Montaña

Álex Txikon y su experiencia en el K-2, en Huesca

El alpinista vasco contó junto a Lorenzo Ortas, vicepresidente de Peña Guara, su última expedición invernal en el Karakórum.

Lorenzo Ortas y Álex Txikon, en el Teatro Olimpia.
Lorenzo Ortas y Álex Txikon, en el Teatro Olimpia.
Verónica Lacasa

Álex Txikon volvió a subirse este miércoles al escenario de un concurrido Teatro Olimpia de Huesca, una tarima que no le es desconocida, para ofrecer una conferencia acerca de su intento de ascensión el pasado invierno al K-2, la segunda cima más alta de la Tierra (8.611 metros) que todavía no ha podido ser hollada en esa estación del año. El alpinista vasco, que ya en 2017 y 2018 había tenido que desistir del mismo reto, aunque en el Everest, y que sí lo consiguió en 2016 con el Nanga Parbat, apoyándose en vídeos y fotografías explicó paso a paso una expedición que contó con aspectos novedosos como la utilización de energías renovables y la instalación de iglús en lugar de tiendas y que participó activamente en la búsqueda en el Nanga Parbat de los montañeros Daniele Nardi y Tom Ballard cuyos cuerpos fueron encontrados finalmente sin vida.

Junto a él estuvo presente el vicepresidente de Peña Guara, Lorenzo Ortas, que acompañó a Txikon con la ayuda de Deportes Guara hasta el campamento base regresando así 24 años después al lugar donde tuvo que hacer frente, junto a Pepe Garcés, a la pérdida de sus compañeros Lorenzo Ortiz, Javier Olivar y Javier Escartín de los que, tras hacer cima el 13 de agosto de 1995 e iniciar el descenso, nunca más se supo. “Fue algo entrañable y emocionante”, recuerda Ortas que fue hasta el Memorial, un monolito de piedra con placas en las que se recuerdan a los desaparecidos.

“Nunca me había planteado el regresar al Karakórum, pero Álex me puso la idea en la cabeza y me acabó convenciendo”, rememora acerca de una iniciativa cuya semilla fue plantada precisamente en la anterior estancia de Txikon en la capital oscense. “Encontré todo prácticamente igual que cómo estaba tantos años atrás, lo único que vi distinto es que la gente del lugar usa móviles”, expone.

Txikon, que no volverá este invierno al K-2 ni a ningún otro ochomil, tiene previsto desplazarse a la Antartida para realizar exploración y experimentar. “El calor me agobia”, reconoce. Su relación con Aragón es fluida. “Me encanta el Pirineo, la gente que de verdad nos gusta la montaña, no necesitamos de grandes alturas para disfrutar”, comenta.

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