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Anestesista y futbolista en tiempos de coronavirus

Fernando Carbó, defensa central del Alcañiz, trabaja como miembro del equipo sanitario en el hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Fernando Carbó golpea el balón durante un partido con el Alcañiz
Fernando Carbó golpea el balón durante un partido con el Alcañiz
F. C.

"Nos ha tocado un delantero correoso, de los que cada vez te hace un regate distinto y te pone el partido muy difícil, pero creo que estamos haciendo una buena defensa en conjunto". Con este símil futbolístico define Fernando Carbó la actual crisis sanitaria del Covid-19. Un virus que ha obligado a este defensa del Alcañiz a abandonar temporalmente las botas y el balón de fútbol para sustituirlos por la mascarilla, la jeringuilla y el resto del material sanitario con el que trata de combatirlo en primera línea como anestesista del hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Acostumbrado a planificar la semana con el partido cada domingo en el horizonte, Carbó admite estar viviendo una "situación extraña, donde creo que todo el mundo es consciente de lo que hay. No se había dado nunca algo así y la magnitud que tiene en la sociedad es muy grande", reflexiona el alcañizano, afincado en la capital aragonesa, que está a punto de concluir su tercer año como Médico Interno Residente (MIR).

Actualmente su labor se ha visto reducida considerablemente en el quirófano, por lo que ha sido reubicado en otras funciones junto a varios compañeros. "La actividad quirúrgica no se ha podido continuar con normalidad, donde más colaboramos ahora es en una zona habilitada de cuidados intensivos para poder tratar pacientes infectados con coronavirus. Estamos echando una mano donde nos requieran y nos digan que podemos ayudar", explica.

En su opinión, sí se han empezado a notar las duras medidas de confinamiento decretadas tras el estado de alarma. Unas restricciones "que a nadie le gusta tomar", pero que han provocado "que se estabilicen un poco los ingresos". "Aun así, las guardias en urgencias son de bastante trabajo y todavía es pronto para echar las campanas al vuelo", afirma con cautela.

El fútbol, pendiente del coronavirus

Carbó es uno de los defensas centrales de la plantilla del Alcañiz, equipo en el que ha jugado prácticamente toda su trayectoria, excepto las dos últimas temporadas, que militó en el San Lorenzo mientras residía en Huesca. El virus ha obligado también a detener la Regional Preferente, a cuyo segundo grupo pertenece el conjunto alcañizano, que marcha en una notable cuarta posición, a solo tres puntos de la zona de ascenso a Tercera.

"Lo peor es la incertidumbre de no saber qué va a pasar. Terminar la liga en julio y agosto es complicado, jugar con ese calor… No es una situación fácil para los que tengan que resolverla, nosotros haremos lo que nos manden", dice con cierto aire de resignación.

A la espera de que se resuelva esta encrucijada, el zaguero continúa entrenando desde su domicilio para intentar no perder la forma física estas semanas. "Trabajamos con un plan que nos diseñó el cuerpo técnico. No sabemos cuándo se va a volver a jugar o, incluso, si se podrá acabar la temporada. Ojalá, por el bien de todos, sea cuanto antes", concluye el futbolista.

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