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CV Teruel: diez años del primer sorbo copero con aroma de carnaval

El Club Voleibol Teruel levantó el 26 de marzo de 2011 su primera Copa del Rey en Las Palmas, escenario desde este viernes de la 46ª edición y donde aspira a su séptimo trofeo.

Marzo llegaba a su fin y, en plena Cuaresma, Las Palmas se resistía a abandonar la fiesta. En Maspalomas se celebraba esa última semana de 2011 los carnavales acompañados de luz, color y una temperatura que hacía honor a la primavera recién estrenada. En un escenario vacacional, un equipo, el CAI Teruel (entonces su nombre de guerra), también festejaba por todo lo alto un trofeo que por entonces se le resistía: la Copa del Rey. Y arropado por más de 200 hinchas que tiñeron de naranja la localidad turística. Una década después, el Club Voleibol Teruel regresa al lugar donde conquistó el preciado galardón con la misma ambición que entonces: atrapar una nueva Copa. Ya tiene seis, quiere la séptima. La 46ª edición de la competición levanta el telón este viernes con la presencia de los ocho primeros equipos de la fase regular; el equipo aragonés debutará este viernes en cuartos de final contra el Ushuaïa Ibiza (20.30, hora peninsular; directo streaming www.rfevb.com).

Han pasado diez años y la ilusión se mantiene igual de viva. Aunque el ambiente que rodeó aquella Copa no será el mismo. Ese canto a viva voz "¡CAI Teruel, CAI Teruel, CAI Teruel te quiero, la la la, en el mundo entero!" que retumbaba en el pabellón Santa Lucía; el calor de una hinchada que, abrazada, lloraba de emoción y saltaba enloquecida tras tumbar al eterno rival, Unicaja Almería (1-3), para entonar a pleno pulmón "¡campeones, campeones!"; los fuegos artificiales y miles de serpentinas que pincelaron un cuadro sublime sobre la cancha amarilla y azul; el baile colectivo en el Centro Yumbo en una macrofiesta, con miles de personas disfrazadas entregadas al Waka Waka de Shakira… "Lamentablemente, sin público la Copa no va a ser igual", lamenta Carlos Ranera, presidente del CV Teruel.

Porque si algo hace diferente este evento, es la presencia de las aficiones, justo un año en el que se recuperaba el formato clásico de ocho participantes, que tuvo su última edición en 2012 en Teruel, ciudad que también aspiraba a organizar la cita este año y que al final recayó en el anfitrión CV Guaguas. El coronavirus ha trastocado el planeta, el deporte en general y esta Copa del Rey en particular, obligada a guardar unos protocolos especiales de seguridad que impedirán la presencia de gente en las gradas del Centro Insular de Deportes de Las Palmas. Y esa maravillosa hinchada naranja, que siempre ha dado calor y color, como hace diez años, está triste.

"Para nosotros, está siendo difícil, porque nuestra afición siempre se ha movido pese a las distancias: Palma de Mallorca, Almería, Melilla, Soria… Hace diez años más de doscientas personas nos desplazamos a Las Palmas. Fue una Copa muy especial y la levantamos con ganas. Nos salió todo a pedir de boca", evoca Ranera. "Me viene a la memoria cómo estaban las gradas, teñidas de naranja; la oscuridad y los fotos iluminando un escenario que pusieron en la pista; cómo levantó Guille Hernán, nuestro capitán y MVP del torneo, el trofeo y se encendieron los fuegos artificiales, y los papelitos de colores volando por el pabellón, y todos bajando a la cancha y abrazándonos y saltando de alegría… Qué gran fiesta. Y, ahora, en un año, nada es igual. Parece que nos hemos acostumbrado a jugar a puerta cerrada", comenta, apenado, Ranera.

Celebración del CV Teruel de su primera Copa del Rey conquistada en 2011 tras derrotar al Unicaja Almería (1-3)
Celebración del CV Teruel de su primera Copa del Rey conquistada en 2011 tras derrotar al Unicaja Almería (1-3)
A. Cortés

Entre palmeras, miles de turistas y un penetrante olor a crema solar de coco, alternaron los jugadores de los ocho equipos participantes en el Dunas Mirador Maspalomas. El CAI Teruel, que entonces presidía José Luis Torán, llegaba a la Copa en su quinto año en la élite nacional e internacional y con dos títulos de Superliga y una Supercopa en su palmarés. Dos veces había sido semifinalista, y en una final rozó la gloria. En las tres ocasiones, el Unicaja Almería le apartó de su empeño.

Óscar Novillo estaba el frente de un equipo de gran calidad - "sin desmerecer al actual", recalca Ranera-. Guille Hernán, Julián García-Torres, Abel Bernal, Víctor Batista, José Miguel Cáceres, Andy Rojas, Martín Efrón, Nicolás Oroz, José Javier Subiela, Humberto Machacón, Jonathan Lorenzo y Luis Pedro Suela formaban un plantel que firmó una Copa del Rey brillante. Primero, derrotando al FC Barcelona (3-1) en cuartos de final; después, llevándose por delante al anfitrión de entonces, Vecindario (ahora tomó el testigo el CV Guaguas), por un claro 3-0; y en la final, un sábado 26 de marzo, el CAI Teruel por fin alcanzaba la gloria derrotando al Unicaja Almería por 1-3 (19-25, 25-23, 18-25 y 23-25) que dirigía Axel Mondi con Freriks, Sevillano, Delgado, Salas, Iván Pérez, Smith, Llenas, Ferrera, Salvador…

"Queríamos organizar la Copa por nuestra afición, un regalo por el 30 aniversario del club que se cumple en septiembre. La realidad nos hizo desistir"

"Quedan los buenos recuerdos. Esta pandemia nos ha hecho ver que no se pueden hacer proyectos a futuro. Nosotros queríamos organizar la Copa por nuestra afición, un regalo por el 30 aniversario del club que se cumple en septiembre. La realidad nos hizo desistir. Vamos semana a semana: pudimos jugar, y conquistar, la Supercopa en casa, Los Planos, con poco público por las restricciones; hemos conseguido recuperar todos los partidos retrasados por positivos covid de rivales; ahora llega la Copa, luego la liga y después los ‘play off’ y con el deseo de volver a aspirar a nuestro segundo triplete", apunta el máximo responsable de la entidad naranja, que exhibe en sus vitrinas un total de 22 trofeos (7 Superligas, 6 Copas del Rey y 9 Supercopas) en las últimas 13 temporadas.

El presidente es prudente en sus pronósticos coperos. "Es una obviedad pero vamos partido a partido. La Superliga se está mostrando muy competitiva y cualquier equipo te puede poner la cara colorada. El torneo está muy abierto. Primero, toca vencer a Ibiza; si pasamos, en semis el ganador del Urbia Palma-Manacor; y si llegamos a la final, a pelearla como siempre hemos hecho", resume Ranera. Y sin la animosa marea naranja: "Estaremos con el equipo en el corazón; desde la lejanía, apoyando. Siempre Teruel".

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