piragÜismo

El río Ebro, de punta a punta

Cuatro aventureros recorren el Ebro en kayak desde su nacimiento hasta su desembocadura en un proyecto de concienciación medioambiental y sostenibilidad.

Laura Rodríguez, Berto Robles, Iván Galofre y Alberto Bosh, a su llegada a Zaragoza.
Laura Rodríguez, Berto Robles, Iván Galofre y Alberto Bosh, a su llegada a Zaragoza.
Toni Galán

Desde su nacimiento en Fontibre, hasta su desembocadura en el mar Mediterráneo. En total, 930 kilómetros de río Ebro que cuatro aventureros recorren desde hace quince días. En total serán 24 etapas para un descenso integral en kayak nunca completado hasta la fecha. Y, todo ello, con la concienciación medioambiental y sostenible como telón de fondo. "Estamos abandonando el mundo a su suerte. Tenemos que volver a los orígenes, a respetar la naturaleza y no hay nada más primario y natural que el agua y los ríos", explica Iván Galofre, uno de los cuatro pioneros que completan esta aventura. Le acompañan Albert Bosch, Berto Robles y Laura Rodríguez en un equipo intergeneracional. El proyecto Bluebro, como así se denomina la expedición, "tiene el propósito de comunicar y concienciar desde el agua sobre la preservación del medioambiente y fomentar hábitos y liderazgos más sostenibles", relata Galofre, que lleva dos años dando forma a una aventura que ni la covid-19 ha podido detener.

"Retrasamos un poco los plazos –desvela–, pero ni el coronavirus nos va a frenar", subraya el ideólogo del proyecto, que posteriormente dará forma a un documental grabado estos días con la tecnología de vídeo más puntera. "En cada etapa que atravesamos, tocamos un tema de concienciación medioambiental diferente. Queremos reflejar y reflexionar sobre muchos asuntos diferentes", comenta. "Además, estamos recogiendo residuos durante todo el trayecto", agrega. "El objetivo no es batir ningún récord deportivo. La misión es poner al deporte y la aventura al servicio del medioambiente", destaca Galofre. "El agua es un modo de vida, parte de nosotros. Y eso no se nos puede olvidar jamás", agrega. Y, ¿por qué el Ebro? "El Ebro ha sido una fuente de comunicación y de riqueza de las civilizaciones. Hemos querido volver a los orígenes. Vamos a transmitir la información desde el río hasta las personas y lo vamos a hacer desde dentro", explica su promotor.

Los cuatro expedicionarios están utilizando dos tipos de kayaks diferentes, uno para las zonas de aguas bravas –los tramos más complejos del cauce– y otro para el recorrido de travesía. Durante estas tres semanas, los cuatro expedicionarios están recorriendo las siete Comunidades Autónomas que cruza el Ebro, navegando tramos con características técnicas y geográficas muy diversas: desde las zonas de aguas bravas del Alto Ebro, hasta las aguas totalmente calmadas de los pantanos, como áreas delicadas por todo tipo de condiciones, y superando un total de 18 presas y 16 azudes. 

El pasado jueves, llegaron a Zaragoza en una etapa que nació en Alagón. "Para nosotros fue muy especial pasar por Zaragoza, es la ciudad más importante que atraviesa el Ebro, un símbolo", destaca Galofre. En Aragón, además de en la capital y en la citada Alagón, el proyecto Bluebro hizo parada en localidades como Pina de Ebro, Gallur, Sástago, Escatrón o Mequinenza, incluyendo su pantano. Todo ello hasta llegar hasta la desembocadura, hito previsto para este próximo viernes. Será la primera vez que se complete una aventura así. "Se han hecho tramos importantes y se completó una aventura similar hace 30 años, pero el descenso integral como tal, no se ha hecho nunca", reseña Galofre. Una aventura única y diferente con el reto de volver a los orígenes. Al agua. Al río Ebro.

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