motociclismo

Julián Giral: "Mi sueño era Moto GP pero ahora mi mejor carrera está en la universidad"

Desde Ontinar de Salz a todo gas: el piloto, de 19 años, se ha proclamado subcampeón del Europeo Supersport 300 con Yamaha. El aragonés repasa una década de éxitos.

El piloto de velocidad Julián Giral, con el trofeo conquistado esta temporada, en la plaza de Los Sitios de Zaragoza
El piloto de velocidad Julián Giral, con el trofeo conquistado esta temporada, en la plaza de Los Sitios de Zaragoza
Francisco Jiménez

Lleva una década compitiendo y, cerrado el curso 2021, le ha llegado uno de los premios más importantes de su carrera: subcampeón de Europa.

Sí, el trabajo, la constancia y el sacrificio dan sus resultados y ya puedo decir que tengo un trofeo de los importantes en mi palmarés. Este año se ha podido encauzar la temporada de una forma positiva -con cinco podios y una ‘pole’- y ahí está el subcampeonato.

Un segundo puesto en la European Supersport 300, en la monomarca Yamaha, que bien pudo ser el título continental.

Sí cierto. Es una competición que organiza Yamaha y que está dentro del programa del Mundial de Superbikes, aunque no se corre todo su calendario. En mi caso, competí en Italia, Inglaterra, Holanda, República Checa, Francia y España, concretamente en el circuito de Montmeló. Un torneo con alicientes: si ganabas, Yamaha te daba una plaza en el Mundial de 300 cc; si eras, segundo, una invitación para 2022 con beca. Gané en Montmeló pero perdí el trofeo principal porque pisé una isleta en un adelantamiento y, según la normativa, no se puede hacer; por eso me penalizaron.

"A veces te planteas hasta qué punto tiene sentido seguir corriendo, si compensa, si tengo la necesidad de estar al límite"

El motociclismo lleva una racha negra con tres muertes de jóvenes pilotos en cuatro meses: el último, Dean Berta Viñales, con apenas 15 años.

Es terrible y es una pena. La carrera que corrí con una ‘wildcard’ (invitación) de Superbikes en Motorland la hice con el equipo de Dean Berta Viñales y le conocía también de compartir ‘paddock’. Asumimos que el motociclismo es un deporte de alto riesgo, pero sí que es cierto que a veces te planteas hasta qué punto tiene sentido seguir corriendo, si compensa, si tengo la necesidad de estar al límite.

La Yamaha de Julián Giral (número 76), en el circuito de Cataluña
La Yamaha de Julián Giral (número 76), en el circuito de Cataluña
J. C. G.

¿Qué siente cuando pilota?

Tensión, adrenalina, miedo: aunque no se diga, está asumido.

La Federación Española podría estar planteándose medidas como estudiar un aumento de la edad mínima de competición; o la Internacional con Dorna, reducir las parrillas…

Estas categorías pequeñas, como la que estaba Viñales, son complicadas. Tienes que correr pensando en ti y a veces lo haces con temor. Estar pendiente de las frenadas, de a ver dónde va cada uno porque como te tiren… Ahora parece que se quiere correr mucho en cuanto a la edad, que hay que llegar al Mundial de Moto GP con 15 años mejor que con 16. Recuerdo que con 10 años, cuando empecé, se competía en los circuitos de karting y luego dabas el salto a los trazados grandes. Y ahora con ocho años ya casi van a 200. Pienso que la edad sí podría subirse y que las parrillas podrían reducir el número de pilotos. Aunque es complejo.

Con ocho años empezó a maravillar en la Copa Promo Aragón, el certamen que lanzó la Territorial para buscar talentos en la especialidad de velocidad. ¿Cómo nació su pasión?

De pequeño sueñas con la Moto GP pero lo ves tan lejos… A mi padre le gustaba más el fútbol y mi tío sí que era más motero. Creo que empecé por diversión: primero con quads y luego cambié a motos y se me daba bien. Siempre me ha gustado estar donde creo que puedo destacar. Mi padre siempre ha dicho que desde pequeño era un enfermo de las motos.

¿El piloto nace o se hace?

Se hace, como todo en la vida. Y el talento se crea. Como Marc Márquez, que ha sabido encontrar una manera de pilotar y aportar unos métodos de entrenamiento que nadie había explorado. La diferencia la ha marcado ahí. O Pedro Acosta, que está luchando ahora por el Mundial de Moto 3, que es debutante y si gana será el primero en la historia que lo consiga: pienso que su secreto está en su forma de prepararse y está llevando el pilotaje a otro nivel.

Giral con la medalla de plata y el trofeo de subcampeón de la European Supersport300
Giral con la medalla de plata y el trofeo de subcampeón de la European Supersport300
J. C. G.
"El piloto se hace, como todo en la vida. Y el talento se crea"

Ganó su primera carrera en 2011; campeón en 2012 (90 cc), 2013 (120 cc), 2014 (140 cc), oro en la Copa de España de minivelocidad (160 cc), salto al Campeonato de España de Velocidad (RFME CEV), la European Talent Cup, Mundial Júnior Moto 3…

Sí a todo gas (risas). Seguí todos los pasos para poder alcanzar el sueño que todo piloto tiene: alcanzar la Moto GP. Arropado por mi familia, por la único equipo con ADN aragonés, Targobank CNS Motorsport, con Raúl Millán al frente, que sigue siendo mi representante; con el asesoramiento del expiloto y campeón europeo Luis Carlos Maurel; gracias al apoyo de los patrocinadores que confiaron en mí y siguen a mi lado… Tras la etapa formativa, con tres temporadas en Pre-Moto y en la European Cup, pasé a la estructura del Team Estrella Galicia 0,0 con Honda. Tuve mucha suerte de entrar de estar con ellos, aprendí y conocí cómo era el mundo del motociclismo por dentro.

¿Qué frenó su progresión con la estructura gallega?

En los últimos dos cursos en Moto 3 con Estrella Galicia, creo que me faltó algo, a nivel técnico, para poder entender bien cómo funcionaba la moto. No pude encontrar el punto para poder estar bien con la moto. Empecé a tener algunas caídas; cuando no sabes dónde está el límite, fallas. Al final, la moto es distinta a las de otras categorías como la Talent o Supersport: es un prototipo puro y duro. No hay segundas oportunidades, y si has tenido un año malo, pues vendrá otro y te quitará el puesto en el ‘box’.

"Ahora busco el equilibro: entreno pero con los libros al lado. Las motos no sé si me van a dar de comer mañana; hay que ser realista"

Aspirar a ser profesional, llegar a lo más alto, ¿cuánto cuesta?

Ser profesional del motociclismo es difícil. Tienes que pagar por correr. Puedes vivir con un sueldo normal mientras corres en un Mundial de Superbikes o en Moto 3 o Moto 2. El salto económico es en Moto GP. Aunque lo difícil no es ganar dinero sino seguir siendo bueno con la moto.

¿Su aspiración de alcanzar Moto GP sigue presente?

Mi sueño era la élite; estoy ahora en Superbikes, pero el universo Moto GP lo descarto. No estoy al nivel de preparación de hace dos años cuanto estaba en Moto 3. Mi mejor carrera ahora está en la universidad. Estudio Administración y Dirección de Empresas en la San Jorge porque mis padres hacen un esfuerzo en mi formación; porque la gente que me rodea me ha dicho que no dejara de estudiar. Ahora busco el equilibro: entreno pero con los libros al lado. Las motos no sé si me van a dar de comer mañana; hay que ser realista.

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