Jaume Ponsarnau, entrenador del Casademont Zaragoza, recordó este viernes que firmó con los aragoneses por dos temporadas, hasta junio de 2023, "con un proyecto que empezaba de cero", y señaló que su objetivo es "cumplir esos dos años" de contrato. "Sé cuál es mi trabajo y asumo la presión que tiene. Por mí no preocupéis, porque yo sé lo que tengo que hacer y cómo tengo que hacerlo", advirtió el técnico, en relación a los rumores que apuntaban al posible regreso al banquillo de Porfirio Fisac, con el que precisamente tendrá un pulso mañana, en el pabellón Príncipe Felipe, en el partido de la 23ª jornada de la competición regular.

"Cuando llegue, le preguntaré en qué banquillo quiere sentarse", bromeó Ponsarnau, quien enseguida confesó tener "una buena relación" con el actual entrenador del Gran Canaria, del que subrayó "su ética". "Cuando regresas al sitio en el que has estado mucho tiempo, siempre tienes sentimientos encontrados", añadió el técnico del Casademont, consciente de los dos exitosos ejercicios de Porfirio Fisac con los zaragozanos (2018-20). En su primer año, el cuadro aragonés se coló en las semifinales de la Liga Endesa, tras eliminar al poderoso Baskonia en los cuartos de final; y en la siguiente campaña, el equipo batió todos los registros: cuando la pandemia, en marzo de 2020, paralizó todas las competiciones, el Casademont se hallaba instalado en la tercera posición, con 16 triunfos en los 23 encuentros disputados.Desde entonces, el Casademont no ha logrado encontrar el camino correcto. 

Ponsarnau, en su primer año en el banquillo, no lo ha tenido nada fácil, tal y como explicó ayer. "Este proyecto tuvimos que empezarlo muy de cero; y además, la pretemporada, que es un momento clave, fue traumática entre lesiones y jugadores que se incorporaron tarde al equipo", se lamentó el técnico, cuyo equipo, sin embargo, sí está siendo competitivo en la mayoría de sus actuaciones como local.

Y al Casademont le sobrevienen ahora dos partidos en el pabellón Príncipe Felipe –Gran Canaria y Tenerife–. "Con el apoyo de nuestra gente, el del domingo puede ser un encuentro bonito. Por la calidad del rival y por la mentalidad que vamos a tener nosotros", anunció Ponsarnau, convencido de que su equipo "dará un paso adelante" en su rendimiento, al haber "aprovechado las tres semanas de parón" con un "gran trabajo" en los entrenamientos. "La gente ha estado comprometida y espero que nos sirva. El grado de crecimiento del equipo es ahora más alto", destacó.

El técnico de los aragoneses también tuvo palabras para el rival: "Es un equipo muy productivo a campo abierto, con piezas de gran calidad individual. Se trata de un grupo poco previsible conceptualmente y que, por su plan y su filosofía, desarrolla cosas para que sus cinco jugadores en pista puedan ser importantes en cada momento", analizó.

Porfirio Fisac regresa mañana al pabellón Príncipe Felipe. El técnico dirigió al Casademont durante dos temporadas, desde 2018 a 2020, y ahí alcanzó los mayores éxitos de su carrera. "Trabajé dos años en Zaragoza con una filosofía que me encantó. Siempre estuve muy a gusto, y además pudimos sacar jugadores desde la cantera. Se trata de un club al que admiro, al que quiero, y un día me gustaría volver", confesó ayer el entrenador del Gran Canaria, quien, sin embargo, negó un acuerdo con los aragoneses para la próxima temporada. "El Casademont tiene en la actualidad a uno de los mejores entrenadores, y seguro que estará muchos años en el banquillo zaragozano", añadió Fisac.

El técnico, además, lanzó un mensaje contundente: "Yo ahora estoy centrado en el Gran Canaria, y ojalá tenga la posibilidad de seguir con este proyecto más años; eso significará que lo estoy haciendo bien y que hay confianza en mi trabajo. El día que me tenga que marchar de aquí, me marcharé, pero espero que sea dentro de muchos años. Mi prioridad es continuar en Gran Canaria", insistió el preparador del equipo insular.

Respecto al partido, Fisac no espera concesiones de un Casademont que, pese a sus intermitencias, ofrece una tenaz resistencia en sus actuaciones como local. "Hay que reconocer que ellos llevan unos últimos años muy fuertes en su pabellón. Tienen una afición muy fiel, que siempre anima al máximo, independientemente de quién sea el rival. Ahora mismo, Zaragoza es un fortín", afirmó el técnico, después de que los aragoneses hayan obtenido en casa seis de sus ocho victorias.

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"Se trata de un equipo muy complicado de batir –añadió el técnico de los grancanarios–. Ahora mismo tienen una buena línea exterior, con jugadores veteranos como Cook y San Miguel, que siempre llevan bien el ritmo del partido, además de contar con hombres de gran nival como Jordan Bone, Santi Yusta o Adam Waczynski", detalló Fisac, quien luego destacó la presencia de Tryggvi Hlinason en el juego interior de los zaragozanos.

El Gran Canaria acude a la cita tras haber rectificado, por fin, su indecisa trayectoria en el torneo doméstico. De hecho, superó al Monbus Obradoiro (71-69), en el partido aplazado de la jornada 17, y se impuso después al Urbas Fuenlabrada (79-60), para acabar con un tramo especialmente improductivo en la Liga Endesa, donde había acumulado hasta siete derrotas consecutivas. "Va a ser un partido muy importante para nosotros, y para el Casademont también. Estamos en esa etapa de ver hacia dónde queremos ir y qué queremos hacer este temporada", indicó el entrenador del equipo insular. "Hay cosas que estamos haciendo bien, y otras cosas que obviamente tenemos que mejorar. Mi objetivo es que el grupo sea cada día más competitivo, que cada día se encuentre más arriba, y que la gente esté más alegre", concluyó.