baloncesto

El Casademont se desploma y Ponsarnau queda al borde del cese

El equipo zaragozano vuelve a perder, en esta ocasión con el Tenerife (62-77). Su situación es tan crítica como la de su entrenador

Ponsarnau expresa su contrariedad durante el encuentro.
Ponsarnau expresa su contrariedad durante el encuentro.
Guillermo Mestre

No era gratuita la ovación con que la afición despidió a Marcelinho Huertas, promotor de la victoria canaria, o a Giorgi Shermadini, ejecutor de un triunfo incuestionable. Tampoco eran gratuitos los silbidos con que fue despedido Jaume Ponsarnau, técnico local y ayer destinatario del enfado de un público que, igual que el conjunto aragonés, ha caído en la desesperación. Ciertamente, el Casademont se ha metido en un berenjenal de considerables dimensiones. Pese a que todavía no ocupa plaza de descenso, su situación, igual que su baloncesto, es alarmante, con ocho triunfos, solo uno por encima de la cota del descenso, y con el resto de rivales apretando. En esta tesitura, ayer se volvió a desvanecer ante un rival que le ganó silbando. En este momento de la temporada, con apenas 10 partidos por jugar y con varios cambios de jugadores ya efectuados, el foco apunta a un Ponsarnau acusado por la afición, por el juego y por los resultados. Su extraordinaria trayectoria, su valía y valores, le avalan. Los dos años de contrato le sujetan, o sujetaban. Pero los resultados le condenan. Tras perder ante el Tenerife, desde luego, queda al borde del cese.

Hay que subrayar que no fue el peor partido del Casademont. Tampoco el mejor, por supuesto. Diríamos que fue uno más de esos careos previsibles de un equipo invertebrado que ha sufrido ya varios cambios, incluido uno que no es un cambio cualquiera, el del director deportivo, reflejo del terreno inestable en que se desenvuelve. Un partido más, decía, que, si sigue su trámite ordinario, habitualmente lo pierde el Casademont. Sencillamente, porque su plantel es inferior a casi todos. Solo los encuentros en que el guión se ha alterado de forma radical (UCAM Murcia y Unicaja, últimamente) los ha sacado adelante un colectivo que agoniza víctima de sus carencias. Las riquezas, si las hubiera, no las ha sabido encontrar un Ponsarnau que, paradójicamente, desarrolló su mejor partido el día del estreno ante el Manresa. A partir de ahí, todo ha ido a peor. Todo un síntoma...

Ayer fue un encuentro más, una derrota más. El rival, sin alardes, jugó mejor al baloncesto. Todo a partir de un buen base, Marcelinho Huertas, y de un buen pívot, Giorgi Shermadini. Eso sí, un buen base y un buen pívot que nunca fueron exigidos ni tácticamente ni físicamente por el Casademont. Tácticamente, no sé, pero físicamente sí se podía haber erosionado mucho más a un base de 39 años y a un pívot de 32 que ha pasado por importantes lesiones. Sin ninguna traba, impotente para alterar ningún plan, se jugó a lo que quiso el Tenerife, con un primer cuarto de patio de colegio. Errores escolares para un 12-11 sonrojante.

En el segundo cuarto, decidió fugarse el Tenerife (27-38). Solo Bone y Thompson sumaban por los locales, aunque no le hacían ni cosquillas al rival. En el descanso, el Tenerife doblaba a rebotes a un Casademont con cinco jugadores con valoración negativa en el intermedio: Radoncic (-1), Vanwijn (-5), Cook (-1), Mobley (-2) y Hlinason (-1). De vergüenza. Radoncic despertó en el tercer cuarto, en medio de un baloncesto local laxo y vulnerable. Hlinason se borró definitivamente. En el Tenerife, Marcelinho y Shermadini continuaron con su clínic de bloqueo y continuación. Shermadini firmó 22 puntos y valoró 36 créditos. O sea, nos hizo un traje... Eso sí, ante nadie, ante un Casademont descosido que se arrastró por la pista plasmando su crítica situación. Tan crítica como su técnico, Jaume Ponsarnau.

Ficha técnica:

62 - Casademont Zaragoza (12+15+19+16): Cook (2), Bone (17), Waczynski (5), Radoncic (16), Deon Thompson (11) -cinco inicial- San Miguel (3), Mobley (2), Yusta (2),-) Vanwijn (4), Font (-) y Hlinason (-).

77 - Lenovo Tenerife (11+27+19+20): Marcelinho (20), Salin (3), Sastre (2), Doornekamp (-), Shermadini (22) -cinco inicial- Borg (-), Fitipaldo (12), Smith (-), Sergio Rodríguez (5), Wiltjer (8) y Fran Guerra (5).

Arbitros: Pérez Pizarro, Jorge Martínez y Roberto Lucas. Excluyeron por personales a Hlinason (m.28)

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 24 de Liga disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 5.437 espectadores.

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