El CV Teruel se conjura para ofrecer su mejor versión en Las Palmas de Gran Canaria para ganar la séptima Copa del Rey de su historia. Los turolenses, con un juego y resultados muy irregulares durante la presente temporada, se han plantado este jueves en la capital canaria con el objetivo de rendir al máximo –como ha ocurrido en algunos lances de la Superliga o en la Challenge Cup europea– frente a su primer rival copero, el Conectabalear Manacor (hoy, a las 13.30, hora peninsular  ) y pasar a semifinales, donde, si no hay sorpresas, se verían las caras con el máximo favorito al título, el Unicaja Costa de Almería, actual líder de la Superliga.

Todos los jugadores de la plantilla han viajado hasta Las Palmas, un desplazamiento que arrancó a las 06.30 y concluyó en el hotel de destino a las 15.00. Sin tiempo para entrenar, tendrán que superar el primer obstáculo en el camino a la final, que se disputará el próximo domingo en el Centro Insular de Deportes, escenario del torneo y cancha de otro de los candidatos al título, el CV Guaguas.

El entrenador turolense, Miguel Rivera, se muestra reticente ha hablar de favoritos para alzar la Copa porque la presente edición "es la más abierta de los últimos años". Recuerda que en la liga los equipos modestos han sido capaces de derrotar a los que encabezan la clasificación, lo que deja abiertas de par en par las puertas a la sorpresa en la cita de Las Palmas.

Aunque todos los miembros de la plantilla se han desplazado al escenario del torneo, varios de ellos arrastran molestias físicas. Pero en el aspecto moral, Rivera afirma que todos están "animados y con ganas de empezar el torno y de hacerlo bien". El preparador de los naranjas ha dejado claro en repetidas ocasiones que, aunque en la liga el CV Teruel ocupe un modesto séptimo lugar, la Copa hace tabla rasa de los resultados anteriores de la temporada y todos los equipos parten de cero.

El presidente del CV Teruel, Carlos Ranera, que acompaña a la expedición turolense en uno de los principales retos del curso, afirma que la ambición del equipo es máxima, con el campeonato como objetivo. "Los jugadores están muy concentrados y con ganas de empezar el primer partido. Están ilusionados con jugar", asegura Ranera, deseoso de que el CV Teruel de la Copa sea el que derrotó con rotundidad al Guaguas en la Superliga o el que protagonizó brillantes noches europeas en la Challenge Cup eliminando al Tectum Achel y al Spartak Myjava y que a punto estuvo de dejar en la cuneta al poderoso Panathinaikos griego.

Carlos Ranera reconoce que la campaña está resultando particularmente "complicada" por los contagios de la covid y las lesiones, que han mermado el potencial de la plantilla de forma reiterada, pero afirma que ante el desafío copero "todos quieren jugar y las molestias que pudieran arrastrar quedan atrás".

Si supera el primer partido frente al Manacor, la siguiente cita será el sábado a las 21.30 –hora peninsular– frente al ganador del cruce entre el Unicaja Costa de Almería y Rotogal Boiro. Si se impone en la semifinal, el conjunto turolense accederá a la gran final que tendrá lugar el domingo a las 13.30. En caso de ganarla, el CV Teruel alzará su séptima copa desde 2011, un envidiable balance de siete títulos en una década.