voleibol superliga

Teruel se entrega a su campeón

La plaza del Torico se llena de aficionados para festejar el séptimo título liguero con la mirada puesta en volver a Europa.

“¡Campeones, oé, oé!”. Fue este domingo la expresión más coreada en por el público que llenaba la plaza del Torico para celebrar el séptimo titulo de Superliga de voleibol cosechado por el CV Teruel en un década. El gentío presente el emblemático recinto turolense para festejar el campeonato liguero, conquistado con brillantez el pasado viernes frente al Unicaja Almería, levantó las bufandas naranjas, jaleó a los jugadores del equipo campeón y recordó al malogrado líbero brasileño Vinicius Noronha, fallecido repentinamente en la pretemporada. Dentro de un ambiente de euforia y emoción contagiado a todos los presentes, no faltaron el ‘We are the champions’ poniendo banda sonora al acto a través de la megafonía, los brazos en alto de los aficionados y la lluvia de confeti de colores.

La plaza recibió con una fuerte ovación al equipo cuando hizo aparición por la calle de Los Amantes con Balsa Radunovic al frente portando el preciado trofeo de la liga. Desde la tarima montada a los pies del Torico, los jugadores y los técnicos intervinieron uno a uno para agradecer el apoyo de la afición, festejar la exitosa temporada –además de la liga, el CV Teruel ganó la Supercopa– y añorar a Noronha. El público, entregado, aplaudió las intervenciones de los integrantes de la plantilla y voceó “quédate, quédate” al llegar el turno de los jugadores cuya continuidad está en el aire.

La emotiva celebración de la liga incluyó mensajes de los jugadores, del cuadro técnico y del presidente de la entidad naranja, Carlos Ranera, para agradecer el apoyo incondicional de la afición y el respaldo económico de administraciones y empresas. También reivindicaron competir en la Champions League la próxima temporada, un derecho merecidamente ganado por el CV Teruel tras demostrar su hegemonía en el voleibol nacional. El único ausente fue el opuesto Andrés Villena, que no pudo asistir a la fiesta, pero que tuvo la posibilidad de dirigir unas palabras a la hinchada a través de un teléfono móvil pegado a un micrófono.

El entrenador del CV Teruel, Miguel Rivera, afirmó que los éxitos del equipo “no tendrían sentido” sin el respaldo social del club en la ciudad. Rivera agradeció el apoyo de la afición y el cariño que les muestra a los jugadores “también en las derrotas”. Auguró nuevos éxitos deportivos para la entidad naranja si el respaldo de la numerosa y entusiasta hinchada se mantiene.

Además de recordar a Noronha, como todos los integrantes del equipo y del cuadro técnico, Miguel Rivera resaltó la calidad de los jugadores, que forman “un gran grupo que ha conseguido hacer del trabajo una pasión”. También reconoció la labor “desinteresada” de la junta y de numerosos colaboradores como un factor clave “para conseguir los títulos”.

Carlos Ranera, que cerró las intervenciones desde el escenario montado en la plaza del Torico, recordó el “difícil” arranque del curso con el fallecimiento de “Vini” y la feliz culminación con el titulo liguero conquistado por la vía rápida frente al Unicaja, con un rotundo 3-0 en el marcador de la final. Resaltó también el empuje de la afición, que en el pabellón almeriense se dejaba oír “como si fuera el pabellón de Los Planos”.

El “gran capitán” del CV Teruel –como le definió el presentador del acto–, Thomas Ereu, dijo no tener palabras para expresar sus emociones después de trabajar durante “una temporada entera” para “vivir” la celebración del título liguero con la afición. Ereu recordó que el triunfo se ha logrado gracias al trabajo hecho durante toda la campaña.

La alcaldesa, Emma Buj, tomó también el micrófono para, en un arranque que entusiasmo, afirmar que “el mejor equipo de Aragón está en la plaza del Torico”. Recalcó también la talla humana de los jugadores y apostó por volver a competir en la Champions la próxima campaña, porque “Teruel se merece estar en Europa”. Terminó con un eufórico: “¡De teruel al cielo!”.

Para acabar la fiesta y después de que la plaza entonara el himno del CV Teruel, una grúa elevo a lo más alto a Balsa Radunovic y Pablo Bugallo para que colocarán la bufanda con los colores del equipo en torno al cuello del Torico. La afición arremolinada a su alrededor volvió a celebrar un nuevo título del equipo que ha situado a Teruel en la cima del deporte nacional.

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