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Irene Burillo: "Echo de menos poder pelotear 20 minutos"

La tenista aragonesa Irene Burillo hace frente al coronavirus en Caspe junto a su familia con la temporada en el aire.

Irene Burillo realizando ejercicios físicos durante el confinamiento en su casa.
Irene Burillo realizando ejercicios físicos durante el confinamiento en su casa.
I. B.

La tenista aragonesa Irene Burillo ha visto su calendario profundamente afectado por la crisis del coronavirus. Burillo se encontraba en Brasil participando en un campeonato cuando se les comunicó que el torneo quedaba suspendido. Poco después, todo el calendario deportivo de la aragonesa hasta el mes de julio se había cancelado. «Habíamos planeado hacer la misma gira que el año pasado ya que jugamos muy bien. Habíamos invertido bastante dinero e íbamos a jugar tres semanas en diferentes ciudades de Brasil», cuenta la natural de Caspe. «El viaje fue larguísimo, estábamos en Turquía, donde habíamos jugado antes en un torneo y fuimos a España y de allí a Brasil haciendo varias escalas. El primer torneo ni lo pudimos terminar porque cuando íbamos a jugar en dobles los cuartos de final nos dijeron que en breves iban a cancelar el torneo. Nos tuvimos que volver y tampoco sabemos qué va a pasar con la temporada», expone.

El coronavirus ha cambiado todo de la noche a la mañana y los planes de futuro inmediato que la aragonesa tenía para continuar evolucionando esta temporada se han visto frustrados. «Después de Brasil venían varios torneos en España en el calendario. Siempre nos gusta jugar en casa, nos habían subido de categoría respecto al año pasado y era una buena oportunidad para estar también más tiempo en casa y jugar en pistas que ya conocía y a las que estaba adaptada», explica Burillo, que forma parte de la Ad in Tennis Academy de Barcelona desde hace casi dos años. «Nos ha afectado bastante el parón y de momento hasta el 13 de julio no va a celebrarse ningún torneo. Dicen que este año va a ser complicado jugar, no se sabe si de septiembre para adelante se celebrarán los torneos o si se va a cancelar la temporada», declara preocupada. La aragonesa lamenta especialmente la suspensión del Torneo Internacional Conchita Martínez, que iba a celebrarse en Monzón en mayo: «Era el único que se celebraba en Aragón y era especial porque podía aprovechar para estar cerca de la familia, dormir en mi casa… El año pasado fui al torneo con mi padre».

Pero Irene Burillo combate el confinamiento debido al Covid-19 con ejercicio físico y vida familiar. «Para lo que más he aprovechado esta situación es para estar con la familia. Un año normal solo estoy con ellos más de una semana en Navidad. Soy muy familiar y aunque es duro se pasa más rápido y mejor esta situación con ellos que si estuviera sola», asevera Irene. La tenista de Caspe también cuenta que el confinamiento le ha servido para pasar mas tiempo con Carlos, su hermano mellizo. «Siempre estábamos juntos y echaba de menos pasar tiempo con él así que aprovechamos ahora. También hace conmigo el entrenamiento físico y así se nos hace más ameno», señala. «Lo llevo bien, intentando no estar quieta ni un momento para no aburrirme y también para mantenerme en forma, claro», apunta Irene Burillo.

La tenista nacida en 1997 detalla su rutina actual: «Entreno dos horas cada día y suelo descansar o viernes o domingo. La verdad es que estoy entrenando mucho. Los lunes, miércoles y viernes tengo una videollamada con mi entrenador de físico y con más jugadores de la academia. Hacemos una hora de entreno y luego nos manda más trabajo. Por las tardes intento estirar bien o tener más tranquilidad a última hora de la tarde y los martes y jueves intento entrenar por la tarde para recuperar por las mañanas». En estas semanas de confinamiento lo que más echa en falta la deportista aragonesa estar sobre una pista de tenis. «Echo de menos ir a entrenar porque solo puedo hacer entrenamiento físico en el garaje y algún ejercicio con la raqueta, aunque sin pelota, pero también es difícil porque no hay mucho espacio. Hacía años que no pasaba tanto tiempo sin jugar y lo que más echo de menos es poder pelotear aunque solo sean 20 minutos y sentir la raqueta y ver que sé pegarle a la pelota y que no se me ha olvidado», se lamenta la caspolina.

Irene Burillo ocupa actualmente los puestos 337 y 288 en los ranquines de individual y dobles y señala que la temporada pasada alcanzó el puesto 280 del mundo en dobles junto a su compañera de entrenamiento Andrea Lázaro: «Nos fue muy bien, ganamos varios torneos y llegamos a finales, aunque la modalidad de individual es siempre la prioridad».

Con el tenis en los genes

Se podría decir que Irene Burillo llevaba en las venas el amor por el tenis. «Mi abuelo y mis padres habían jugado al tenis y yo empecé con 7 años. Mi hermano y yo íbamos a jugar todas las mañanas o las tarde al club Meridiano cero de Caspe», rememora la campeona de Aragón en categorías alevín, infantil, cadete, júnior y absoluta, en esta última modalidad Burillo se impuso con solo 15 años. La natural de Caspe iba y venía a la capital aragonesa para entrenar. «Mis padres me tenían que llevar a entrenar a Zaragoza por la tarde tres días a la semana. Llegaba a casa a las diez u once de la noche y tenía que estudiar y hacer los deberes. Fue duro, pero yo creo que también me ayudó a ser más organizada y madura», reflexiona la aragonesa.

Tras un primer traslado a Valencia para seguir creciendo como tenista, Irene Burillo hizo de nuevo las maletas para marcharse a la ciudad condal. «Estoy muy bien en Barcelona, muy cómoda. Siento que he mejorado físicamente, me siento más preparada en ese aspecto, no tengo lesiones ni molestias y me veo más preparada para jugar más semanas. También estoy trabajando bastante en el aspecto mental en cuanto a estar más tranquila y afrontar todo de una manera más positiva. Creo que en este aspecto tenía bastante margen de mejora y también viene bien para afrontar esta situación», bromea la tenista aragonesa.

Además de a la incertidumbre a nivel deportivo, Irene Burillo tiene también que hacer frente a la incógnita de qué sucederá con los estudios universitarios ante esta situación. «Estoy estudiando Pedagogía a distancia, en febrero tuve los exámenes y me fue bastante bien. En julio tenía los siguiente, pero a ver cómo está la situación porque son presenciales. Como llevo desde Bachiller estudiando a distancia esta situación no ha supuesto un gran cambio para mí. Cuanto más tiempo estemos en casa antes se pasará todo y volverá la normalidad», expone la tenista.

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