Jugger, el deporte de película que se consolida en Zaragoza

‘La Sangre de los Héroes’ sirvió como inspiración a un grupo de aficionados alemanes para empezar a practicar esta minoritaria disciplina que va ganando adeptos.

Unas 30 personas juegan a jugger en Zaragoza y participan en competiciones nacionales
Unas 30 personas juegan a jugger en Zaragoza y participan en competiciones nacionales
Laura Leonarte

Una cadena de tres metros con una bola en el extremo, un escudo y una espada o dos sables cortos son algunas de las herramientas que se emplean en el jugger. Bien podrían ser armas pero, en este caso, van forradas de goma espuma y su finalidad no es la de hacer daño. Se llaman 'sticks' y con ellos se juega a este deporte minoritario que va ganando adeptos en Zaragoza.

El origen de esta disciplina está en la película postapocalíptica ‘La Sangre de los Héroes’, de 1989. Un grupo de aficionados de Alemania y Australia lo adaptaron e hicieron una demostración en vivo que triunfó. Desde entonces, el jugger comenzó a expandirse por todo el mundo y a España llegó hace diez años.

Jorge Pérez lo practica desde casi los inicios y ahora es el presidente de la Asociación Aragonesa de Jugger. La entidad trata de dar a conocer esta disciplina que, según su experiencia, ha pasado de ser una actividad más de convenciones de cómic a una práctica deportiva profesionalizada. "Al principio se jugaba en vaqueros y un poco como demostración pero quienes se incorporan ahora se lo toman como un deporte más", asegura Jorge.

"Al principio se jugaba en vaqueros y un poco como demostración pero quienes se incorporan ahora se lo toman como un deporte más"

Actualmente, unas 30 personas forman parte de la asociación y entrenan una vez a la semana en el CDM Mudéjar de Zaragoza, donde residen la mayoría de los jugadores de jugger de Aragón. Un número modesto pero comprometido, ya que casi todos acuden rigurosamente a su cita semanal. Esto les permite poder practicar bien, tanto las tácticas y los golpes de los palos, como la coordinación y, finalmente, jugar un partido.

La Asociación Aragonesa de Jugger de a conocer en Zaragoza esta disciplina
La Asociación Aragonesa de Jugger de a conocer en Zaragoza esta disciplina
Laura Leonarte

"Muchas de las personas que se unen al grupo no han hecho deporte nunca, por lo que entrenar la coordinación es fundamental. También es muy importante la visión de campo y, sobre todo, la comunicación", explica Jorge. Y es que aunque a simple vista un partido de jugger parezca una batalla campal al estilo ‘Braveheart’, en realidad es una cuestión de pura estrategia.

La dinámica es sencilla. Es un partido de cinco contra cinco, con un balón en forma de tótem colocado en medio campo y dos bases, una en cada extremo, que son las porterías. El objetivo es que quien lleva la pelota hago un punto colocándola en dicho hoyo. Pero para eso tiene una difícil tarea, atravesar todo el campo del rival, con cuatro oponentes preparados con sus 'sticks' para impedírselo.

"Se busca la buena fe y se castiga una mala actitud hecha a propósito"

Suena agresivo pero nada más lejos de la realidad. "No consiste en golpear fuerte, sino en dar un toque suave para inmovilizar al rival durante unos segundos. Se busca la buena fe y se castiga una mala actitud hecha a propósito", explica. Así, la forma que tienen los cuatro jugadores de cada equipo, que no son responsables del balón, de parar a quien lo lleva es tocar a los rivales para dejarles unos segundos sin poder moverse. "Con el mínimo roce de un 'stick' te tienes que agachar, con una rodilla hincada en el suelo durante un tiempo breve determinado", añade Jorge.

Además de los palos, elemento fundamental de la equipación del jugger, también se llevan botas de tacos, como las empleadas en fútbol sobre hierba, y casi siempre se usan rodilleras. "La rodilla sufre mucho al tener que clavarla en el césped a menudo y también se emplean vendas de compresión por las frecuentes lesiones de esta articulación", explica.

El campo es de tamaño similar a uno de fútbol sala, con las esquinas cortadas, es decir, de forma octogonal. Lo habitual es que la superficie sea de hierba o césped artificial pero, ahora mismo, quienes juegan a jugger en Zaragoza se tienen que conformar con el cemento. "Estamos entrenando así porque en las instalaciones no hay disponibilidad de otro campo", lamenta Jorge.

Jugger: la dinámica es sencilla, es un partido de cinco contra cinco
Jugger: la dinámica es sencilla, es un partido de cinco contra cinco
Laura Leonarte

En todo caso, la liga y los torneos sí son en estas condiciones. Unas competiciones que a causa de la covid-19 han estado aparcadas durante muchos meses. Ahora se han empezado a retomar los encuentros pero con algunas modificaciones. "Los torneos se solían jugar los sábados y domingos y se empleaban pabellones municipales para que quienes llegaban de otras ciudades pudieran dormir en ellos. Con la pandemia esto es imposible así que ahora jugamos todos los partidos comprimidos en una sola jornada", explica. "Te quitas el mono a lo grande pero acabas agotado", añade. Lo mismo sucede con la liga, que se va a jugar cada cinco meses, disputando diez jornadas en cada encuentro.

La cita más reciente ha sido en Valladolid, este mismo mes de agosto, y ha sido la segunda competición disputada en todo el año. Junto con Zaragoza, son las dos ciudades españolas donde el jugger está ganando más adeptos en poco tiempo. De hecho, el próximo mes de septiembre habrá un nuevo encuentro allí. Del resto de España, Murcia es la región donde más arraigado está el deporte y también se juega en varios lugares de Andalucía o en Madrid. "Antes había uno o dos sitios con muchos jugadores pero ahora hay más ciudades con un nivel decente", asegura Jorge.

Su reto como asociación, al igual que el de los jugadores de jugger del resto de España, es consolidar esta disciplina y elevarla a la categoría de deporte. Por el momento, la labor que se realiza desde la capital aragonesa es la de ir dando a conocer esta práctica a través de las redes sociales. "Durante la pandemia nos dedicamos a compartir contenido en Instagram y Tik Tok porque no podíamos hacer mucho más y hemos crecido mucho gracias a ello", comenta. Su perfil en Instagram (@juggeraragon) es la forma de ponerse en contacto con ellos y el canal a través del que reciben más solicitudes.

El jugger también se está empezando a extender en el ámbito escolar
El jugger también se está empezando a extender en el ámbito escolar
Laura Leonarte

Además de a nivel aficionado, el jugger se está extendiendo también en el ámbito escolar. "Profesores de Educación Física de toda España nos están pidiendo guías para poder impartir alguna clase y los colegios se interesan por las extraescolares". En ese sentido, durante el pasado curso, la disciplina ya estuvo presente en los patios del IES Miguel Catalán de Zaragoza y, anteriormente, ya lo había estado en otros centros, como el Río Gállego, el Miguel Servet o el Blecua.

Este es el principal motivo por el que la mayoría de quienes se interesan por sumarse a las filas de la Asociación Aragonesa de Jugger sean estudiantes de instituto, que rondan los 15 años. Pero también hay otros jugadores alrededor de los 30, tanto hombres como mujeres. Al ser tan pocos, juegan todos juntos, sin importar la edad ni el sexo.

Tres décadas después del lanzamiento de la película inspiradora, el juego mantiene su esencia (salvando las distancias) y es fiel a lo que narra su voz en off: "Bienvenidos al futuro, donde el juego del jugger es un modo de vida y de muerte. Donde hombres y mujeres lo arriesgarán todo para ganar".

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