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Scorpio 71, medio siglo de puro atletismo

El club zaragozano celebra su 50 aniversario. La apuesta por la igualdad y por la cantera han definido esta trayectoria.

Primera competición en la que participó el club, el cross de invierno de Helios de la temporada 1971-72. De izquierda a derecha: Eduardo Laborda, Angel Almau, Alfredo Bondía, Jose Antonio Abecia, Pedro Pablo Fernández, Antonio Herrero, Rafael Cid, Montse Abelló, Ana Abelló y Felix Garcia, primer presidente del club.
Primera competición en la que participó el club, el cross de invierno de Helios de la temporada 1971-72. De izquierda a derecha: Eduardo Laborda, Angel Almau, Alfredo Bondía, Jose Antonio Abecia, Pedro Pablo Fernández, Antonio Herrero, Rafael Cid, Montse Abelló, Ana Abelló y Felix Garcia, primer presidente del club.
Luis Sol

¡Felicidades, Scorpio! Tal día como este miércoles, un 4 de noviembre pero de 1971, se fundó el club de referencia del atletismo aragonés. Medio siglo ha transcurrido ya desde que unos ‘locos’ llamados Félix García -primer presidente-, Pedro Pablo Fernández y Antonio Herrero, acompañados de Julio Álvarez, Luis Sol o Nacho García Charles entre otros, plasmaran las bases; aunque todo se había comenzado a fraguar antes. La mayor parte de ellos procedían de la Sociedad Hípica, donde tuvieron un primer encuentro que duró tres años. Y allí gestaron una amistad que, mientras comprobaban que aquel no era su verdadero lugar, les llevó a emprender una nueva aventura.

«En 1970 nos llegaron rumores de que la sección de atletismo, difícil de gestionar por el elevado número de deportistas, iba a desaparecer. No estábamos cómodos y, al conocerlo, nosotros mismos fuimos los que dimos el paso de separarnos», recuerda García Charles, sobre los meses en los que se proyectó la fundación del Scorpio. «El verano de 1971 estuvo repleto de reuniones, de conversaciones, hasta que el 4 de noviembre se constituyó todo», añade quien fuera uno de los principales impulsores de un club «tan ambicioso como abierto».

Los inicios estuvieron marcador por el deseo de colocar al Scorpio Marugán, como así se denominó por cuestiones de patrocinio, entre los mejores de España; pero también por el espíritu integrador. Hombres y mujeres iban a tener idéntica importancia dentro del club, que captó a las mejores atletas aragonesas del momento.

Deportistas de la talla de María Luisa Orobia, Blanca Miret o Pilar Fanlo, que ya habían conseguido récords nacionales a finales de los 60, le otorgaron un salto de calidad al Scorpio. Y Pedro Pablo Fernández, profesor en la Universidad Laboral, contribuyó a la captación de jóvenes talentos en una época en las que las competiciones femeninas empezaron a adquirir importancia.

«El primer torneo nacional por equipos de categoría juvenil femenina lo ganó nuestro club. La apuesta fue clara: pretendíamos que las mujeres tuvieran el mismo relieve que los hombres», subraya, antes de definir la siguiente década, la de los 80, como la de la «incursión en los colegios».

Muchos entrenadores y técnicos del Scorpio empezaron a trabajar en centros educativos, y así se potenció una de las bases del club, el cuidado de la cantera. Además, la apuesta de Chocolates Lacasa por el atletismo dio lugar a la creación de unos campeonatos escolares que, organizador por la Federación Aragonesa y la DGA y patrocinados por la marca chocolatera, le dieron un impulso al deporte de formación. «También fue importante el hecho de que contásemos con una instalación como el Palacio de los Deportes, así como la creación del CTD (centro de tecnificación deportiva). Fueron temporadas de gran prospección. Surgieron talentos como Luisa Larraga o García Valero», añade García Charles, acerca de un periodo «brillante» que precedió a otros años «más complicados».

A finales de los 80 y principios de los 90, clubes de otras ciudades como Pamplona u Oviedo comenzaron a recibir grandes inyecciones económicas de patrocinadores, al tiempo que el Scorpio se quedó algo estancado en ese aspecto. «Fueron temporadas duras, en las que hay que agradecer la implicación de los entrenadores que decidieron quedarse. Por suerte, a fines de los 90, Mondo apostó por el Scorpio y conseguimos retener talentos y entrar al mercado de los fichajes», finaliza García Charles.

Los técnicos y atletas de la escuela de Alcampo-Scorpio71 posan antes de un entrenamiento.
Los técnicos y atletas de la escuela de Alcampo-Scorpio71 posan antes de un entrenamiento.
francisco jiménez

Macías y Poves, referentes

Este nuevo impulso se consolidó en el arranque de siglo. Con posibilidades económicas, se incorporaron importantes talentos. La entrada de Simply-Alcampo como patrocinador situó al club a la altura de los más grandes de España. Se ampliaron las miras con la incorporación de nuevas modalidades; se potenció la escuela y se vivió una época dorada con atletas de renombre.

Los Carlos Mayo, Toni Abadía, Isabel Macías, María José Poves o Maite Gargallo tomaron el relevo de históricos como Luis María Gárriga o Alberto Solanas. Las dos últimas décadas han sido prolíficas, con un buen número de deportistas olímpicos vinculados al Scorpio 71. Algunos fueron a los Juegos siendo amarillos. Otros, no. Pero todos coinciden en destacar el trabajo del club como formador.

«El Scorpio 71 es el reflejo del esfuerzo, del tesón. Es un pilar fundamental sobre el que se sostiene el atletismo aragonés», explica Isabel Macías. La mediofondista aragonesa llegó al club cuando ya había competido en Londres’12, y acabó viviendo una etapa «distinta pero maravillosa».

"El Scorpio 71 es el reflejo del esfuerzo, del tesón. Es un pilar fundamental sobre el que se sostiene el atletismo aragonés"

«Yo me formé en Helios, pero a los Juegos acudí perteneciendo a otro equipo. Participar en un evento así es lo máximo, el objetivo que se marca cualquier deportista. Después, en los últimos años, el Scorpio que hizo que me volviera a sentir como en casa», explica Macías, en referencia a sus siete temporadas de amarillo.

Más tiempo, toda una vida, ha permanecido vinculada al Scorpio71 otra atleta olímpica como María José Poves. La marchista llegó en el año 2.000 y, a día de hoy, sigue como monitora. Entre tanto, participó en Pekín’08 y Londes’12. «Competir en una Olimpiada representando a mi club fue lo más bonito. Ojalá muchos de los jóvenes que vienen desde abajo puedan vivir algo así», indica Poves, y desea al Scorpio «otros 50 años de éxitos».

Macías, Poves y el resto de atletas que han engrandecido el club serán reconocidos en la gala que este viernes se celebrará en el Salón de Columnas de Caja Rural. Es el acto central del aniversario, donde también se presentará el libro ‘Scorpio 71, un club en progresión’, obra coordinada por el que fuera presidente, Luis Sol. 

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