Tecnología que se prueba en Aragón y mira a los Juegos Olímpicos

Borja Muñiz Pardos, profesor de la Universidad de Zaragoza, participa en el desarrollo de una píldora que mide la temperatura interna de los deportistas y pretende prevenir los golpes de calor.

Borja Muñiz Pardos con el reloj y la píldora que permite ver la temperatura del deportista en directo.

No han comenzado, pero las previsiones no son alentadoras. Según los expertos, los Juegos Olímpicos de Tokio se espera que sean los más cálidos de la historia.

Si a estos valores se suman las temperaturas a las que llega el cuerpo humano cuando se practica un deporte, se calcula que los deportistas puedan alcanzar los 41,8ºC de temperatura interna y se estima que 42ºC es el límite humano, cuando los órganos comienzan a fallar y hay muerte de tejidos.

Para detectar golpes de calor en directo se ha desarrollado una tecnología que se pondrá en práctica en la cita olímpica de este verano, pero que antes se está probando y analizando en Aragón. Son varios sensores, aunque el más destacado es una píldora que ingiere el atleta.

Píldora que permite ver la temperatura del deportista en directo.
Píldora que permite ver la temperatura del deportista en directo.
HA

"Se ha creado una aplicación en exclusiva para este proyecto que se llama Sub2 y que se conecta vía bluetooth a la cápsula. La ingiere el atleta y emite unas ondas de radio que llegan a un reloj, a través de un interpretador externo –una pulsera- ya que el reloj no puede reconocer las ondas de radio de la píldora y necesita un enlace". Lo explica Borja Muñiz Pardos, profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de la Universidad de Zaragoza, en el campus de Huesca, y miembro del grupo de investigación GNUD. Él participa en el desarrollo de esta tecnología. La novedad del dispositivo, desechable y que se debe tomar varias horas antes de la prueba para garantizar que esté ya en el intestino, es que permite obtener información a tiempo real, con tal solo unos segundos de desfase. "Hasta ahora no se ha podido disponer de esta información en directo. De esta forma, el equipo médico lo ve y se pueden tomar decisiones", añade Muñiz.

Reloj con la 'app' que permite ver la temperatura del deportista en directo.
Reloj con la 'app' que permite ver la temperatura del deportista en directo.
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Al igual que la píldora, se dota al deportista de otros sensores, como una banda de frecuencia cardíaca que se acopla al torso, dispositivos en los cordones de las zapatillas que sirven para medir ángulos del tobillo, tiempo de contacto del pie con el suelo y variables más biomecánicas del pie, entre otros. Estos son los elementos que muestra Muñiz en una caja que se le entregará al deportista. Todo ello desvela una serie de datos del estado del deportista que este zaragozano señala en una pantalla, así como el recorrido que sigue.

Muñiz está probando el dispositivo y analizando los resultados que se obtienen, en definitiva, pone en práctica el producto. "Hoy por hoy podemos conectar 3 o 4 sensores, sin que la batería del reloj se vea comprometida. Ahora estamos analizando cuánto dura la batería", apunta Muñiz. La puesta de largo será en los Juegos Olímpicos de Tokio de este verano, la cita que ya fue aplazada el año pasado. "Vamos a poner en funcionamiento varios sensores, pero la píldora es el de mayor interés para los Juegos Olímpicos de Tokio porque el objetivo es prevenir golpes de calor", sostiene Borja Muñiz.

Se va utilizar en varios deportes, pero no a gran escala: "Se cogerá una pequeña muestra de deportistas de marcha, maratón y todavía hay que consensuar en qué deportes más". Tokio será la prueba piloto, pero en la mente ya está su posible uso en París 2024 o Los Ángeles 2028, eventos en época estival y en lugares calurosos. "El equipo médico puede verlo a través de un iPad, un móvil... y desde cualquier parte del mundo", valora Borja.

Hace una década que se utiliza esta píldora en pruebas deportivas, sin embargo, "hasta ahora los resultados se recogían en meta los datos". Esto puede conducir a implicaciones éticas, dice este profesor universitario: "Ahora que se pueden conocer los datos en directo se plantean muchos dilemas morales, y hay que tomar decisiones complicadas".

"Al final todo esto es el futuro"

No obstante, la aplicación de este dispositivo es más amplia. Por ejemplo, Muñiz opina que se podría ampliar su uso a cuerpos de bomberos que se exponen a temperaturas muy altas en un incendio o a otro tipo de profesionales. Además, el resto de sensores también podrían tener más usos. "Al final todo esto es el futuro", resalta.

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"Probablemente si no se hubieran retrasado los Juegos Olímpicos, no se hubiera podido desarrollar tanto esto. La parte mala mala es que no se va a poder aplicar bien al no tener contacto directo con los atletas", lamenta Muñiz, que también cuenta con el respaldo de José Antonio Casajús, jefe del laboratorio del grupo de investigación. 

Este zaragozano mira Tokio y no esconde la ilusión que le haría viajar a los Juegos Olímpicos y llevar a cabo la puesta en marcha de este dispositivo. "Para mí sería un orgullo y un honor, un sueño, porque además es para el bien de los deportistas", con el viaje todavía en el aire, dadas las estrictas restricciones que se han pautado. En caso de que finalmente no pueda viajar por las condiciones, controlará la temperatura interna de los deportistas desde Zaragoza.

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