Superados los 40 años, Fernando Aláez sigue demostrando que el agua es el medio en el que mejor se maneja. El nadador del Estadio Miralbueno El Olivar se mantiene en el primer nivel nacional e internacional de la natación en una categoría, los máster, que cada vez engancha a más deportistas apasionados de la piscina. Uno de ellos de ellos es Aláez, el hombre récord desde que en 2008 empezó a romper registros.

Los últimos tres que ya figuran en su palmarés los conquistó el pasado domingo, día 8, en la piscina Eduardo Lastrada del Stadium Casablanca de Zaragoza, que acogió la quinta edición de la Copa de Aragón Open Máster. El deportista aragonés batió tres plusmarcas nacionales en categoría +40 en las pruebas de 100 espalda (59.35), 50 espalda (27.46) y 200 espalda (2:12.16). Tres nuevos trofeos se sumar a su excelso palmarés.

Fernando Aláez, geólogo de profesión, se lanzó con determinación a la piscina con 4 años en la piscina del Stadium Venecia, impulsado por sus hermanos Juan y Anacris, y desde entonces no la ha abandonado. A partir de 1988 entró a formar parte del equipo de competición de El Olivar, club en el que actualmente es responsable técnico de natación de las categorías alevín, infantil y máster.

Su palmarés empezó a tomar cuerpo siendo promesa, cuando ya se llevó la medalla de oro nacional, la primera de una colección de preseas de todos los colores conquistadas en multitud de pruebas y estilos en los campeonatos de España de categorías base, hasta alcanzar la categoría absoluta. Durante varios años (1998-2005) se consideró uno de los tres mejores mariposistas españoles, alcanzando metal en las tres distancias: 50, 100 y 200 metros tanto en piscina corta (25 metros) como olímpica (50 m).

Una lesión en 2005 le sacó del agua, pero tres años después retornaría como máster, comenzando a inscribir en el currículum una larga lista de récords: hasta la fecha, una treintena nacionales en distintas pruebas y disciplinas, y seis entre mundiales (tres) y europeos (tres). “Siempre he sido una persona muy competitiva”, reconoce el protagonista. Desde hace una década, su ambición no tiene límites.