Todos con Rodrigo

El base aragonés, formado en el Doctor Azúa, fue la estrella de la noche y recibió el reconocimiento de un pabellón lleno de amigos y familiares que disfrutaron con la selección.

Rodrigo San Miguel, antes del inicio del partido.
Rodrigo San Miguel, antes del inicio del partido.
Guillermo Mestre

Rodrigo San Miguel nunca ha dejado de trabajar. Hace cuatro años, mientras sus compañeros disputaban un Mundial que organizaba España, el base aragonés decidió volver a los orígenes. Aprovechó las vacaciones para regresar al pabellón donde comenzó a forjar su baloncesto. Al pabellón del colegio Doctor Azúa, cerca de La Romareda. San Miguel acababa de firmar un nuevo contrato con el Iberostar Tenerife e invirtió las últimas semanas del verano para dar un paso más en su baloncesto. Perfeccionó su tiro, mejoró el pase, afinó el bote… A pesar de ser un jugador asentado por derecho propio en la ACB, Rodrigo siempre ha sido un inconformista. Rodrigo siempre ha querido más. Jaime Aznar, Daniel Herrero y Diego Mercadal estuvieron junto a él aquellos días en el pabellón de su colegio. Un recinto en el que San Miguel jugó desde 1992 hasta 1999. Desde los siete hasta los 14 años, cuando consiguió junto a sus colegas de clase el subcampeonato de España Infantil, disputado en Teruel ante el Real Madrid. Todo un hito en el baloncesto formativo aragonés que capitaneó con maestría Rodrigo, un niño que apuntaba notables maneras desde sus inicios.

Con 33 años y estrenando paternidad, Rodrigo San Miguel, rodeado de amigos y arropado por sus familiares, fue este lunes la estrella y el gran foco de atención de la afición en un día inolvidable para él, en el que disputó su segundo encuentro con la camiseta de la selección española. Fue el primero en España y lo hizo en casa, con los suyos. Sonaba el himno español antes del inicio del encuentro y el rostro del base zaragozano era una mezcla de concentración e ilusión. Cruzaba miradas cómplices con la grada y con sus compañeros, conscientes también de que era una tarde especial para él.

Cuando anunciaron su nombre y su dorsal –el inconfundible 00–, el pabellón, puesto en pie, aplaudió a uno de los suyos, un jugador que se ha ganado el respeto y el cariño del baloncesto nacional con una trayectoria deportiva intachable. Cómo no le van a querer en Zaragoza, en su casa. Entró a la pista en el minuto 7 y el segundo balón lo convirtió en una maravillosa asistencia para Sebas Saiz. No anotó tanto como en Bielorrusia –terminó con 3 puntos, 4 rebores y 2 asistencias– pero, como reconoció el propio Sergio Scariolo tras concluir el encuentro, aportó un extra defensivo clave para edificar la renta española ante la correosa selección de Montenegro.

"Al principio estaba un poco nervioso por jugar en casa, delante de mi gente, pero estoy muy contento con la experiencia. Estoy muy agradecido por el recibimiento de la afición zaragozana. He notado el apoyo, desde luego", explicaba el base con una sonrisa de oreja a oreja a la conclusión del partido. "Una tarde como la de hoy –por la de este lunes– es un premio a toda una carrera. Después de jugar 400 partidos en la ACB, que te llegue la oportunidad de debutar con la selección española es increíble. Lo estoy saboreando más que si me hubiera tocado debutar con 22 años. Es un gran premio", agregaba, consciente de que este lunes escribió una página de oro en su trayectoria deportiva. "He saboreado las pequeñas cosas y el apoyo constante de la gente", subrayó.

Zaragoza premia a la selección

El aplauso de los alrededor de 9.000 espectadores que asistieron al pabellón Príncipe Felipe también fue unánime para los otros jugadores vinculados con Zaragoza: Quino Colom, Pablo Aguilar y Jonathan Barreiro, que debutó oficialmente como internacional absoluto español. El alero del Tecnyconta recibió el calor de una grada poblada de niños, jóvenes estudiantes y aficionados al baloncesto. Tenía ganas Zaragoza de gritar, animar y disfrutar con una selección alternativa (sin los Gasol, Navarro y compañía) pero que con su esfuerzo y su talento se ha ganado el respeto del aficionado. No estuvieron los de la NBA. Tampoco pudieron participar los jugadores de los equipos de la Euroliga. Sin embargo, el combinado que entrena Sergio Scariolo ha demostrado con cuatro esforzadas victorias que merece el máximo de los reconocimientos. El de Zaragoza, desde luego, lo recibió anoche.

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