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La explosión del atletismo aragonés

David Cartiel, Sergio del Barrio, Pol Oriach, Salma Paralluelo, Laura Pintiel o Mireya Arnedillo son los exponentes de la nueva generación de atletas aragoneses que está asombrando al mundo. Isabel Macías, Esther Lahoz y Rafael Guerras ponderan su futuro: “Son joyas. Talento puro”, aseguran.

Salma Paralluelo, Pol Oriach, David Cartiel y Sergio del Barrio.
Salma Paralluelo, Pol Oriach, David Cartiel y Sergio del Barrio.
Heraldo.es

Aragón es una tierra en la que siempre han florecido talentosos atletas. Deportistas olímpicos, campeones de Europa, medallistas en mundiales… Históricamente, Aragón es sinónimo de atletismo. Un rincón en el que los éxitos pasados de los veteranos han instalado en el ideario colectivo una sobresaliente cultura del esfuerzo, espejo y ejemplo para las nuevas generaciones. Ellos -Eliseo Martín, María José Poves, Esther Lahoz...- son la semilla de lo que ahora, de nuevo, está brotando.

Justo en el momento más complejo, en días de pandemia, restricciones e incertidumbre, ha explotado en Aragón una camada de jóvenes atletas que han sorprendido al mundo entero con su talento y sus registros. Son todavía adolescentes, buenos estudiantes todos ellos, que han reventado marcas nacionales e internacionales. La más sonada ha sido la de David Cartiel, que a sus 16 años batió el pasado sábado en Zaragoza el récord de España sub-18 de 1.500, logrando también la mejor marca mundial del curso. Nadie menor de edad ha corrido en España un kilómetro y medio en menos de 3 minutos, 51 segundos y 24 centésimas. Nadie es nadie: ni si quiera el gran Fermín Cacho, especialista único en la distancia.

Solo hay un chaval que le compite: su colega zaragozano Sergio del Barrio, que hace solo dos semanas paró el crono en 3 minutos, 53 segundos y 41 centésimas. Diez meses menor que David, Sergio es otro rayo. Otro atleta supersónico que, sin ir más lejos, ya ha batido los récords nacionales sub-16 de 3.000 y 1.000 metros al aire libre y de 600 al aire y en pista cubierta. Su retroalimentación deportiva puede ser de leyenda.

Doblando la distancia, en los 3.000, el que sorprende al mundo desde Monzón es Pol Oriach. El oscense superó hace apenas siete días el récord de España sub-20 de los 3.000 metros. El atleta del Hinaco Monzón y natural de Albelda, fue tercero en la final B con un tiempo de 8.04.61 que le permitió rebajar la anterior plusmarca nacional de la categoría, en poder del gallego Adrián Ben, desde que en 2017 parase el cronómetro en 8:06.12. Bajó dos segundos el mejor registro español de la historia. Ni más, ni menos.

Pero Cartiel, Del Barrio y Oriach no son, ni mucho menos, los únicos que están descollando en el atletismo aragonés. Hace nada, Salma Paralluelo sorprendió al mundo con su desbordante talento en la pista y en el campo de fútbol. Ahora enrolada en el Playas de Castellón y en el Villarreal de fútbol, Paralluelo sigue sumando éxitos con pasmosa naturalidad. Pero la lista no termina con ella. Laura Pintiel batió a finales de enero el récord de Aragón de los 60 metros en pista cubierta con 7.45, siendo la cuarta mejor marca del ranquin nacional de la prueba en España. Gabriela Sanz rebasó el récord nacional sub-16 en salto de altura con 1,75 metros. Elena Guiu, Mireya Arnedillo, Carolina Catalán, Lucía Júlvez, Greta Guerrero, Mario Revenga, Gabriela Sanz, Fabio Marco, Maia López, Eduardo Menacho, Xenia Benach, Patricia Urquía, Metitxell Benito… el talento joven que está germinando en el atletismo aragonés es inagotable. Ellos serán los próximos Toni Abadía, Carlos Mayo o Cristina Espejo, ya asentados en la élite internacional.

¿Por qué ahora?

