En realidad, Miguel Ángel Peña no lleva ocho años retirado del boxeo. Puede que se haya mantenido todo ese tiempo sin subirse oficialmente a un ring de competición, pero su vinculación con el deporte que tanto ama ha estado lejos de extinguirse. Incluso resurgirá y vivirá un nuevo y emocionante capítulo este sábado, cuando su figura sea la estrella de la velada organizada por José Ramón Escriche en el Palacio de los Deportes de Zaragoza (Huevo). Una cita destinada a convertirse en un homenaje a una institución dentro del boxeo nacional. A sus 44 años, volverá a enfundarse los guantes para deleitar al público con sus mejores golpes y rápido juego de pies. Toca revivir tardes marcadas por la épica y la pasión.

Pese a su importante palmarés y experiencia, el púgil no esconde el cúmulo de sensaciones que experimentará cuando se vuelva a subir al cuadrilátero. "Es una satisfacción personal muy grande. Tengo mucha ilusión, aunque también habrá nervios", explica. Su amor por el boxeo le llevará combatir de nuevo, un "capricho" que parte de su entorno no acaba de entender. Sólo Peña, en su fuero interno, tiene la respuesta. O, mejor dicho, el desencadenante. La chispa que ha vuelto a ser encendida. Su rival será su paisano Pablo Iniesta.

Decía Baltasar Gracián que ‘lo bueno, si breve, dos veces bueno’. Así, en pequeñas pero deliciosas dosis, es como se ha dispuesto la pelea. Peña afrontará cuatro asaltos de tres minutos cada uno. "Este formato es para hacer disfrutar al público. Ojalá todo salga muy bien", desea.

El gusanillo por el boxeo que le picó hace mucho tiempo parece lejos de abandonar su vida. Hace tres años, obtuvo el título de entrenador, condición ‘sine qua non’ para poder transmitir su sabiduría a las nuevas generaciones. "Llevo desde entonces en el gimnasio Seúl, con el Club Boxeo Zaragoza. Entreno con varios compañeros a casi 60 chicos y chicas", cuenta. Su buen hacer como profesor está comenzando a dar sus frutos. «Mi alumna Denisa Román debutará este sábado; es una chica muy fuerte», asegura.

Miguel Ángel Peña no es ajeno a la curva ascendente de interés que está trazando el boxeo. "La gente se va animando. Tener a un campeón de España como Eloy Iglesias o las veladas que se realizan últimamente ayudan. Tenemos buena cantera", afirma. Sin embargo, el púgil quiere que más jóvenes intenten seguir sus pasos ya que "aún se entrena más que se compite. Nosotros tenemos 8-9 boxeadores. Sólo hace falta tener un poco de paciencia". Tiempo para evolucionar y alcanzar el nivel del también zaragozano Ezequiel Gurría. "Es un boxeador que viene muy fuerte. A medio plazo, puede estar peleando por el título de España", augura.

Peña es una voz más que autorizada. Ganó tres medallas de oro y una de plata en Campeonatos de España de boxeo amateur; además, obtuvo cuatro títulos nacionales en hasta tres pesos diferentes (ligero, súperligero –dos veces– y wélter) en profesional. También combatió por Europeos, títulos intercontinentales o Campeonatos del Mundo Hispano y llegó a ser preseleccionado para Barcelona ‘92. Este sábado, recibirá el cariño de un público que mantiene frescas en su memoria sus grandes gestas.