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Gol desde la segunda línea

Los centrocampistas deberán anotar para que el equipo no fie todos los goles a sus delanteros.

Los centrocampistas Raúl Guti e Íñigo Eguaras se ejercitan en la sesión de ayer en la Ciudad Deportiva.
Los centrocampistas Raúl Guti e Íñigo Eguaras se ejercitan en la sesión de ayer en la Ciudad Deportiva.
Aranzazu Navarro

#Si Víctor Fernández ha hecho hincapié en algo durante esta pretemporada es en que el Real Zaragoza no puede depender tan solo de los goles de los delanteros. La segunda línea y el centro del campo deberán aportar no solo fútbol sino también goles para tratar de propulsar al equipo a Primera División. Los Ros, Eguaras, Guti, James, Bikoro -si finalmente permanece en la disciplina blanquilla-, incluso el capitán Alberto Zapater, están llamados a marcar goles este curso. También lo están los mediapuntas Soro, Álex Blanco, Papu y Pombo -al que se busca una salida en forma de traspaso-.

La pasada campaña la aportación goleadora de los centrocampistas fue de 20 tantos, de los cuales solo 6 fueron marcados por los pivotes, la misma cifra que alcanzó en solitario Pep Biel. Estas cantidades, por lo tanto, deberán verse aumentadas si el conjunto zaragozano no quiere depender de los goles de Raphael Dwamena, que acumula 11 en los partidos de preparación, Miguel Linares y el cafetero Luis Suárez, ambos suman cuatro tantos cada uno a día de hoy, en sus aspiraciones de regresar a Primera División.

Ya lo advirtió Victor Fernández tras la concentración blanquilla en Boltaña, donde lanzó un mensaje a los centrocampistas y a la segunda línea, adivirtiéndoles de que no podrían terminar la temporada 2019-2020 con ninguno o solo un gol en su haber. A principios de semana, Íñigo Eguaras lo recordaba en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva: "Víctor nos está insistiendo mucho en llegar de segunda línea y en que no solo los atacantes estén dentro del área. Es lo que necesitamos también, que gente del centro del campo aporte gol y tenemos jugadores para ello", declaraba entonces el navarro.

Ese mayor despliegue que Víctor Fernández exige a sus centrocampistas se ha podido ver en estos primeros partidos de pretemporada. Los jugadores del centro del campo han contribuido con un total de cuatro tantos: el gol de James al Calahorra, el de Bikoro al Boltaña y los dos marcados por Raúl Guti, uno al Boltaña y otro al Deportivo Aragón. Los jugadores de la segunda línea también han colaborado en la anotación del equipo. Papunashvili marcó dos goles de zurda al Boltaña, Jorge Pombo anotó su primer gol al Peña Ferranca y volvió a marcar ante el Calahorra, además de que asistió a James, Álex Blanco ha marcado dos goles, uno al Boltaña y otro al Deportivo Aragón. Soro marcó dos al Peña Ferranca y uno al Boltaña, pero el futbolista que estaba marcando diferencias en esa segunda línea era Pep Biel. El exzaragocista sumaba nueve tantos en esta pretemporada, con tres tripletes ante Peña Ferranca, Boltaña y CDEbro.

La capacidad goleadora de los centrocampistas zaragocistas es patente, pero deberá de mantenerse de cara a los encuentros ligueros, pues la temporada pasada los jugadores de esta demarcación rara vez perforaban la meta contraria. Un aspecto que Víctor desea cambiar de forma radical este año. La alta competencia en estas posiciones ayudará seguro a que cada futbolista de lo mejor de sí mismo en beneficio del equipo y así de satisfecho se mostraba el técnico blanquillo en rueda de prensa a finales del mes de julio: "Por fin va a ser un Zaragoza donde va a resultar muy difícil jugar. Va a haber una gran competencia y vamos a ver si somos capaces de crear un grupo amplio de futbolistas que puedan jugar 25 partidos al máximo nivel. Veo que la competencia va a ser feroz y que nos va a ayudar a mejorar porque antes resultaba bastante fácil jugar en este equipo", declaró Fernández.

Capacidad en el mediocentro

Los ocupantes de la zona de pivotes del Real Zaragoza han demostrado en el pasado que poseen capacidad para marcar esos goles que exige Víctor Fernández. En el caso de Íñigo Eguaras, en su segunda campaña en Segunda, con el Mirandés en la 2015-2016, anotó cuatro goles y dio cinco asistencias en 35 choques. Curiosamente uno de sus tantos fue al Real Zaragoza en La Romareda para conseguir la victoria por 1-2 ante el equipo que dirigía Lluís Carreras. Esta campaña fue en la que más capacidad anotadora mostró el fino estilista. Unos registros muy lejanos de los mostrados en su etapa blanquilla, pues solo cuenta con un gol en dos cursos, el que anotó ante el Rayo Majadahonda después de tres intentos, hasta que tras dos rechaces, Eguaras envió el balón cerca de la escuadra del arco rival.

Por su parte, Ros viene de unas cifras algo más optimistas. El tudelano anotó la pasada campaña tres tantos, todos ellos de penalti, y repartió tres asistencias en 31 partidos de Liga. Su mejor cuantía anotadora procede de la campaña 2011-2012 en el filial de la Real Sociedad, conjunto con el que marcó seis goles en Segunda B. En el caso de Bikoro, el futbolista de 23 años, marcó la pasada campaña un tanto con el CD Teruel en el tercer grupo de Segunda División B. La misma cantidad anotó Raúl Guti, lastrado por las lesiones, que tan solo pudo anotar en El Molinón ante el Sporting de Gijón. Igbekeme también anotó un solo gol el curso pasado, en la victoria por 0-4 al Real Oviedo, aunque repartió cinco asistencias. Mientras que en la 2017-2018, el nigeriano marcó cinco tantos y dio dos pases de gol en la Segunda División de Portugal. Por último, el capitán general, Alberto Zapater, siempre ha sido un centrocampista capaz de marcar y, aunque la temporada pasada se quedó en blanco, el curso 2017-2018 anotó cinco dianas, tres de ellas de falta directa. La capacidad de hacer gol, parecen tenerla.

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