Un Camp Nou de récord corona al Barça y a la aragonesa Mapi León en el clásico de Champions

El coliseo azulgrana congregó a 91.553 espectadores, superó la plusmarca en un duelo de fútbol femenino y llevó al campeón a semifinales.

Foto del partido Barcelona - Real Madrid, de la UEFA Champions League Femenina
Foto del partido Barcelona - Real Madrid, de la UEFA Champions League Femenina
EFE/REUTERS/AFP

Día histórico para el fútbol femenino en España y en todo el mundo. El Barça superó al Real Madrid camino de las semifinales de la Liga de Campeones (5-2) al amparo de un Camp Nou repleto, con 91.553 aficionados que dejaron atrás el anterior récord en un partido de clubes, los 60.739 espectadores en un duelo de la Liga Iberdrola 2018-19 entre el Atlético y Barça disputado en el Metropolitano. También se superó la cifra de 80.203 en la final olímpica de Londres 12, disputada en el legendario Wembley por Estados Unidos y Japón. Ni siquiera se resistió la plusmarca absoluta de aficionados de la final del Mundial de Estados Unidos de 1999, en la que el combinado norteamericano derrotó a China ante los 90.185 aficionados del Rose Bowl de Pasadena.

En mitad de la fiesta general, el equipo catalán se adelantó pronto, con una diana de la aragonesa Mapi León, pero el conjunto blanco se recompuso desde el punto de penalti, a través de Olga Carmona, y con un golazo de Zornoza le dio la emoción necesaria a una tarde que acabó en fiesta local con tantos de Bonmatí, Pina, la galáctica Alexia y Hansen, que hicieron las delicias del numeroso público que descubrió el fútbol femenino en directo por vez primera.

Se intuía que podía ser una jornada inolvidable, pues las entradas se agotaron a lo largo de la semana, haciendo soñar con un récord al calor de una afición azulgrana animada por el 1-3 de la ida en el Alfredo di Stéfano y un equipo de ensueño, en busca de su segundo triplete consecutivo. Ya en los prolegómenos del encuentro el ambiente era de gala en los alrededores del Camp Nou, y aunque se hizo de rogar la entrada de todo el público al coliseo culé, las gradas presentaban ya tras el primer cuarto de hora un gran aspecto.

Fue un paso más, simbólico. Tanto que muchas de las niñas que hoy sueñan con ser las futbolistas del futuro ya saben que algún día pueden jugar en uno de los grandes escenarios del fútbol europeo prácticamente repleto. Fue también la constatación de los contrastes que aún imperan en el fútbol femenino español, tan capaz de llenar el colosal Camp Nou para un clásico como de vivir situaciones aún muy precarias, como la denunciada por el Rayo Vallecano, el colista de la Liga Iberdrola, que en un partido disputado contra el Athletic en noviembre tuvo que recurrir a los servicios sanitarios del conjunto vasco ante la lesión de una jugadora por no disponer de médico propio.

La ansiada liga profesional

La llegada del Real Madrid al fútbol femenino en 2020, con lo que el clásico supone, y la ambición de un proyecto más que consolidado como el Barça han permitido darle a la competición española el puesto que le corresponde al fútbol español en el Viejo Continente. Loable resulta el gran papel de clubes como el Atlético o la Real Sociedad, capaces de discutirle algún que otro trofeo al Barça, o el Granadilla, el Madrid CFF y el Sporting de Huelva, cuya apuesta exclusiva por el fútbol femenino no les impide competir en la máxima categoría.

Los gigantes de España ya están al nivel de los más grandes de Europa, como demuestra la Champions del Barça la pasada temporada, el Balón de Oro de Alexia Putellas, la presencia de hasta tres españolas más -Jennifer Hermoso, Irene Paredes y Sandra Paños- entre las mejores jugadoras del mundo o el incremento del nivel de la selección española hasta alcanzar a los equipos más potentes. Falta sin embargo que llegue esa ansiada liga profesional, más cerca después de la firma de los estatutos por parte del CSD, la Federación, los clubes femeninos y los sindicatos. Esa condición para la competición iría acompañada de estándares mínimos globales para todos los equipos, creando ya sí una infraestructura a la altura del progreso deportivo en el fútbol femenino.

Ficha técnica: Barcelona 5-2 Real Madrid

Barcelona: Paños, Torrejón (Crnogorcevic, min. 72), Paredes (Pereira, min. 81), Mapi León, Rolfö, Bonmatí, Guijarro (Engen, min. 72), Alexia, Hansen, Hermoso (Ouahabi, min. 72) y Pina (Serrano, min. 81).

Real Madrid: Misa, Lucía, Peter (Gálvez, min. 75), Ivana Andrés, Svava (Robles, min. 75), Abelleira (Claudia, min. 85), Zornoza, Athenea, Maite Oroz, Carmona (Moller, min. 66) y Esther (Nahikari, min. 66).

Goles: 1-0: min. 8, Mapi León. 1-1: min. 16, Carmona, de penalti. 1-2: min. 48, Zornoza. 2-2: min. 52, Bonmatí. 3-2: min. 55, Pina. 4-2: min. 62, Alexia. 5-2: min. 70, Hansen.

Árbitra: Stéphanie Frappart (Francia). Amonestó a Lucía, del Madrid, y a Paredes y Alexia, del Barça.

Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Champions disputado en el Camp Nou ante 91.553 espectadores.

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