Casademont, al asalto del fortín húngaro

El Casademont regresa este miércoles a la competición europea, y lo hace con un partido mucho más exigente de lo inicialmente previsto. Se mide con el Falco Szombathely (18.00, Aragón TV), un rival que accedió a la Champions League desde la fase previa, tras eliminar al Oradea rumano y al Ventspils letón, y que a priori parecía el conjunto más accesible de cuantos componen el Grupo D. Sin embargo, la escuadra húngara ha exhibido ambición, carácter y una capacidad competitiva admirable, sobre todo en sus actuaciones como local, y ya ha sumado cinco triunfos en las nueve jornadas disputadas. Ha facturado sus cinco victorias al abrigo de su afición, en un escenario –el Savaria Arena– en el que permanece invicto en el torneo continental. En su feudo ha doblegado al PAOK de Salónica (76-66), al Telekom Bonn (91-59), al Brindisi (98-92), al Neptunas Klaipeda (97-73) y al JDA Dijon (82-81).

En este sentido, el Falco Szombathely representa una importante amenaza para el cuadro aragonés, más aún cuando los húngaros acumulan 19 encuentros consecutivos sin perder en casa entre la competición de su país y el campeonato europeo. «Se trata de un conjunto muy difícil de batir en su pista», advierte Sergio Lamúa, segundo entrenador de los aragoneses. «Al ser el Falco un equipo prácticamente desconocido, se podía pensar que iba a perder todos los partidos de la Champions League –añade el ténico–. Sin embargo, tiene buenos jugadores, está ofreciendo un gran rendimiento y en su casa se muestra siempre muy fuerte», insiste Lamúa, consciente de la necesidad de superar a un oponente que se halla, en la actualidad, igualado a cinco triunfos con los zaragozanos:«Sería vital ganar en Hungría, porque aumentaríamos mucho nuestras opciones de acceder a la siguiente fase. Las victorias a domicilio son importantísimas».

La competición en la Champions ha regresado esta semana, después de 20 días de parón, y el torneo encara la recta final de la primera fase con todo aún por decidirse. El Casademont no solo persigue su acceso a la siguiente fase –un derecho al alcance de los cuatro primeros clasificados–, sino que pretende hacerlo como cabeza de serie, condición que otorga a los dos primeros de cada grupo.

Fortalecer la defensa

El equipo zaragozano es un bloque sólido, comprometido, enérgico y vigoroso en la Liga Endesa, donde se encuentra a un solo triunfo de la primera posición. Además, en el torneo doméstico se distingue también por su solidez en las labores de contención:hasta el pasado fin de semana, el Casademont presentaba la mejor defensa de la competición, con una media de 75 puntos encajador por partido; registros sobresalientes que, sin embargo, empeoró el conjunto aragonés tras la contundente derrota sufrida en Andorra, en el duelo del pasado sábado (106-78). Y es ahí, en la defensa, donde residen gran parte de las opciones de victoria este miércoles en Hungría.

Porque el Casademont, en la competición europea, es un equipo vulnerable y quebradizo atrás, con importantes desatenciones en su juego. Especialmente en sus desplazamientos, donde promedia 85,5 puntos encajados por duelo, tras haber doblado la rodilla en las pistas del Telekom Bonn (85-71), del Neptudas Klaipda (91-73) y del Paok de Salónica (93-78). Mientras, su único triunfo a domicilio se produjo en la segunda jornada, en Turquía, contra el Besiktas (73-74). Su prolonga esas debilidades defensivas, el Casademont quedaría irremediablemente expuesto en Hungría, ante un rival que factura 86,5 puntos de media en sus actuaciones como local.

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