tenis
Nadal liquida la resistencia de Carreño
El asturiano pone en problemas al balear y le obliga a remontar un set adverso para meterse en semifinales de París-Bercy.
Como dos días atrás ante Feliciano López, Rafa Nadal volvió a moverse en la cuerda floja. Una fina línea que decide las victorias o derrotas en el tenis y que esta vez volvió a estar de su parte para liquidar al correoso Pablo Carreño (4-6, 7-5 y 6-1) en dos horas y 15 minutos de partido. El balear fue peor jugador durante buena parte del encuentro, pero supo recuperarse a tiempo para clasificarse a sus quintas semifinales en el Masters 1.000 de París-Bercy.
Y eso que su comienzo de partido hizo poner en duda su participación en esta ronda, la cual pisa por primera vez desde 2013 el año pasado. Su arranque fue muy parecido al que mostró ante Feliciano. Algo pesado, falto de ritmo y muy fallón. Como si los duelos ante el toledano y frente a Jordan Thompson en cuartos no le hubieran servido apenas para aclimatarse a las condiciones de un torneo que siempre le castiga al máximo. El sufrimiento con el segundo servicio, con el que perdió casi la mitad de los puntos, y la incapacidad para encontrar la temperatura con la derecha, le obligaban a ir a contracorriente contra un rival al que había superado con relativa sencillez en sus siete enfrentamientos anteriores.
Carreño estaba con una comodidad insólita ante el balear, dominando con un acertado revés y repartiendo golpes ganadores. Coleccionó hasta doce -tres más que Nadal- en el primer parcial. Su agresividad y consistencia le estaban poniendo por delante en cuanto a sensaciones y Nadal tuvo que salvar un punto de 'break' en el tercer juego que hubiera significado el primer gancho del asturiano. Pero la resistencia del manacorense no resistió las aguas del gijonés mucho más. Un impetuoso Carreño sacó el coraje necesario para montarse sobre los pobres servicios de su compatriota y le quebró en el séptimo juego, completando una primera manga casi perfecta -la segunda que le gana a Nadal en su carrera- sin poner en peligro su servicio ni una sola vez.
La sangría para Nadal pudo ser mayor, puesto que Carreño empezó el segundo parcial donde lo había dejado antes y se colocó 0-40 sobre el saque del balear en el primer juego. Saltaron las alarmas en Nadal y lo salvó jugando mucho mejor de lo que lo había hecho en el resto del partido. Esto le sirvió para incrementar el ritmo y conseguir igualar la regularidad y pegada de Carreño, aunque aún plagado de lagunas con la derecha, que pecaba de quedarse corta en muchas ocasiones.
Con los ritmos equiparados, Nadal dispuso de dos oportunidades de rotura con 4-3 a su favor, pero Carreño las salvó con un saque directo y con una derecha ganadora tras un gran saque abierto. Cuando llegó la tercera, esta vez de set, con 6-5 a su favor, no falló. Conectó un 'passing' paralelo en una precipitada subida a la red de Carreño y dejó clavado al asturiano, que se marchaba a la silla con la sensación de haber dejado escapar viva a la bestia.
Y con esa misma impronta cambió de lado tras un comienzo del tercer set en el que no pudo aprovechar un 0-30 y en el que su insistencia en atacar a Nadal fue desapareciendo paulatinamente. Se cayó dentro de la telaraña de su rival y fue poco a poco despedazado por un Nadal que supo mantener mejor la cabeza cuando el partido se fue a la distancia. Tras otro comienzo parejo (1-1), Nadal aceleró y maniató las pocas opciones de las que gozaba ya Carreño. Le sofocó con un 6-1 y le dejó tumbado en la lona esperando el siguiente rival. Ese que saldrá del duelo entre Alexander Zverev y Stan Wawrinka y que supondrá su último obstáculo a la que sería su primera final aquí desde 2007.
La derrota para Carreño supone que se queda sin opciones de clasificarse a las Finales ATP de Londres, clasificando de paso al argentino Diego Schwartzman, que acudirá por primera vez al torneo que cierra la temporada.