Y, ¿qué está sucediendo? ¿Por qué ahora? ¿Cuál es su techo? Arroja luz Isabel Macías, otro mito del atletismo aragonés, recientemente retirada, y actual entrenadora y vicepresidenta de la Federación Aragonesa de Atletismo. "Son chicos muy jóvenes pero que tienen claro su objetivo. Y eso se nota en su forma de trabajar y en cómo se cuidan", explica. "Además, el atletismo ha evolucionado mucho. Los calendarios son más amplios en pista cubierta y cuentan con más posibilidades para competir. Aun siendo jóvenes, tienen liebres, van a 'meetings'…", desarrolla. Y apunta: "También ha evolucionado mucho la capacidad técnica. Cada vez hay más medios y herramientas de evaluación. Los entrenadores más jóvenes están mejor formados y los más experimentados cuentan con medios más completos para trabajar".

Refuerza su mensaje Esther Lahoz, otra leyenda, ahora también formadora de jóvenes. "Aragón siempre ha sido lugar de grandes atletas. De pioneros. Y ahora tenemos cuatro o cinco que están empezando a destacar en un momento atípico. Pienso que una de las razones, quizá, es que entrenan cada día y compiten cada fin de semana como si fuera el último, con la incertidumbre del qué va a suceder mañana", señala. "Aun así, lo primero es que son grandes atletas. Con una capacidad para asentarse en la élite si siguen este camino, que ahora es lo más complicado", advierte. Y, ¿por qué ahora, de golpe? "Son gente en pleno desarrollo físico y personal. El parón de la covid les afectó, pero también fue un descanso que les ha hecho volver con unas ganas tremendas de competir. En atletas veteranos, estar parado tanto tiempo, es mucho más problemático", expresa Lahoz.

Otro veterano, conocedor de todos los rincones del atletismo aragonés, es Rafael Guerras, presidente del Alcampo Scorpio 71. Para él, "estamos ante joyas, talentos puros y líderes de sus generaciones", relata con optimismo en alusión a David Cartiel, Sergio del Barrio y Pol Oriach, los tres punta de lanza junto a Salma Paralluelo, ya consolidada en categoría absoluta, de esta nueva generación aragonesa. "El atletismo aragonés siempre ha demostrado que con tiempo y apoyos ha respondido. Es un valor seguro”, subraya. "Esta nueva hornada es una maravilla. Son chavales muy centrados, estudiosos y muy volcados en el deporte. Tienen una gran cabeza, factor clave más allá de cualidades físicas”

"Son ejemplos claros de talento nato, que están brillando con su trabajo y su esfuerzo. David Cartiel es un mediofondista con una proyección increíble, que se supera año tras año. Pol Oriach tiene un referente claro, que a mí me recuerda mucho, y es Eliseo Martín. Ojalá siga su senda. Y Salma es brillo puro. Un talento máximo”, describe Isabel Macías. Guerras hace referencia a otro factor relevante: aunque son jóvenes, menores de edad, entrenan como profesionales. “Son chicos que ahora, por suerte para ellos, cuentan con muchos apoyos extra más allá de la metodología de entrenamiento. Hablamos de nutrición, fisioterapia… Entrenan como auténticos profesionales”, apunta.

Los tres, voces autorizadas en el deporte aragonés, coinciden en que ahora, una vez han despuntado, llega el momento más complejo: seguir progresando y asentarse en la élite. "Los veteranos tenemos que transmitirles nuestra experiencia, nuestros éxitos pero también nuestros sinsabores. Todo ello les ayudará a manejar mejor sus emociones cuando lleguen los malos momentos", incide Esther Lahoz. "Tenemos que estar todos con ellos: entrenadores, Federación, patrocinadores… Trabajar con ellos lo psicológico, que no se cansen nunca del atletismo, un deporte que requiere grandes sacrificios", remata. "Su formación es una carrera de fondo sin atajos. Hay que tener paciencia y cariño. Necesitamos que sigan madurando con calma para que terminen de formarse como atletas”, completa Rafa Guerras. "Tenemos que cuidar especialmente en la edad universiaria porque la tasa de abandono es alta. Hay que ponerles los medios adecuados para que se desarrollen como deportistas y estudiantes", remata Macías. Con un futuro más que prometedor, Aragón está obligado a cuidar con mimo a esta generación de talentosos atletas que ya asombra al mundo desde las categorías formativas. 

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