Teruel se rinde ante sus tricampeones

Una fiesta histórica para una victoria histórica. Esto es lo que se vivió este miércoles tarde en la plaza del Torico de la ciudad mudéjar, donde los jugadores del CV Teruel, que han entrado en el olimpo del voleibol por la puerta grande tras ganar en una misma temporada todos los títulos –Supercopa, Copa del Rey y Superliga–, fueron recibidos como auténticos héroes por cientos de aficionados que se rindieron a sus pies. Con camisetas, bufandas, sudaderas, gorras y pines color naranja, los seguidores no dejaron de aplaudir y jalear a sus guerreros del deporte tras haber logrado un triplete que solo se ha dado dos veces en el vóley español y nunca antes en el deporte aragonés.

En la celebración, la mayor que ha tenido lugar hasta ahora en Teruel de carácter deportivo, no faltó de nada. Luces anaranjadas bañando la plaza, lluvia de confetti de todos los colores, música a todo volumen, una traca y hasta el cabezudo que simboliza al CV Teruel animando la fiesta a pie de calle. En medio de esta apoteosis, la escuadra naranja dedicó los tres trofeos al público, convertido en una piña por su equipo.

El momento más emocionante llegó cuando todos los asistentes formaron un pasillo por el que el receptor Maxi Torcello y el capitán del equipo, Thomas Ereu, desfilaron para subirse a la plataforma de una pequeña grúa que los elevó  hasta lo  alto de la columna sobre la que descansa el Torico. Ambos anudaron la bufanda del CV Teruel al cuello del famoso astado haciendo estallar de júbilo al público. Sonaba el ‘We are the champions’ de Freddy Mercury y los aficionados dieron rienda suelta a su alegría remojando a todo el mundo con el agua de la fuente.

La fiesta había comenzado un rato antes, cuando el equipo, acompañado por la directiva del Club Voleibol Teruel y por la Corporación Municipal con la alcaldesa, Emma Buj, al frente, se dirigió a la Catedral para ofrecer el anhelado triplete a la patrona de la ciudad, Santa Emerenciana. Recibidos, como ya es costumbre cada vez que hay un triunfo, por el obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, los jugadores pusieron la mejor de sus sonrisas para todo aquel que quiso fotografiarse con ellos y con los trofeos en la capilla dedicada a la Santa.

La celebración se trasladó después a la plaza del Torico, donde el conjunto naranja recibió un auténtico baño de felicitaciones. Sobre el escenario preparado para la fiesta, el ‘speaker’ del CV Teruel, Javier Valtueña, fue nombrando uno a uno a todos los jugadores y estos, sin excepción, dedicaron cariñosas y entusiastas frases a su afición en las que la palabra mágica y más reiterada fue "gracias".

Con un público entregado por completo a sus ídolos, el acto se convirtió también en un homenaje a Teruel. La afición cantó a voz en grito el himno del Club Voleibol Teruel, en el que se menciona a la ciudad y a los Amantes, y también se escucharon algunas de las arengas que las peñas utilizan en cada partido de liga y en las que la ciudad mudéjar comparte protagonismo con el equipo de vóley.

"¡Villena, quédate!"

Los seguidores derrocharon calor y halagos hacia los jugadores. Al último fichaje del CV Teruel, Andrés Villena, le gritaron "¡Villena, quédate!" y con Bugallo corearon su "Buga, Buga" con el que celebran en cada partido todos y cada uno de los tantos que consigue el central gallego. A cambio, los guerreros del voleibol coincidieron en destacar que se sienten felices en Teruel y en un equipo que les ha hecho crecer profesionalmente. El entrenador, Miguel Rivera, que fue muy aplaudido, se refirió a su equipo como a "una panda de benditos locos que son auténticos campeones en trabajo".

El presidente del CV Teruel, Carlos Ranera, brindó el triplete a la afición y afirmó que el de este miércoles fue un día "para compartir la alegría de la victoria" mientras que la alcaldesa aseguró que estará con el equipo "a las duras y a las maduras" pues ha logrado demostrar que "desde la capital más pequeña de España se puede ser un referente en deporte".