El Bada Huesca no jugará en Europa la próxima temporada. Para ello, el cuadro aragonés necesitaba ganar este sábado en Cuenca y, al mismo tiempo, que el Anaitasuna perdiese en su visita a zamora con el colista. Ninguna de las premisas se cumplió. El cuadro aragonés no fue capaz de imponerse al Ciudad Encantada, un bloque muy competitivo en su feudo que, arropado por su afición, disfrutó de un duelo mucho más plácido del inicialmente previsto.

Los locales, de esta forma, finalizan el curso en la quinta posición y serán quienes participan el próximo ejercicio en los competiciones continentales. El Bada Huesca, por su parte, acaba séptimo y no jugará la EHF. El Ciudad Encantada logró la victoria con claridad. Fue mucho mejor que los altoaragoneses. De hecho, no se apreció que el Bada Huesca luchase por entrar en Europa. El equipo local saltó mucho más centrado a la pista y empezó a marcar las diferencias en el luminoso desde los primeros minutos. Distancias amplias que mantuvo en la segunda parte sin apenas oposición.

La primera mitad fue claramente local. La igualdad duró los primeros cinco minutos. A partir de ahí, los conquenses empezaron a poner distancia en el marcador, aumentando conforme avanzaba el partido, todo ello producto de un trabajo de equipo, aunque Leo Dutra sobresaliera en esta primera parte con cinco goles, de la misma manera que Marcelo, con cuatro, lo hizo en el Bada Huesca. El Ciudad Encantada no bajó su exigencia en todo el primer periodo, con Leo Maciel bajo palos realizando buenas actuaciones y también con la sensación de que el conjunto oscense no sería capaz de remontar el partido. Al descanso se llegaba con un clarificador 16-11.

La segunda parte no tuvo historia. Ni siquiera las noticias que llegaban desde Zamora, con victoria momentánea del colista ante el Anaitasuna, sirvieron de acicate para los oscenses, que se dejaron llevar. Bastaron unas contadas, pero acertadas, intervenciones de Leo Maciel bajo palos, algún que otro balón robado que terminaba en contraataque y la regular actuación de Leo Dutra para tumbar a los visitantes.