baloncesto

El Tecnyconta: un éxito deportivo, un quebranto económico

Tras completar una brillante temporada, el equipo participará la próxima temporada en la Champions League.

Tecnyconta - Barcelona / 11-06-2019 / FOTO: TONI GALAN [[[FOTOGRAFOS]]]
Nemanja Radovic y Renaldas Sebutis, felices al despedir la temporada.
Carlos Paño | TONI GALAN

Mientras en lo deportivo disfruta de un momento envidiable –la clasificación para las semifinales de la ACB y la próxima participación en la Champions League–, en lo económico la salud del Tecnyconta Zaragoza no es tan boyante. Las tensiones financieras y la falta de medios amenazan a un proyecto muy bien encauzado en lo baloncestístico. La falta de ayudas y la escasa implicación de la sociedad aragonesa, incluidas las instituciones, anidan en el epicentro de esta problemática. De prolongarse esta situación, la continuidad del club en la élite correría serio peligro. La carga se torna cada vez más gravosa, al mismo tiempo que los accionistas actuales se sienten cada vez más solos.

Quiere desterrarse la más mínima opción de que suceda como a mediados de los noventa, cuando la capital aragonesa permaneció seis años –desde 1996 hasta 2002– sin un referente en el deporte de la canasta. Un vacío gigantesco que se resolvió, de la mano de un grupo de empresarios, con el nacimiento de Basket Zaragoza. El proyecto recuperó el baloncesto de primer nivel en la ciudad, con éxitos como la participación en dos semifinales de la Liga Endesa (2013 y 2019), y en unas semifinales de la Copa del Rey (2014), al margen de haber ampliado sus fronteras con su presencia en las competiciones continentales (2014, 2015 y 2016). El equipo aragonés también se ha ganado el derecho a competir en Europa la próxima temporada, en la Champions League.

Labor social y educativa

El Tecnyconta, en este aspecto, no compite en igualdad de condiciones que los demás conjuntos de la ACB. Al contrario, en el resto de España existe un apoyo unánime de las instituciones públicas, más allá de los partidos políticos que dirigen las instituciones en cada momento, y respaldan firmemente a sus equipos, a los que consideran una herramienta de promoción de la ciudad y a los que, además, reconocen su labor social, educativa, económica y territorial.

"Esto no es viable", se sinceró el presidente del Tecnyconta Zaragoza, Reynaldo Benito, el pasado mes de enero en una entrevista a la Cadena Ser. "No puedo garantizar la continuidad del club de aquí a cinco años", advirtió entonces el máximo responsable de la entidad, que no ocultó su "sentimiento de impotencia" por la falta de ayudas para sostener el proyecto. El Tecnyconta ya lanzó un SOS en junio de 2018 con el propósito de obtener, por fin, la implicación y el respaldo de la sociedad aragonesa. "Sin el esfuerzo de todos, no será posible seguir adelante", advirtió entonces Benito, quien siempre ha subrayado la necesidad de demostrar "con hechos, y no con palabras", que Zaragoza "es una ciudad de baloncesto de verdad".

El Consejo de Administración de Basket Zaragoza 2002 ya tuvo que solventar una situación de máximo riesgo al término de la anterior temporada. Lo hizo al sacar adelante la ampliación de capital necesaria para dar continuidad y viabilidad al club. La aportación aprobada entonces, de unos 850.000 euros, permitió a la entidad cumplir con los requisitos legales exigidos por el Consejo Superior de Deportes y, de esta forma, afrontar con garantías la campaña que acaba de finalizar.

Pero mirando siempre a corto plazo, tal y como explicó entonces, a través de un comunicado, el propio club aragonés. La aportación desembolsada "solamente supone un ejercicio de responsabilidad por parte del Consejo" para dar continuidad al club en el ejercicio 2018-19; pero se trataba únicamente "de un primer paso para la sostenibilidad" de Basket Zaragoza que, sin embargo, "no solventará los problemas a medio y largo plazo" de la entidad zaragozana, que sigue "en riesgo de desaparición".

De hecho, el Tecnyconta no pudo alcanzar el importe de 1,5 millones de euros de ampliación que se había previsto inicialmente, tal y como se había aprobado en la junta general de accionistas de diciembre de 2017. Y tuvo que ser el Consejo de Administración el que saliera al rescate de un proyecto que no es económicamente viable sin más y mejores apoyos de todos los actores implicados.

Importantes recortes

Hay que recordar que el presupuesto del club ha sufrido una importante reducción en las últimas temporadas. El club cerró el curso 2015-16 con un déficit de 600.000 euros debido, entre otros factores, a la disminución del número de abonados y al drástico recorte de las ayudas institucionales. La rebaja en 2015 de las subvenciones públicas, que además fue anunciada con el curso ya iniciado, se sumó a ajustes anteriores, porque el club aragonés ya había afrontado una merma del 40% en 2013, y del 33% en 2012. Pero el recorte fue mucho mayor después: si la DGA aportó 650.000 euros en 2015, la cantidad se redujo hasta los 140.000 euros en 2016.

Sin ayudas institucionales, y tras la pérdida en 2016 de su patrocinador principal –la extinta CAI–, el club tuvo que recurrir a Tecnyconta –por entonces la empresa del vicepresidente, Emilio Garcés–, para seguir subsistiendo. Y ahora se ha abierto otro periodo de incertidumbre, después de que el grupo Consolis, gigante europeo de la fabricación de hormigón, adquiriese la empresa Tecnyconta el pasado de diciembre.

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