deporte

Crecen las dudas a 6 meses de los Juegos

Las dudas crecen y el tiempo se agota para los Juegos Olímpicos de Tokio, cuya celebración parece de nuevo en el aire debido a la gravedad de la pandemia tanto en Japón como en el resto del mundo, cuando restan justo seis meses para la inauguración del 23 de julio.

Antonio Hermosín Gandul
El coronavirus amenaza la normalidad de los preparativos de los Juegos Olímpicos de Tokio.
El coronavirus amenaza la normalidad de los preparativos de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Kimisasa Mayama/EFE

Las dudas crecen y el tiempo se agota para los Juegos Olímpicos de Tokio, cuya celebración parece de nuevo en el aire debido a la gravedad de la pandemia tanto en Japón como en el resto del mundo, cuando restan justo seis meses para la inauguración del 23 de julio.

Los rumores sobre la posibilidad de un nuevo retraso de la cita olímpica o incluso sobre su cancelación definitiva se han disparado en los últimos días, sobre todo tras una información publicada por el diario británico 'The Times' que apuntaba a que el Gobierno nipón habría renunciado ya a celebrar los Juegos este verano.

Los anfitriones y el Comité Olímpico Internacional (COI) se apresuraron a desmentirlo y a repetir su mantra, según el cual los Juegos se celebrarán sea cual sea la situación de la pandemia y servirán para "simbolizar la victoria de la humanidad" sobre el virus.

"En este momento, no hay ningún motivo para pensar que los Juegos no se inaugurarán el próximo 23 de julio en el Estadio Olímpico de Tokio", dijo el presidente del COI, el alemán Thomas Bach esta misma semana, mientras que el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, reiteró su compromiso para "organizar unos Juegos seguros".

La reunión que ya tenía convocada para el próximo miércoles la Comisión Ejecutiva del COI cobra ahora un interés casi dramático. Bach hablará públicamente a su término en una conferencia de prensa.

El comité organizador tiene previsto decidir hacia finales del próximo marzo qué medidas se tomarán para garantizar la seguridad sanitaria de los deportistas durante los Juegos, así como sobre el acceso de visitantes extranjeros al país para la competición y la presencia de público en las gradas.

Pero esta fecha límite, cuando también comenzará el recorrido de la antorcha olímpica en Japón, podría convertirse en una reválida para decidir si habrá Juegos o no, según han apuntado voces discordantes con el mensaje oficial y provenientes de la familia olímpica internacional y del país asiático.

Cabe recordar que el año pasado tanto el COI como los anfitriones nipones afirmaron durante semanas que posponer los Juegos no estaba sobre la mesa, pero terminaron anunciando el 24 de marzo que se celebrarían un año más tarde de lo inicialmente previsto debido a la pandemia.

La situación actual es mucho peor que entonces en términos de contagios diarios y de hospitalizados graves tanto en Japón como en otros países, lo que ha llevado al país asiático a volver a tomar medidas excepcionales.

Ante el aumento récord de contagios, Tokio y otras de las principales regiones del país están bajo emergencia sanitaria desde inicios de mes, lo que conlleva limitar la entrada de público a pruebas deportivas hasta el 50 % del aforo o la restricción de horarios para bares y restaurantes, entre otras medidas.

Japón también prohíbe completamente la entrada de visitantes extranjeros al país desde finales de diciembre, con vistas a frenar la propagación de las nuevas cepas del virus consideradas más contagiosas.

En este escenario, y con una campaña nacional de vacunación para la que aún no hay fechas decididas, todo apunta a que, de celebrarse, los Juegos tendrán lugar en medio de restricciones a gran escala tanto para deportistas como para el público, si es que lo hay en las gradas de los estadios.

Quienes sí hablan sin tapujos sobre lo quimérico que supone celebrar unos Juegos en estas circunstancias son los japoneses, que en su mayoría -hasta un 80 %- son partidarios de cancelarlos definitivamente o aplazarlos de nuevo, según una encuesta reciente de la agencia local Kyodo.

"Por ahora creo que va a ser difícil celebrar los Juegos. Incluso si en Japón se erradica la COVID, si se sigue expandiendo en otros países, será complicado. Esto ya no es una cuestión solo de Japón...", dijo a Efe Moriguchi, un universitario tokiota.

Este veinteañero admite que le gustaría que Japón terminase por acoger los Juegos "después de todo lo que ha costado prepararlos", aunque también cree que sería mejor retrasarlos más allá de 2021 "antes que organizarlos de forma forzada este verano".

Junto al temor a que sea un evento "superpropagador" del virus, otro de los motivos del desencanto de los nipones es un presupuesto creciente que va camino de convertir a Tokio en los JJOO más caros de la historia y cuyos costes extra derivados del retraso provendrán sobre todo del bolsillo del contribuyente.

"Cancelarlos podría afectar demasiado a la economía. Creo que posponerlos después de este verano sería mejor que otras opciones", opinó Miyazu Sato, una joven de 23 años, mientras paseaba junto a un Estadio Olímpico de Tokio que permanece rodeado de vallas y de incertidumbre. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión