21 kilómetros, una cuerda y un ejercicio de confianza y superación

El corredor invidente Federico Torralba participará este domingo en el XXI Medio Maratón de Zaragoza con dos amigos que guiarán sus zancadas.

Federico Torralba (derecha) corre junto a Ángel Bueno, uno de sus dos guías para la carrera
Federico Torralba (derecha) corre junto a Ángel Bueno, uno de sus dos guías para la carrera
Toni Galán

Está previsto que más de 3.000 personas participen este domingo en el XXI Medio Maratón de Zaragoza. Cuando se produzca el pistoletazo de salida en el paseo de Echegaray y Caballero, el pelotón se desperezará con apabullante energía. Por el volumen de corredores, la salida (además del desarrollo de la carrera) no suele ser un momento demasiado fácil para el común de los atletas. Imagínense entonces avanzar delegando sus pasos y, en consecuencia, su integridad en la voluntad de otra persona. El invidente Federico Torralba realizará este ejercicio de valentía, superación y confianza acompañado de la desinteresada ayuda de dos guías: sus amigos Ángel Bueno y Ramón Redondo. "Estoy muy feliz de poder correr. A veces, tengo la sensación de que floto", expresa.

La historia de esta triple unión se remonta a hace dos años, cuando comenzó una amistad basada en el amor por el atletismo que coincidió con el empeoramiento de la enfermedad del corredor. "Los conozco porque mi hijo juega al fútbol con los suyos. Un día, se ofrecieron a ser mis guías. Con el paso del tiempo, incluso han llegado a saber lo que puedo ver. Me fío plenamente de ellos", cuenta Torralba. Desde entonces, han entrenado y competido juntos tras sortear los lógicos problemas iniciales del sistema que usan. "El guía (sea Ángel o Ramón) y yo sujetamos una cuerda y este tira hacia el lado al que tengo que ir. Cuando noto que se tensa, giro. Si es hacia mi lado, tampoco hay problema. Su brazo me empuja y lo noto. Ahora tengo el mecanismo bastante interiorizado. Al principio, me iba incluso al lado contrario (risas)", explica Torralba.

El corredor de 47 años participará en el Medio Maratón junto a sus guías gracias a una iniciativa desarrollada por EDP –patrocinador principal de la prueba– en la que colaboran la ONCE y la Federación Española de Deportes para Ciegos que fomenta la inclusión. Se trata de compartetuenergía.com. Este ‘runner’ bilbilitano, aunque afincado en Zaragoza, agradece el esfuerzo que realizan sus compañeros de viaje. "Están muy pendientes de mí, porque cuando hay mucha gente no tengo capacidad para controlarlo todo. Además, tienen que controlar su propio esfuerzo", asegura.

Federico Torralba: "Ángel es mis ojos y yo me fío de él"

En efecto, como si de guardaespaldas se tratase, cada uno se colocará a un lado en busca de posibles baches en la calzada y estarán pendientes al resto de atletas. Facilitará su labor los chalecos fosforescentes naranjas que los tres portarán, símbolo de su colaboración y afán de superación. "Los otros corredores nos ayudan muchísimo", considera Ángel Bueno, quien disfruta especialmente sus zancadas con Torralba. "Es muy emocionante ver el valor que le echa. Me motiva mucho salir correr con él", manifiesta.

Una vez más, el atletismo sirve para crear y estrechar lazos de amistad. Torralba, Bueno y Redondo forman un equipo muy bien avenido. "Tenemos por norma ir los tres juntos. Si a uno le llega un pequeño bajón, le esperamos o disminuimos el ritmo. Somos una piña: salimos juntos, llegamos juntos y, tras acabar, nos iremos a comer las tres familias juntas", afirma convencido Bueno. La altura de la hazaña de este trío encontrará su eco en el enclave en el que finalizará la prueba: la plaza de Pilar. Ya lo saben: si este domingo ven tres chalecos fosforescentes, apártense. Y aplaudan.

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