El trail running es una modalidad de carrera que va en aumento en los últimos años. Cada vez son más los que deciden cambiar el asfalto por la montaña para correr mientras disfrutan de paisajes de excepción. Pero por mucha experiencia que se tenga corriendo por la ciudad, por el campo o por la playa, para correr por la montaña hay que tener en cuenta una serie de variables que se escapan del alcance del corredor.

La primera de ellas es la climatología. Cuando se hace running en montaña, durante la carrera se puede pasar por tramos a altitudes muy diferentes, por lo que la temperatura y condiciones meteorológicas pueden variar. A ciertas cotas, correr en camiseta de tirantes no es una opción y en la mayoría de pruebas oficiales es obligatorio llevar una manta térmica.

Otra cuestión importante es disponer de un seguro en caso de accidentes. Una torcedura de tobillo en la ciudad no supone un gran peligro ya que hay miles de personas alrededor y cobertura de móvil para llamar a una ambulancia si hiciera falta. Pero caerse en el monte puede ser más aparatoso, tanto por el tipo de caída como por el tiempo de espera hasta que llega la ayuda.

Por este motivo, desde la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), inciden en la conveniencia de que quienes practican trail running se federen. Con la licencia se dispone de un seguro que, según el tipo, cubre incluso fuera de España, lo que es interesante cuando se hacen rutas por el Pirineo en las que a menudo se pasa a Francia. “Estar federado da descuentos en el uso de refugios del Pirineo y en las competiciones deportivas de trail y también se puede acceder a cursos”, explica David Latorre, director técnico de la FAM, como otras ventajas de tener la licencia. Un mensaje que va calando en el mundo del trail running, a tenor de las cifras que maneja la federación, cuyas licencias aumentan a razón de un 7% anual en gran parte gracias a los aficionados a las carreras de montaña.

Los indispensables para ir bien equipado

El equipamiento es otra de las cuestiones a tener en cuenta antes de echar a correr por terrenos montañosos. Aunque en principio se podría hacer con cualquier tipo de zapatilla, con una de suela lisa se corre el riesgo de resbalarse, por lo que se recomienda usar unas con algo de tracción. También se aconseja llevar siempre una camiseta térmica, un chubasquero o cortavientos con capucha y, según la meteorología, no están de más unas mallas largas. “Son cosas, junto con la manta térmica, que no ocupan nada y te pueden sacar de un apuro si tienes cualquier percance”, asegura Latorre. En los casos más extremos, como las carreras ultra-trail, son necesarios incluso crampones, porque se pasa por zonas heladas. Estas recomendaciones pasan a ser obligaciones si se trata de una prueba oficial y en el reglamento de cada carrera se indica qué se debe llevar para poder participar.

Desde la Federación recomiendan también iniciarse en el trail running dentro de un club, acompañado de personas que ya lo practican y organizan salidas al monte y carreras oficiales. “Es mucho más seguro porque la respuesta en caso de accidente va a ser inmediata”, asegura Latorre.

Se haga por libre o de la mano de un club, es bueno saber que en Aragón hay dos Zonas de Entrenamiento en Montaña (ZEM). Las dos están en la provincia de Teruel, una en Javalambre y la otra en Peñarroya de Tastavins (Bajo Aragón), y están homologadas por la federación para la práctica de trail running. Estas ZEM son espacios con recorridos de distintos desniveles y longitudes, con información contrastada sobre los itinerarios, señalizada y accesible para dispositivos GPS.

En la de Javalambre hay tres rutas, de distancias diferentes más o menos asequibles, que van desde los 15 hasta los 30 kilómetros, con desniveles variados, según la exigencia del corredor. En Peñarroya hay cuatro recorridos, el más fácil es de siete kilómetros y el más largo, de 30, con 1.200 metros de desnivel.

Alternativas al Pirineo para practicar trail running 

Además de estas dos zonas, el trail running en Aragón se puede practicar en muchos otros lugares, por supuesto, del Pirineo, donde se encuentran los mejores paisajes, pero también de la provincia de Zaragoza. El Moncayo es uno de los lugares más frecuentados por quienes ya tienen cierto nivel en el mundo del trail running y van en busca de rutas más exigentes y de mayor desnivel. La sierra de Luesia, la zona de Daroca o el entorno de Herrera de los Navarros son otros lugares con muchas posibilidades para este tipo de carreras. “Hay muchos espacios y rutas y la mayoría coinciden con senderos de la red de Aragón que se pueden usar para entrenar a la vez que se disfruta del territorio”, explica Latorre.

De hecho, una de las propuestas que la federación lanzó a raíz de la pandemia fue un reto para que los corredores siguieran saliendo a practicar por su cuenta cuando todas las competiciones se habían cancelado. Desafío Trail es el nombre de este programa de rutas de entre 17 y 24 kilómetros por todo el territorio aragonés que, en su mayoría, parten de sitios accesibles, como refugios de montaña, y discurren por senderos turísticos. “Al darles esta nueva dimensión deportiva, se dinamizan y mantienen unos senderos que, sin carreras oficiales, se cierran porque no se limpian y quedan inservibles”, asegura el director técnico.

Calendario de pruebas

A nivel de competición, desde finales de 2021 se han ido recuperado las pruebas oficiales de trail running. Hay tres tipos, las carreras en línea, las pruebas de ascenso y los ultra-trail. Las primeras son de un mínimo de 21 kilómetros de distancia y 1.200 metros de desnivel. Las de ascenso consisten en un recorrido solo de subida durante un máximo de ocho kilómetros y 800 metros de desnivel positivo. Las ultra son las más exigentes y deben tener una distancia mínima de 65 kilómetros.

El calendario de pruebas para este 2022 ya está cerrado y, en principio, la competición va a recuperar la normalidad. Ya se han convocado los campeonatos de Aragón, que serán cuatro a lo largo del año, y también se disputarán las cuatro pruebas de la Copa de Aragón a partir de abril. Como novedad, esta temporada se ha lanzado el Ranking FAM, una especie de liga para correr en muchos espacios donde, por sus características, no se pueden celebrar pruebas oficiales. En total, son 18 citas en las que los corredores van sumando puntos solo por participar, independientemente de la distancia que recorran o el puesto en el que queden. Como aliciente, a final de año los diez primeros clasificados tendrán premio.