carreras por montaña

La Gran Maratón Montañas de Benasque reúne a 1.200 corredores

Una de las citas con más solera del Pirineo aragonés regresa tras un año en barbecho y adaptada a las condiciones sanitarias que exige la pandemia.

La majestuosidad vertical de la carrera benasquesa.
La majestuosidad vertical de la carrera benasquesa.
GMMB

Después de la travesía en el desierto en 2020 de la mayor parte de las pruebas deportivas multitudinarias provocada por la pandemia, este fin de semana regresa una de las mejor valoradas carreras por montaña del calendario nacional. En la que será su sexta edición, la Gran Maratón Montañas de Benasque 2021 (GMMB) vuelve este sábado con el respaldo de 1.200 atletas y con el reto de convertirse en un escaparate de la seguridad organizativa en eventos de gran poder de convocatoria.

La cita, largamente esperada por los cada vez más aficionados y practicantes que tiene esta exigente disciplina atlética, ha tenido que superar numerosos problemas derivados de la cambiante situación pandémica y una autoexigencia organizativa que ha procurado extremar al máximo tanto los requisitos de seguridad sanitaria de los asistentes como la propia seguridad en un trazado complicado y, por ello, no exento de puntos de máxima exigencia física y mental y susceptibles de ser escenario de indeseados accidentes.

Finalmente, serán 1.200 los corredores que tomarán la salida entre las tres distancias propuestas por la organización; 200 corredores en la 19K, 450 en la 28K y 550 en la carrera larga de 42K. Este número de participantes ha estado en el alero hasta el último momento y ha sido finalmente posible gracias a la mejora en los datos en Aragón, así como el hecho de haber sido declarada la GMMB como prueba de interés social.

La primera de estas pruebas, la de 42 kilómetros, conserva salvo puntuales modificaciones el espectacular recorrido que la ha hecho famosa el mundo del atletismo por montaña. Con salida y llegada a Benasque, discurre por pistas y senderos de los valles de Estós, Literola, Benasque, Vallibierna y Ardonés en un majestuoso recorrido con el telón de fondo de las cumbres más altas de la cordillera pirenaica y cuyo techo se encuentra en el Pico de Estibafreda y sus 2.691 metros que permiten un impresionante panorámica de los vecinos macizos del Posets y del Aneto.

Este telón de fondo es el que acompaña también a las otras dos pruebas; la de 28 kilómetros que discurre entre los tres valles del Parque Natural Posets-Maladeta, compartiendo techo con la anterior en la ascensión del pico Estibafreda, y la novedosa distancia de 19 kilómetros por el Valle de Estós. Un total de 165 voluntarios colaboran de forma altruista en el buen desarrollo de la prueba y son uno de los grandes secretos de la excelente opinión que tienen los atletas de esta carrera benasquesa.

Desde la organización del GMMB señalan que debido a la situación que estamos viviendo se han establecido una serie de protocolos de actuación y recomendaciones para poder garantizar la seguridad de los participantes, voluntarios, organización y espectadores frente a la covid-19 y evitar así el riesgo de contagios. Entre ellas, la designación de un delegado del cumplimiento de protocolo (DCP) que durante la celebración del evento deportivo se responsabilizará de asegurar que se cumplan todos los requisitos de las condiciones preventivas o la de personal responsable de higiene (PRH), unos voluntarios de la organización que estarán en todas las zonas -ya sea en la recogida del dorsal, salida y meta de carrera, como en todos los avituallamientos- y serán los responsables de revisar que se cumplan los protocolos de las medidas de higiene y de las instalaciones deportivas.

Se ha creado, así mismo, un formulario de localización de personal (FLP) que se podrá compartir con las autoridades locales de salud pública para permitir un rápido rastreo de contactos si un participante en el evento sufre de la enfermedad Covid-19 o llega en contacto con un caso confirmado. Por otra parte, en las zonas de uso comunes del corredor se dispondrá siempre de gel hidroalcohólico y mascarillas quirúrgicas mientras que todo el personal de organización y voluntariado de la carrera han recibido formación sobre la colocación de EPIS y sobre la higiene de manos y prevención de transmisión de la covid-19 impartido por los jefes médicos de la carrera.

La estrategia anti-Covid afecta también a la salida de la carrera, ya que los corredores se distribuirán en cajones separados mediante vallado y cinta y con marcas para indicar la posición para mantener la distancia de seguridad, y a la llegada, donde será obligatorio el uso de mascarilla así como mantener el distanciamiento y se ha prohibirá el acceso a esta zona a familiares, amigos y personas ajenas a la organización.

"Hemos realizado un trabajo específico por la actual situación que ha hecho que la organización del evento haya sido totalmente diferente de la sediciones anteriores debido a esas imprescindibles medidas covid que, principalmente, inciden en aspectos como la recogida de dorsales, la salida y la llegada de los participantes, la entrega de trofeos, que varía respecto a otros años, las distancias, las mascarillas y un montón de factores que han requerido una especial atención", resume Angel Lledó, uno de los principales impulsores de la GMMB, recordando que también se han variado los puntos de avituallamiento. "Ha sido –sostiene- un esfuerzo complejo, pero teníamos que adaptarnos a las normativas y lo hemos hecho".

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