baloncesto

La final que ganó Carmela, abonada del Casademont Zaragoza

Esta aficionada del club rojillo, que superó el coronavirus tras 53 días en la uci del Servet, se emociona al recibir un mensaje de Carlos Alocén, su jugador favorito.

Carmela Mondéjar viendo el mensaje en vídeo que le envió Carlos Alocén.
Carmela Mondéjar viendo el mensaje en vídeo que le envió Carlos Alocén.
Basket Zaragoza

"Me ha encantado y me ha emocionado. Es Alocén, Carlos Alocén, y me lo dice a mí. Quiero conocerlo cuando volvamos a ver un partido", decía Carmela Mondéjar sorprendida al escuchar en el móvil de su marido, Santiago del Val, el mensaje que le envió el joven jugador del Casademont. Esta mujer de 66 años, que era socia del equipo con su marido y no se ha perdido ningún encuentro de la liga ACB, escuchó a su jugador favorito poco después de haber superado su propia final en la que se disputaba superar los 53 días ingresada en la uci del Hospital Miguel Servet por el coronavirus, tal como contó HERALDO.

Después de haber viajado a Dubai y con las maletas dispuestas para irse a Roquetas (Almería) en esos meses primaverales, Carmela tuvo que ser ingresada desde el 11 de marzo y estuvo en situación crítica hasta que superó la traqueotomía. Ayer celebró también en su segunda vida (confesó haber vivido algo parecido a un milagro) otro día de bodas, no solo por emocionarse con las palabras de Alocén, sino porque volvió a caminar por primer día, ayudada por los fisioterapeutas. Y el médico avisó a su marido que su salida a casa no se demorará más allá del 11 de junio, tres meses después del ingreso.

El joven capitán del Casademont Zaragoza reconoció ayer en su twitter que su mensaje de apoyo al esfuerzo vital para Carmela es "una de las cosas más gratificantes» que ha hecho con el equipo desde que es jugador de baloncesto". "Gracias a ti por tu lucha y ejemplo, como dices ojalá nos podamos conocer pronto. Un abrazo grande y mucha fuerza", concluyó en un tuit con las grabaciones que a media tarde llevaba casi 10.000 visualizaciones y el efecto mediático se multiplicó.

Carmela tuvo que visionar varias veces el mensaje para creérselo que no era un camelo. "Hasta que me lo aprenda", exclamaba tras darle al ‘play’ tantas veces como fuera necesario. Sorpresa y estupor. "Qué ilusión, me ha emocionado. Es lo que menos me podía imaginar. ¿Cómo sabía que he estado malita? Es que me nombra a mí...", confirmaba al decirlo en un ejercicio de perplejidad.

Una socia del Casademont, que superó el coronavirus tras 53 días en la uci del Servet, se emociona al recibir un mensaje de Carlos Alocén, su jugador favorito

Aunque Carmela Mondéjar ha vivido siempre en Zaragoza, donde ha trabajado de asistencia social en el Colegio Británico de Aragón, desde que se jubiló se habían desplazado a Canfranc y la distancia se rompía para bajar a ver a su equipo de baloncesto en el pabellón Príncipe Felipe.

Siempre que podía –su marido Santiago es un gran aficionado a la fotografía–, ella posaba con los jugadores. Guarda imágenes con el gallego Fran Vázquez, el cubano Javier Justiz y el canadiense Dylan Ennis. Pero en su colección no tenía todavía al joven aragonés Carlos Alocén.

De allí que su emoción se disparase al escucharlo tras haber pasado 40 días sedada, casi sin enterarse de todo lo que pasó, y todavía con las fuerzas muy débiles, casi como si se lo estuviera diciendo al oído: "Hola Carmela, qué tal, soy Carlos Alocén, te quiero mandar mucho ánimo y mucha fuerza para esta última etapa que estás pasando de la enfermedad y darte mucha fuerza ya que ya has pasado lo peor. Y darte la enhorabuena por la valentía que has mostrado durante todo este tiempo. Me enteré de lo que te estabas pasando y quería mandarte un fuerte abrazo, darte mucho ánimo, y acordarme de tu marido, porque sé que sois fieles seguidores del Basket Zaragoza. Un abrazo muy fuerte a los dos, sobre todo a ti, y ojalá te recuperes pronto para que todo vuelva a la normalidad. Un fuerte abrazo y mucho ánimo".

No quiere perderse ser una embajadora de la fuerza, del coraje y las ganas de luchar, porque ya le ha dicho al médico que no le apunten más veces al coronavirus, como los casi 6.000 aragoneses (fallecidos 827). Tiene claro sobre todo que «el próximo partido» que tengan irán a ver a Alocén para decirle: «Soy yo a quien le mandó el vídeo. Me encantaría conocerlo en persona y darle las gracias».

Carmela ha ganado su final, que no se guarda en una vitrina porque es el título de la vida. Por eso quiere una camiseta del equipo con el número 53 para retirarlo.

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