fórmula 1

Vettel busca la redención en Interlagos

Con Hamilton ya campeón y Leclerc sancionado para el domingo, el alemán tiene una oportunidad de oro para reivindicarse en la recta final del campeonato.

El piloto alemán Sebastian Vettel, este viernes, durante el primer entrenamiento libre para el Gran Premio de Brasil.
El piloto alemán Sebastian Vettel, este viernes, durante el primer entrenamiento libre para el Gran Premio de Brasil.
EFE / Sebastiao Morera

Cuando acabe la temporada 2019 de Fórmula 1 y se repase la actuación de los pilotos, uno por uno, a buen seguro que Sebastian Vettel no estará entre los mejores. El alemán ha tenido muchas más sombras que luces en una campaña que comenzó como uno de los grandes favoritos a acabar con el reinado de Lewis Hamilton y en la que no sólo ha vuelto a hincar la rodilla ante el rey de Mercedes, sino que además se ha visto adelantado por el delfín de Ferrari, un Charles Leclerc que ya se ha ganado el corazón de los tifosi.

El viernes del Gran Premio de Brasil acabó con Vettel en lo más alto de la clasificación de los tiempos. Después de unos primeros libres en lluvia en los que no se vieron los neumáticos de seco hasta los instantes finales, fue en los segundos donde se metió toda la carne en el asador por parte de los corredores, a sabiendas de que el cambiante clima de Interlagos no les dará tregua. Vettel lideró los tiempos por solo 21 milésimas sobre Charles Leclerc, pero a diferencia de otros fines de semana no le preocupa. Y es que el monegasco tendrá el domingo una penalización de diez posiciones por montar un motor de combustión nuevo, después de que quedara tocado en Austin.

Pocas ocasiones más propicias para que Vettel saque el liderato que, por contrato, ostenta en Maranello. Lewis Hamilton ya ha demostrado en años anteriores que una vez conquistado el título suele levantar el pie y permitir al resto coger las migas que él deja. Sin embargo, el Hamilton de este año es bastante distinto al que en otras campañas ya demostró ser el mejor del momento. Ahora parece tener el colmillo más afilado, si bien el que no le acompaña es el Mercedes, que parece haber dado un paso atrás frente a sus rivales.

En este contexto no se puede obviar el elefante en el centro de la habitación: las sospechas de que Ferrari ha encontrado un vacío legal en la normativa que le ha hecho mejorar exponencialmente sus prestaciones y su potencia. Aunque la FIA no ha podido demostrar hasta el punto de poder argumentar una sanción, los rivales de la escuadra italiana, con Red Bull al frente, se relamen con la posibilidad de que los jueces bloqueen el camino de desarrollo que ha emprendido Ferrari. Y es que no se puede leer el rendimiento de estos últimos grandes premios en las sesiones de entrenamientos libres si no es con la mirada puesta un poco más allá, en la temporada 2020 que será la última antes de la gran revolución de 2021.

Carlos Sainz, durante el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Brasil.
Carlos Sainz, durante el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Brasil.
EFE / Fernando Bizerra

Carlos Sainz, entre refriegas

La igualdad reinante en el centro de la parrilla de la Fórmula 1 tiene a Carlos Sainz como uno de sus principales protagonistas. El madrileño acabó el viernes en décima posición, pero podría haber sido octavo igual que también podía haber caído al duodécimo puesto. Solo una décima separó la zona noble del 'top 10' de la gris de la segunda parte de la parrilla. El cortísimo trazado del Autódromo José Carlos Pace convierte esa décima en un terreno en el que pueden meterse hasta ocho pilotos, desde los improbables Haas (que ya se encargarán de cometer alguna pifia), pasando por los Toro Rosso, siempre que la mecánica les respete. Algo que no ocurrió en los libres del viernes, ya que primero Pierre Gasly y después Daniil Kvyat (ambos renovados, como Albon en Red Bull, esta semana) provocaron sendas banderas rojas.

Sainz debe y quiere aprovechar ese 'totum revolutum'. Le quedan dos fines de semana para culminar el mejor resultado de McLaren en una temporada desde antes de los años oscuros de Honda, que ya son un mal recuerdo en Woking. Albon es su principal enemigo, ya que es su inmediato perseguidor en el Mundial, y ya le demostró que a poco que le vaya bien el monoplaza va a estar por delante del piloto español.

Como ya quedó constatado el viernes, la meteorología paulista puede convertirse en juez (y verdugo) de los contendientes de este Gran Premio. Antaño, eso era una buena noticia para los grandes bajo agua, empezando por el omnipresente Ayrton Senna, cuya figura se homenajea en cada rincón. Desde la grada, hasta el mismísimo helicóptero de retransmisión de televisión.

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