3, sobre la posibilidad de que la denominación de la candidatura sea uno de los puntos que impiden el acuerdo, que "lo que no pueden hacer es trasladar a Barcelona la polémica que no han resuelto el gobierno de Cataluña y el gobierno del Aragón". "Esto no lo acepto", dijo Colau, quien apuntó que el nombre de Barcelona lo sugirió el propio COE por el prestigio olímpico que tiene la ciudad tras la organización de los Juegos de verano de 1992.

 "Es una petición del movimiento olímpico y nos lo pide todo el mundo", añadió la alcaldesa. "En Barcelona no hay nieve y no pueden ser los Juegos de Barcelona", opinó, "pero Barcelona está dispuesta a ayudar en las cosas que razonablemente podamos hacer".

El Gobierno de Aragón considera que su comunidad no participa en el proyecto en igualdad de condiciones con Cataluña y va a presentar una alternativa. Si bien fuera de España se habla de 'Barcelona-Pirineos' cuando en círculos olímpicos se menciona este plan, también se recuerdan las cuatro candidaturas presentadas por la localidad aragonesa de Jaca, para los Juegos de 1998, 2002, 2010 y 2014. Otro proyecto que se gestó con Zaragoza como candidata a los Juegos de 2022, y que hubiera incluido también a Jaca, se abortó por falta de apoyo político.

El acuerdo técnico que el COE remitió a los gobiernos autonómicos y al gobierno central incluía pruebas deportivas en Barcelona, Zaragoza, Jaca y distintas estaciones de esquí de Cataluña y Aragón, además de pruebas (todas las de trineo, los saltos de esquí y la combinada nórdica) en otro país por definir; se habló de Bosnia-Herzgovina.

A esos nombres propios se une el de 'Pirineos', que se da por sentado que debe aparecer en el registro civil cuando se registre el nacimiento: el hecho de que esa cadena montañosa nunca haya albergado los Juegos sería una de las bazas del proyecto.

Demasiados nombres para bautizar a un niño.

La Carta Olímpica, la 'constitución' del olimpismo, no dice nada sobre la denominación de las candidaturas. Solo apunta que "el COI confía el honor y la responsabilidad de organizar los Juegos Olímpicos, en principio, a una ciudad, que es elegida sede de los Juegos Olímpicos". Y añade: "Cuando sea apropiado, el COI podrá elegir varias ciudades u otras entidades (regionales, estatales o nacionales), como sede".

También deja claro que quien tiene la última palabra sobre la presentación de la candidatura es el comité olímpico nacional, en este caso el COE que preside Alejandro Blanco, quien, según afirmó el vicepresidente del COI Juan Antonio Samaranch, "se está dejando la piel" para poner de acuerdo a las partes.

"El CON del país en cuestión supervisará y será responsable solidario de las acciones y comportamientos de las autoridades públicas de su país y de las demás partes involucradas en la candidatura a la organización de dichos Juegos Olímpicos", dice asimismo la Carta Olímpica.

Por sus exigencias geográficas, los Juegos de invierno suelen ofrecer una dispersión de competiciones mayor que los de verano. Pero históricamente ha sido casi siempre una localidad la que ha puesto nombre a los Juegos, desde la primera edición en Chamonix (Francia) en 1924.

En otras ocasiones ha sido la estación de esquí principal, como la estadounidense Squaw Valley, la que ha llevado la batuta nominativa. En 2018 se concedieron los Juegos a un condado, el surcoreano de PyeongChang.

La próxima edición de los Juegos, la de 2026, será la más dispersa de la historia, con pruebas repartidas a lo largo de 22.000 km cuadrados por los Alpes italianos. Las dos sedes que le darán nombre son Milán-Cortina d'Ampezzo, separadas por 420 km, pero la clausura será en Verona y habrá cuatro villas olímpicas (Milán, Cortina, Predazzo y Livigno).

Este mapa obedece al mandato recogido también por la Carta de "dar prioridad a la utilización de instalaciones e infraestructuras existentes o temporales" y optar solo por la construcción de nuevas instalaciones permanentes "sobre la base de planes de legado sostenibles". Este punto sí concita el acuerdo de los padres del proyecto.

Más información sobre los Juegos Olímpicos de Invierno 2030.

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