Judo

"Somos 800 habitantes en Tierz y dos son campeones de España de judo"

Alba Ramírez y Javier Benedí lograron el oro en el campeonato nacional –junto a los aragoneses Pilar Ayensa y Carlos Martín- el pasado mes de diciembre. Ambos pertenecen al Club Ibón, de Huesca, y los dos son tierzanos “de toda la vida”

Alba Ramírez y Javier Benedí, durante el campeonato de España de judo.
Alba Ramírez y Javier Benedí, durante el campeonato de España de judo.
Federación Española de Judo

Aquellos que practican cualquier deporte saben lo sacrificado que es llegar a la cima. No importa la disciplina, la edad o la categoría, son muchísimos los obstáculos que se interponen en el camino, todo además mezclado con el factor suerte. Cuatro aragoneses fueron capaces de sortear todos estos inconvenientes para alzarse con la medalla de oro en el campeonato de España de judo celebrado el pasado mes de diciembre en Madrid. En cadetes, Alba Ramírez, del Club Ibón de Huesca, se hizo con el metal dorado (-52kg). En infantiles, la presea dorada la obtuvieron Pilar Ayensa, del JC Zaragoza (+63 kg), Javier Benedí, también del Club Ibón (-66 kg) y Carlos Martín, del Club Judo Huesca (-46 kg).

En general, el paso de Aragón por el torneo nacional fue de notable. La delegación aragonesa obtuvo 18 medallas, terminando en el cuarto puesto de la clasificación general por comunidades autónomas. Además, en el Nacional de katas consiguieron una plata y un bronce. Desde la Federación destacaron que todos los medallistas forman parte de su programa de tecnificación y que además dos de ellos pertenecen al aula de tecnificación deportiva puesta en marcha este curso en el IES Sierra de San Quilez de Binéfar. Pero lo curioso es el caso de Alba Ramírez y Javier Benedí, que, además de pertenecer al Club Ibón, ambos son de Tierz, un pueblo de Huesca de tan solo 800 habitantes. "No somos ni 1.000 habitantes en el pueblo y dos son campeones de España", dice el padre de la joven.

Tanto Ramírez, de 17 años, y Benedí, con 14, son tierzanos “de toda la vida”. De hecho, los dos deben ir hasta Huesca a entrenar, donde se encuentra el gimnasio Ibón, durante 6 días a la semana. “Entrenamos de lunes a sábado y hacemos físico, además de técnica de judo y entrenamientos de judo normales”, explica Raúl Poblador, preparador del Club Ibón y judoka de 23 años.

"Ni yo misma me doy cuenta de cuánto he sacrificado y sacrifico cada día para llegar a donde quiero estar"

“Ganar el campeonato de España era un sueño desde que era pequeña”, dice Alba Ramírez, quien expresa que la experiencia fue “muy bonita, porque ha sido el año de los que más competidores nos hemos clasificado del club (12 participantes), y, además, Raúl pudo venir como entrenador de la selección aragonesa. Que estuviera todo el rato conmigo en el viaje me genera mucha tranquilidad y seguridad en mí misma”.

Javier Benedí, en acción durante el campeonato de España de judo.
Javier Benedí, en acción durante el campeonato de España de judo.
Federación Española de Judo

Por su parte, el joven Benedí lo resume como “una de las mejores experiencias de mi vida”. Para él, supuso un aluvión de felicidad y, además, de tranquilidad, porque “las semanas previas al torneo fueron muy duras mentalmente”. Y para Poblador, entrenador de ambos, es todo un orgullo porque "son mis primeros campeones de España".

Pero nadie dijo que sería fácil. Aún sin alcanzar, la mayoría de edad, estos deportistas deben sacrificar mucho para llegar a donde están y, pese a todo, nadie les asegura el éxito. "Ni yo misma me doy cuenta de cuánto he sacrificado y sacrifico cada día para llegar a donde quiero estar. Principalmente, fiestas, salir, viajes del instituto, vacaciones con amigas...", relata Ramírez, que también ha visto esta situación acrecentada con la pandemia, ya que evita ir a muchos sitios para no contagiarse y "perderme los entrenamientos". Además, sigue una dieta de alimentación estricta, que, admite, "es lo que peor llevo, porque cuando voy fuera o con mis amigas veo comida que no puedo comer".

"Aunque el judo sea un deporte individual, es imposible lograr grandes cosas sin estar rodeado de gente buena"

Existe un debate casi eterno sobre la relación del deporte con los estudios. Son numerosos los casos en los que la solución pasa por dejar de entrenar para centrarse en estudiar, pero para los jóvenes judokas tierzanos, esto no ha supuesto un problema, sino un refuerzo. Ambos han logrado una media de sobresaliente en sus respectivos cursos -2º de Bachillerato y 3º de la ESO- y, además, han rendido de manera excelente en sus campeonatos, sin haber faltado a los entrenamientos. "Hacer mucho deporte, y sobre todo de nivel, te enseña muchísimos valores y disciplina que lo traspasas al ámbito de los estudios. A mí me ha enseñado a ser mas constante y organizada, a aprovechar los ratos que tengo de estudio para concentrarme", detalla Ramírez. Javier Benedí coincide con esta experiencia, porque a pesar de "ser complicado, es perfectamente posible".

Alba Ramírez, en un entrenamiento en Francia el pasado verano.
Alba Ramírez, en un entrenamiento en Francia el pasado verano.
Isaac Flores

"Aunque el judo sea un deporte individual, es imposible lograr grandes cosas sin estar rodeado de gente buena", dice el joven, que encuentra su respaldo en sus padres, sus compañeros del Club Ibón y en su entrenador, al igual que Alba Ramírez. "Mis padres dan todo para que pueda llegar, desde llevarme y traerme todos los días, hasta comprarme cosas para la dieta, ayudan económicamente con todas las competiciones... Además, me conocen muy bien y saben cuándo subirme el ánimo".

Raúl Poblador no cree que haya una fórmula secreta para lograr el éxito. "He intentado que los chicos y las chicas vayan a entrenar, que para ganar hay que entrenar muchísimo. Cuando coges los buenos físicos con buenas cabezas, habiendo entrenado mucho, es cuestión de tiempo", detalla el entrenador. Desde que fue elegido como preparador, ha intentado "profesionalizar" el club, el cual ya tiene 350 socios -en todas las categorías-.

Pero, ¿qué viene ahora? Para Alba Ramírez, la presea dorada es solo el principio: "Mi objetivo es salir a todas las copas de Europa posibles para comenzar a competir a ese nivel. Mi entrenador me enseñó el que lo importante era el senior, porque es la categoría que de verdad importa". El cambio de categoría es notorio, y ambos jóvenes lo van a sufrir, ya que Benedí pasa de infantil a cadete y Ramírez, de junior a senior. "Mi objetivo es clasificarme para el próximo campeonato de España, al empezar nueva categoría va a ser mucho más complicado, y a partir de ahí, hacerlo lo mejor que pueda", concluye Benedí.

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