Tras el anuncio del plan de desescalada por fases del confinamiento, las instalaciones deportivas municipales de Huesca se preparan para poder reabrir sus puertas en cuanto se conozca más a fondo la normativa que van a tener que aplicar. “Por el momento estamos trabajando en el mantenimiento básico, a la espera de que se concrete más las especificaciones que vamos a tener que seguir para que los usuarios puedan hacer uso de ellas”, señala el concejal de Deportes oscense, José María Romance.

Los equipamientos deportivos se mantienen clausurados desde el inicio del estado de alarma. En la piscina cubierta Almeriz, por ejemplo, en un primero momento se siguió manteniendo acciones como la depuración en vista a una pronta reapertura. Sin embargo, ante la certeza de que la vuelta a la normalidad se iba a alargar, se optó por desconectar los motores y realizar una hiperclororación dejándola así en una suerte de estado de hibernación. Ahora, Romance ve “difícil” que en lo que queda de temporada se pueda volver a hacer uso de ella.

A este respecto, el edil considera fundamental conocer cómo va a haber que proceder con las piscinas de verano. El periodo estival se acerca y solo el año pasado los vasos de baño oscenses registraron más de 84.000 usos. “Deberíamos saber aspectos como el aforo que podremos admitir”, apunta. “En cuanto a las indicaciones que se dan, no puede tener el mismo tratamiento un gimnasio que una instalación de las dimensiones de la Ciudad Deportiva”, señala.

A este respecto, el Ayuntamiento ya había decidido no cobrar ningún recibo a los alumnos del curso de natación hasta saber cómo se iba a desarrollar el tercer trimestre de la temporada, el que va de abril a junio. En cuanto al resto de actividades deportivas, en las que participan cerca de 3.000 oscenses, ya se ha iniciado la devolución de la parte proporcional de la cuota del segundo trimestre.