FÚTBOL

Málaga-Real Zaragoza, un clásico... de Segunda

Dos históricos del fútbol español se volverán a carear este sábado en el estadio de La Romareda.

Formación titular del Málaga en su último encuentro como local, ante el Fuenlabrada.
Formación titular del Málaga en su último encuentro como local, ante el Fuenlabrada.
Málaga CF

No resulta sencillo encontrar en la Segunda División equipos con una dimensión semejante al Real Zaragoza. Valladolid, Sporting de Gijón y Málaga podrían aproximarse. Hasta La Rosaleda se desplazará esta jornada el conjunto aragonés con el objetivo de cristalizar las buenas sensaciones que destila en puntos que lo eleven en una clasificación que en estos momentos lo condena en puestos de descenso a la Primera División de la RFEF. El partido, en décadas anteriores clásico en la élite del fútbol español, igual en la historia del CD Málaga (hasta 1992) que en las del Málaga CF, se ha convertido ahora en un clásico de Segunda, categoría en la que coinciden ambos equipos desde el descenso de los andaluces en el curso 2017-18.

Dos futbolistas, o las situaciones de dos futbolistas, definen el momento en que se dirimirá la cita de este sábado. En el verano de 2020, el centrocampista Adrián González se incorporó al Real Zaragoza desde el Málaga porque el club de La Rosaleda no podía hacerse cargo de su ficha. Un año después, la entidad andaluza parece encontrarse en mejor estado, pues semanas atrás le arrebató al Real Zaragoza al central Peybernes. El defensa galo, de cuyos derechos era tenedor el Almería, fue descartado por el club almeriense. En un principio, el Real Zaragoza tenía un acuerdo verbal con Peybernes, después de que el jugador hubiera jugado en el equipo aragonés toda la segunda vuelta pasada. Al final, las palabras no se trasladaron a un contrato escrito y Peybernes se incorporó al Málaga.

Si el Real Zaragoza camina por la decimonoveno puesto en la tabla, con nueve puntos en nueve partidos jugados (a uno por partido…) y con una sola victoria, el Málaga disfruta de una clasificación más holgada, con 12 puntos en la undécima posición. Desde luego, para nada se parece al Málaga grande de Pellegrini, al Málaga que acarició las semifinales de la Liga de Campeones hace menos de una década, en el curso 2012-13. Ese equipo que se saben de memoria en La Rosaleda: Caballero, Gámez, Demichelis, Weligton, Antunes, Iturra, Toulalan, Joaquín, Baptista, Isco y Saviola. Después de empatar a cero en la ida de cuartos de final frente al Borussia Dortmund, el 9 de abril de 2013 sería eliminado de la máxima competición continental tras caer derrotado por 3-2 (Joaquín 24', Eliseu 82') en Alemania. Aquella noche el Málaga estuvo virtualmente clasificado para semifinales de la Champions desde el minuto 24 de la primera parte hasta el minuto 93 de partido, cuando el árbitro le concedió un gol en fuera de juego al equipo germano.

Después llegó la descapitalización del club, su descenso a Segunda, su fallido intento de ascenso a Primera, su peligroso coqueteo con un nuevo descenso a la antigua Segunda B que hubiera sido terrible, fatal. Quizá, paradójicamente, tocó fondo con la necesaria desvinculación de Adrián, cuya ficha no podían asumir en el verano de 2020. Y Adrián fichó por… el Real Zaragoza. Este verano, por contra, sí ha podido afrontar contrataciones que sin duda han robustecido al colectivo que ahora gestiona el asturiano José Alberto: el portero Dani Martín (Betis); los defensas Víctor Gómez (Espanyol), Peybernes (Almería), Cufré (Mallorca); los medios Javi Jiménez y Genero (Mirandés) y Jozabed (Celta); y los delanteros Paulino (Logroñés), Brandon (Osasuna), Antoñín (Granada) y Sekou (Valladolid). Este Málaga no es el de Pellegrini, pero sí un conjunto muy competitivo para la Segunda División. Ese renacido Málaga que este sábado se careará con el Zaragoza en un clásico… de Segunda.

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