ciclismo
La 'universidad' turca de Martí Vigo
El ciclista de Sesué completa esta semana sus primeras etapas en el pelotón profesional en la carreteras del Tour de Turquía, una prueba de aprendizaje tras su salto a la bici desde el esquí de fondo.
“Mi objetivo este año es coger experiencia, aprender, no obsesionarme con resultados. Tengo que aprender un oficio”. Martí Vigo se expresaba así al inicio de la temporada, mientras esperaba las primeras pruebas y carreras en el pelotón profesional con su equipo, los italianos del Androni Giocattoli Sidermec. Su caso, excepcional, saltando del esquí de fondo al ciclismo sin apenas bagaje sobre las dos ruedas en categorías formativas o amateurs, no ha pasado desapercibido en el mundo de la bici, y su participación, esta semana, en el Tour de Turquía vuelve a despertar la atención sobre su evolución en su nuevo deporte.
Este martes, ha completado el tercer día de competición de esta prueba por etapas -acaba el próximo domingo- por la península de Anatolia, cruzando en el seno del pelotón, en una jornada con victoria -igual que el lunes- para el mítico esprinter británico Mark Cavendish. Son las primeras etapas que Martí Vigo está pudiendo completar como ciclista, algo especial, inolvidable, en un inicio de temporada accidentado para él.
Una caída en invierno le fracturó una mano y le obligó a posponer su debut como profesional hasta bien entrado marzo, hasta el GP Slovenian Istria. Sin embargo, ese bautismo le salió cruzado. Apenas duró unos kilómetros sobre el asfalto: el día anterior, en la clásica jornada de activación previa a una carrera, chocó con el asfalto. Los dolores y magulladuras aconsejaban que no debutara aún, pero la organización exigía a su equipo un mínimo de corredores para poder participar. Así que salió como buenamente pudo y aguantó un puñado de kilómetros antes de retirarse y volver a marcarse una fecha con la que sacarse la espina. Ese objetivo ya está en curso.
En Turquía, Martí Vigo va sobreviviendo a etapas rápidas, llanas, alejadas de su perfil de corredor ligero y potente en terrenos empinados y quebrados. Pero son las etapas en las que se aprenden los secretos del ciclismo que no otorga la naturaleza en forma de facultades atléticas. Tres etapas en las que Martí Vigo a cruzado la meta en el pelotón principal. El primer día, con salida y llegada en Konya, finalizó 105º con el mismo tiempo que el vencedor al esprín, el holandés Arvin de Kleijn (Rally). El segundo día, también con salida y llegada en Konya, acabó el 101º, en tiempo del ganador en la ‘volata’, Mark Cavendish (Deceuninck-Quick Step). Y este martes (Beysehir-Alanya), la etapa más larga (212 kilómetros), ha vuelto a llegar en el gran grupo, liderado por el vencedor Mark Cavendish.
De momento, a la espera de las jornadas que prueben de verdad sus cualidades, el ciclista aragonés está el 111º de una clasificación general aún sin diferencias significativas. Su objetivo estos días es pasar por la llamada ‘universidad del ciclismo’: aprender a rodar en pelotón a ritmo de competición, afrontar etapas como la de este miércoles de más de 200 kilómetros a toda mecha, a posicionarse dentro del grupo, a protegerse del aire, a salvar rotondas, badenes y obstáculos, a no perder de vista las ruedas delanteras, a resistir los ‘látigos’ en fila india, a evadir las caídas… Un sinfín de trucos aún por descubrir para Martí Vigo, de 23 años.
Le queda aún toda la semana por delante de aprendizaje, de suma de kilómetros, apoyado por un equipo en el que uno de sus líderes, el suizo Simon Pellaud dio positivo por coronavirus a su llegada a Turquía y permanece confinado en un hotel de la organización sin síntomas. Martí Vigo y el resto de sus compañeros debieron someterse a controles que le permitieran participar en la carrera. Los resultados negativos les dieron la luz verde y Martí Vigo se puso el dorsal y salió a correr su primera vuelta por etapas de vida como ciclista profesional.
