Ultraciclismo | Transibérica: la otra Vuelta a España que se corre en 15 días y hará parada en Aragón

El balcón de Ordesa y Albarracín serán los enclaves aragoneses por los que pasará esta prueba en la que los 65 inscritos recorrerán 3.567 kilómetros en 15 días.

Recorrido de la Transibérica.
Recorrido de la Transibérica.
Transibérica

Cuando ya se conozca el primer ciclista que vestirá el primer maillot de líder de la 76 Vuelta a España, arrancará en Bilbao la otra Vuelta, la Transibérica de ultraciclismo non-stop.

Si los 184 ciclistas que arrancarán desde la catedral de Burgos deberán completar por la península ibérica 3.417 kilómetros en 21 jornadas hasta el 5 de septiembre, con diferentes kilometrajes en cada una de las etapas además de disfrutar de dos días de descanso, los 65 inscritos para competir en la Transibérica dispondrán como máximo de 15 días para recorrer aproximadamente 3.500 kilómetros. Un tercio menos de tiempo.

Para participar en esta prueba de ultraciclismo, la inscripción se cerró el pasado 30 de abril y los ciclistas proceden de diferentes países y pueden hacerlo en solitario, la mayoría de ellos, pero también en la modalidad 'pair'.

Los hombres y mujeres que se alinearán a partir de las 21.00 de este sábado en el Museo Guggenheim podrán completar el itinerario, hasta las 21.00 del 28 de agosto, donde en el mismo punto se dará por concluida la prueba.

Junto a Puppy no estarán ni Primoz Roglic (Jumbo-Visma), ganador de las dos últimas ediciones de la Vuelta, ni los Ineos Grenadier Egan Bernal y Richard Carapaz, o el veterano Alejandro Valverde (Movistar).

Aquí los nombres a seguir como principales favoritos serán los del alemán Ulrich Bartholmoes, vencedor de la edición de 2019 así como de Transpyrenees 2019 y 2021, y el polaco Pavel Pulawski, ganador de la pasada edición 2020. Para ellos su objetivo será completar el itinerario en menos de ocho días.

A pesar de todo, en un evento de estas características expuesto a innumerables circunstancias, factores como las inclemencias meteorológicas, la mecánica, la estrategia, algún fallo en el aprovisionamiento, o una lesión pueden hacen que todo pueda cambiar hasta el último momento.

La Transibérica es una prueba 'non-stop' de ultraciclismo de una sola etapa en la que el reloj no para desde la línea de salida hasta la de meta. Una contrarreloj continua de hasta un máximo de 15 días de duración. Los ciclistas circulan la mayor parte del tiempo por carretera, aunque también existen algunos tramos de tierra como los que dan acceso al balcón de Ordesa o a las Bardenas Reales.

El objetivo de los participantes será pasar los nueve 'check-points', sin ningún tipo de apoyo exterior, y completar el recorrido en el menor tiempo posible. Esto implica que los aspirantes a una buena clasificación estarán obligados a estar muy pendientes de sus tiempos de parada para alimentarse o descansar.

Además, toda asistencia externa organizada está prohibida, por lo que el corredor no puede planificar hoteles, paradas o asistencia mecánica durante la ruta con anterioridad a la salida, ni recibir asistencia de terceros por parte de un equipo.

No obstante, la posición de cada corredor puede conocerse a tiempo real las 24 horas del día, gracias al GPS que facilita la organización de seguimiento obligatorio, que facilita el seguimiento on-line a través de la propia página de la organización, y permite a los espectadores seguir sus ubicaciones día y noche.

Carlos Mazón, organizador de la Transibérica, explica que la intención es "rememorar el ciclismo de los pioneros a principios del siglo XX" cuando los ciclistas se veían obligados a reparar en ruta sus propias bicicletas y no contaban con ningún otro tipo de ayuda, o entraban en un bar a comer.

Los nueve puntos de control de paso obligatorios que deberán pasar los ciclistas a lo largo de la ruta son: Mont Caró, Ordesa, Bardenas Reales, Albarracín, la Sierra de Guadarrama, Peña de Francia, Bragança, el Morredero y Lagos de Covadonga antes de regresar a Bilbao.

Al contrario de lo que sucede en el recorrido de la 76 Vuelta a España que no disputará ni un solo kilómetro por carreteras de Aragón, la Transibérica en su primer tercio concede una notable trascendencia a las rutas aragonesas.

Así, los cuatro primeros puntos de paso de los nueve totales son en territorio aragonés o muy próximo a él, como Mont Caro (Tarragona) en la zona de Els Ports, el balcón de Ordesa (Huesca), Bardenas Reales (Navarra) y Albarracín (Teruel).

Mazón explica que aunque la ruta es libre en su práctica totalidad y la única obligación que tienen los participantes es pasar por esos nueve escenarios, aunque también existen varios puntos de control que se comunican a los ciclistas antes de salir, en algunos casos relativamente cercanos, para obligarles a realizar algún tramo determinado.

"En algunas zonas nos interesa que pasen por una zona determinada para realizar un encadenado de varios puertos, ya que a lo largo de toda la ruta se estima que deberán vencer unos 40.000 metros de desnivel acumulado", dice Mazón.

En el reglamento de la prueba no se recogen artículos técnicos, sino que se detallan una decena de reglas como no dejar rastro en la naturaleza; circular con precaución y responsabilidad; rodar con sus propios medios y en caso de tener que abandonar la ruta por necesidad volver al punto en que la dejó; ser autosuficiente; contratar un seguro personal; o ser honorable, entre otros.

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