Vida activa

¿Caminar a diario es actividad suficiente para adelgazar?

Lo importante para perder peso en tener en cuenta el cómputo de calorías ingeridas a diario y las gastadas para lograr un déficit calórico.

Para obtener los máximos beneficios, hay que prestar atención al pie trasero: lo más recomendable es que solo la punta del pie toque el suelo.
Para caminar correctamente hay que llevar el calzado adecuado.
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No existen trucos ni milagros para perder peso. La mejor manera de adelgazar es la constancia, la dieta variada y equilibrada y el déficit calórico. Esto quiere decir que el total de calorías que ingerimos debe ser inferior al total de calorías que gastamos a diario. La manera de conseguir este déficit calórico no tiene porque ser privándonos de comida y pasando hambre, ya que también es posible aumentar el gasto de energía cotidiano cambiando los hábitos de vida por unos más saludables.

Caminar es una actividad cotidiana que nos ayuda a quemar más calorías de las que nos pueda parecer. Según la dietista y editora de nutrición Katherine Zeratsky, un paso de media hora a un ritmo enérgico puede quemar 150 calorías al día. Si lo hacemos en ida y vuelta al trabajo, ya sumarían 300 calorías o más. 

Como ejercicio físico, andar es una actividad sencilla que sí ayuda a perder peso debido a esta lógica antes explicada. Es posible que no ayude al igual que otros deportes (como las pesas) a modificar la composición corporal o a generar músculo, pero es un ejercicio suave apto para todos los niveles que ayuda a aumentar el gasto calórico y, por tanto, a perder peso.

Pero no es este el único beneficio. Además de ayudar en los balances calóricos diarios, caminar mejora la actividad del metabolismo del cuerpo y mejora la musculatura, al igual que ayuda al tránsito intestinal a trabajar correctamente y reduce la hinchazón abdominal.

Un método para empezar a caminar

La entrenadora personal Stephanie Mansour comparte todos estos beneficios que vienen de la mano con las caminatas y aconseja un método para salir a pasear un buen ritmo. Hay que observar el calendario, los 30 o 31 días del mes, y organizar los paseos según nuestros objetivos. 

La clave está en separar dos tipos diferentes de entrenamientos con diferentes ritmos de caminata. El primer entrenamiento consistirá en calentar 3 minutos a ritmo normal; subir el nivel un minutos para relajarse y pasear otros dos minutos y luego estar doce minutos más entre caminata rápida y normal. El segundo entrenamiento comienza igual, solo que en vez de dos minutos de caminata pausada será solo uno. Después se alternan 10 minutos de caminata rápida y normal de uno en uno, se descansan 30 segundos y se vuelven a alternar otros 6 minutos. 

Obviamente, este plan incluye nueve días de descanso y está enfocado a la pérdida de peso, aunque también puede regularse según las necesidad y el nivel de quien camine, para evitar lesiones o molestias.

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