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Más de 50.000 deportistas recuperan la actividad un año después

Este sábado arrancan los deportes colectivos tras más de once meses sin competición por las restricciones de la pandemia. La mascarilla y los aforos reducidos marcan el esperado regreso que festejan clubes, federaciones y deportistas.

El deporte autonómico aragonés regresa este fin de semana.
El deporte autonómico aragonés regresa este fin de semana.
Toni Galán

Un control con el pecho, un triple tras amagar el lanzamiento en la esquina o una volea en la red. Son imágenes deportivas hasta hace un año habituales a lo largo y ancho de Aragón, circunstancias del juego que se repetían semana a semana y que hoy, por fin, recuperan el pulso. Este fin de semana, prácticamente un año después, el deporte de la Comunidad vuelve a los clubes y a los colegios. A los estadios modestos. A los pabellones de barrio. Regresa a su esencia más pura, con más de 50.000 deportistas aficionados y de las categorías base que comienzan a competir este fin de semana.

El protocolo que activó hace justo diez días la DGA marcará el ritmo del regreso deportivo, que estará pautado por una estrictas medidas de seguridad ya conocidas por los clubes y los deportistas. La mascarilla será un elemento más propio de la mayoría de las competiciones, como lo son la camiseta, el pantalón o las botas. Solo los mayores de 16 años que jueguen en espacios abiertos podrán competir sin ella. Los aforos, otra cuestión de debate mayor en los últimos meses, estarán restringidos al 30%, con un máximo de 500 personas al aire libre y 300 en espacios cerrados. Eso sí, muchos clubes y colegios han optado por permitir solo la entrada a los deportistas, primando por encima de todo la salud colectiva.

El baloncesto, en este sentido, es uno de los deportes que mayores restricciones han impuesto. Los encuentros de las competiciones federadas se celebrarán a puerta cerrada, sin la presencia de público, y solo podrá acceder un acompañante por niño en los encuentros escolares. "Es una cuestión de sentido común. Si durante la semana no pueden acceder los padres a los centros escolares, no los podemos llenar durante el fin de semana", explica José Miguel Sierra, presidente de la Federación Aragonesa de Baloncesto. "La prioridad era volver, fuera como fuera, si no lo íbamos a pasar muy mal", agrega convencido de que el retorno del deporte es síntoma de salud.

En cualquier caso, más allá de las restricciones, los deportistas, los clubes y las federaciones comparten una sensación de satisfacción. "Llevamos mucho tiempo esperando esto. Son muchos meses entrenando sin poder competir, que es la esencia pura del deporte. Es especialmente importante para los chavales, que ya tenían muchas ansias de volver", relata Óscar Puig, coordinador de fútbol del Club Deportivo Ebro.

Precisamente el fútbol, con más de 31.000 licencias, es el deporte que más actividad recupera durante este fin de semana. "Con la buena predisposición que se ha mostrado por parte de todos los protagonistas vamos a sacar esta temporada adelante. Hay muchas ganas de fútbol", relata Óscar Fle, el máximo responsable de la Territorial aragonesa. "Hemos puesto una fórmula en marcha que ha sido muy bien acogida por todos los clubes para sacar adelante la competición territorial, con un condicionante que nos pedían, que no haya penalizaciones. Es decir, que no haya descensos, pero sí ascensos", explica, recordando la importancia de seguir con conciencia los protocolos marcados por Sanidad. "Hay que cumplir con el máximo rigor los protocolos. Tenemos que recordar que hay que ser muy respetuosos con todas las normas establecidas por Sanidad, porque debemos protegernos todos en un asunto tan importante como es la salud", subraya con responsabilidad.

Felicidad en las familias

También en las familias el retorno del deporte base se ha acogido con una tremenda satisfacción. "El regreso de las competiciones deportivas es fundamental y vital para chavales jóvenes. Está más que demostrado que hacer deporte es seguro y que la incidencia es mínima cuando se toman las medidas oportunas", relata José Luis Supervía, exjugador profesional de baloncesto y padre de Izan, jugador de 10 años del equipo de baloncesto de El Olivar. "El chico estaba ‘loco’ por volver. Para él ha sido duro no poder seguir progresando a nivel competitivo y se le notaba a nivel anímico y moral", comenta "Para ellos, para los niños, era difícil de comprender esta situación, a pesar de que tienen una capacidad de adaptación mayor que los adultos", concluye.

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