Deporte en casa

Cómo afrontar la falta de constancia deportiva para no agobiarse en Navidad

El cierre de los gimnasios y la proximidad de las fiestas pueden alterar el ritmo de entrenamiento y dar sensación de desorganización.

No poder ir al gimnasio puede afectar a la constancia de los entrenamientos.
No poder ir al gimnasio puede afectar a la constancia de los entrenamientos.
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No entrenar con regularidad puede influir en la perspectiva personal a la hora de conseguir determinados objetivos deportivos. También puede causar sensación de estrés y de agobio ante la posibilidad de perder todos los esfuerzos realizados a nivel deportivo durante el último periodo. Pero cuando nos asalten estos pensamientos, tranquilidad: no es necesario entrenar todos los días para tener mejores resultados. 

"De hecho, se sabe que el descanso es parte importante también del entrenamiento y qué mínimo un día a la semana convendría descansar del entrenamiento de fuerza", explica Nuria Díez, psicóloga, entrenadora y nutricionista. Dejar de entrenar durante algunas semanas no tiene tanto efecto perjudicial a nivel muscular como se cree e incluso puede venir bien para que el organismo se recupere, explica.

El miedo, además, a perder músculo o fuerza durante un parón en el entrenamiento es infundado, ya que "el temido catabolismo no ocurre de manera tan 'rápida' como suele creerse", apostilla Nuria.

Teniendo en cuenta la situación actual, combinar los entrenamientos en casa y en el gimnasio (cuando se pueda) es muy recomendable. Lo importante, según Nuria, es mantenerse activo. Así, subir las escaleras o ejecutar rutinas caseras servirá para cumplir esa función. "Para una persona experimentada, no es lo mismo entrenar en casa que en el gimnasio", explica esta entrenadora, pero lo importante es seguir moviéndose.

Llega la Navidad

Para afrontar la Navidad y el parón que puede suponer tanto en el ritmo de entrenamientos como en la dieta saludable, el consejo de Nuria es aceptar las fiestas como cualquier otra etapa. "Obsesionarse con entrenar más por afrontar la Navidad es un método de compensación que no recomiendo como psicóloga ya que puede derivar en un TCA".

En lo que a las comidas navideñas se refiere, hay que aceptar que son algo puntual y de lo que disfrutar, sobre todo por las relaciones sociales ligadas a ellas y más teniendo en cuenta el contexto sanitario que estamos viviendo. "Si sigues siempre un estilo de vida saludable, 2, 3 o 4 comidas de Navidad no van a cambiar nada", sentencia esta nutricionista.

Para no castigarse por no entrenar, no seguir el ritmo o no estar cumpliendo un programa, Nuria explica que el primer paso es aceptar que esta situación no puede controlarse ni cambiarse, por lo que las idas y venidas al gimnasio entran dentro de lo normal. Por lo tanto, no servirá de nada castigarse mentalmente por no poder seguir el ritmo habitual, porque no es posible y lo único que van a provocar estos pensamientos es malestar.

Lo que sí hay que intentar es programar pequeñas actividades como salir a caminar o correr, evitar coger el ascensor o realizar 40 minutos de ejercicios en casa. Estas opciones no requieren ni mucho tiempo ni esfuerzo y nos ayudarán a "encontrarnos bien tanto física como mentalmente".

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