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Los jóvenes del Casademont derriban la puerta

La plantilla aragonesa cuenta con grandes promesas. Alocén, Barreiro, Krejci, Hlinason y Javi García suman en cada una de sus actuaciones.  

El canterano Carlos Alocén, nada más ganar al Barcelona.
El canterano Carlos Alocén, nada más ganar al Barcelona.
Guillermo Mestre

Los jóvenes derriban la puerta. El Casademont cuenta con algunas de las mejores promesas del baloncesto europeo. El club invierte en la base, y lo hace con convicción, de manera firme y decidida, con un sólido plan deportivo que allane el recorrido de sus mejores valores al baloncesto profesional. La contratación de Porfirio Fisac también respondió al perfil formativo que perseguía la entidad: un entrenador de prestigio, con una amplia experiencia en la Liga ACB, pero habituado también a conceder oportunidades a todos sus jugadores, sin atender al carnet de identidad. «Yo no tengo reservas. Mi equipo está formado por 13 titulares», insistió Fisac el pasado domingo, nada más consumarse la gesta ante el Barcelona (89-83).

El técnico siempre ha cumplido su palabra, otorgando minutos relevantes a las jóvenes promesas. Y estas han respondido con grandeza en cada una de sus actuaciones. Al margen de un talento colosal y unas capacidades físicas privilegiadas, vienen exhibiendo carácter, disciplina, hambre, ilusión y una ambición desbordada cada vez que saltan a la pista. Son deportistas jóvenes, con escaso recorrido en el baloncesto profesional, aunque provistos de un futuro prometedor.

La irrupción de Carlos Alocén, su meteórico ascenso, ha sido una de las noticias más reseñables del baloncesto continental. El base, de 18 años, se maneja en la pista con un oficio y una templanza impropias de su edad. Un jugador de fogonazos deslumbrantes, de raptos geniales, de una desbordante imaginación. Lo volvió a demostrar el pasado domingo, en la cita contra el Barcelona, en un duelo en el que tuvo que permanecer más de media hora sobre la pista por la ausencia de Rodrigo San Miguel.

Frente a uno de los equipos más rutilantes del Europa, Alocén evidenció de nuevo su acertada interpretación del juego, su facilidad para asistir y penetrar, su amplitud de recursos y, en los instantes más comprometidos, su capacidad para anotar cuando la ocasión lo demandaba. Resultó incontenible. Finalizó el partido con 9 puntos, todos ellos anotados en momentos decisivos, además de repartir hasta 9 asistencias. Ofreció un curso maravilloso de baloncesto. «Jugando en casa, y además ante el Barcelona, está claro que siempre tenemos un extra de motivación», explicó el base nada más derrotar a los azulgranas. «Estoy seguro de que esta victoria nos reforzará para el resto de la temporada», añadió el base, «muy contento» por la «buena dinámica»#mostrada por el equipo.

Su sobresaliente rendimiento el curso pasado, en su primera temporada como jugador profesional, ya le situó en el centro de la escena: fue distinguido ‘Mejor Jugador Joven de la Liga Endesa’, un reconocimiento que Alocén obtuvo por unanimidad tras una votación realizada por aficionados, jugadores, entrenadores y medios de comunicación. El zaragozano sucedió en el galardón al exmadridista Luka Doncic, que lo había conquistado en las dos anteriores ediciones.

Una temporada de ensueño que se tradujo en su fichaje por el Real Madrid. El conjunto blanco formalizó la contratación del base el pasado mes de julio, después de abonar su cláusula de rescisión, y firmó un contrato con el jugador para cinco campañas. Sin embargo, Alocén continúa este año en Zaragoza, al considerarse el escenario más idóneo para proseguir su crecimiento como jugador.

Paso de gigante

También Jonathan Barreiro ha dado un paso de gigante en su progresión. El alero, de 22 años, cumple su cuarta temporada con el Casademont Zaragoza. Se trata de un jugador intenso, consistente en las labores de contención, con una gran facilidad reboteadora y con amenaza desde el perímetro. Además, con sus 2,05 metros de estatura, tiene envergadura suficiente para actuar también en posiciones interiores, donde ya lo hizo el pasado curso con Fisac. Su insistencia y su tesón atrás anularon a Niko Mirotic durante gran parte del choque, lo que a la postre resultó decisivo en el triunfo de los zaragozanos. «No ha sido un trabajo individual, sino colectivo. Todos mis compañeros me han ayudado mucho en la defensa de Mirotic», explicó el alero tras el partido. Además de su sobresaliente desempeño atrás, Barreiro también fue incisivo en ataque: aportó 10 puntos –incluido un certero triple en los compases finales, cuando el Barcelona se había situado a sólo tres tantos de distancia–. Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, el alero ha encontrado su sitio en Zaragoza.

Por su parte, Vit Krecji y Javi García –canteranos del Casademont desde categoría infantil– han irrumpido esta temporada con descaro y personalidad. El checo, de 19 años, tiene unas condiciones físicas soresalientes y un potencial inmenso para cotas muy elevadas. Ante el Barça acumuló acciones de mucho mérito en los dos lados de la pista. Lo mismo sucedió con Javi García, quien se estrenó ante los azulgranas con un certero triple desde la esquina. El base, de 18 años, se manejó con criterio y solvencia.

Asimismo, Hlinason (22 años) es otra apuesta de futuro del Casademont que también ha emitido señales muy positivas en sus actuaciones. El pívot, de 2,16 metros de estatura, rescindió en verano su contrato con el Valencia, por lo que se incorporó sin coste alguno al club aragonés. Aporta presencia física, rebote, intimidación y contundencia en las finalizaciones, entre otros muchos aspectos. Se trata de otro importante activo para la entidad, ya que cuenta aún con un amplio margen de mejora en todos los órdenes del juego.

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