La Muralla del Tecnyconta

Varnado ha dotado de contundencia y solidez defensiva al equipo zaragozano.

Varnado machaca el aro del Barcelona.
Varnado machaca el aro del Barcelona.
Aránzazu Navarro

Firme. Sólido. Resistente. Prácticamente inabordable. La muralla americana se llama Jarvis Varnado y actúa en el Tecnyconta Zaragoza. El pívot, de 28 años y 2,06 metros de estatura, fue contratado el pasado verano, procedente del Istanbul BB turco, para endurecer al equipo en las labores de contención; para dotar de fuerza, ímpetu y contundencia al juego interior de los zaragozanos. Y el estadounidense, que sigue creciendo conforme avanza la temporada, se halla cada vez más cerca de su verdadera dimensión.

Contra el Barcelona, en el partido del pasado domingo, el pívot fue un azote permanente para el equipo rival. Gobernó con mano firme la pintura, en una batalla de máxima dificultad. De hecho, el Barcelona dispone de un juego interior imponente, temible por su sobresaliente capacidad física y por la amplitud de recursos de sus jugadores (Tomic, Seraphin, Moerman...). Calidad, intensidad, músculo y centímetros.

Sin embargo, Varnado salió airoso del careo, aunque su notable actuación no resultara suficiente para aspirar decididamente a la victoria. El americano finalizó la contienda con 15 créditos de valoración, en apenas 20 minutos de juego, fundamentados en 11 puntos, 9 rebotes, 1 asistencia, 1 robo de balón y 5 faltas personales generadas en sus adversarios. Guarismos muy positivos para un jugador que, más allá de las estadísticas, tiene una notable incidencia en los aspectos intangibles del juego.

Se trata de un jugador contundente, enérgico, distinguido por su fortaleza atrás y su capacidad para gobernar la pintura. Un defensor aguerrido y solvente, intenso, muy difícil de desbordar, que ejerce un importante poder de intimidación en sus oponentes; que rebotea, que modifica los tiros del rival y que aporta consistencia y envergadura bajo los aros. En este sentido, el estadounidense se adapta al perfil que demandaba la plantilla aragonesa, cuyo juego interior evidenció una fragilidad sorprendente durante el pasado ejercicio. Varnado ha dotado al equipo de mayor solidez y fortaleza en las labores de contención, al margen de representar en ataque una amenaza para el rival cuando recibe el balón cerca del aro.

Mejor defensor en la NCAA

Formado en los ‘Bulldogs’ de Mississippi State, Varnado fue un jugador muy distinguido durante su etapa universitaria. Incluso fue designado Mejor Defensor de la SEC (Conferencia Sureste de la NCAA) en sus tres últimos años, lo que evidencia su formidable desempeño en las tareas de contención. En 2009, el pívot superó el récord de tapones de esa conferencia, un registro que hasta entonces ostentaba Shaquille O’Neal; y una temporada más tarde se convirtió en el líder histórico de la División I en ese mismo apartado. Asimismo, Varnado completó su ciclo universitario como el segundo jugador de la historia en superar los 1.000 puntos, los 1.000 rebotes y los 500 tapones. Anteriormente, sólo David Robinson había alcanzado unos registros similares.

El pívot, que fue drafteado por los Miami Heat, inició su carrera profesional en el Carmatic Pistoia de la Segunda División italiana. Allí, enseguida dio sobradas muestras de su potencial: facturó 15,7 puntos, 8,9 rebotes y 2,8 tapones de media por partido; y batió el récord de tapones de todo el campeonato (85 en una sola temporada). Sus notables actuaciones le llevaron a fichar por el Hapoel Jerusalem, apenas un año más tarde, aunque sólo participó en 12 partidos con el cuadro israelí. Varnado regresó entonces a la competición transalpina, ahora a la máxima categoría, como refuerzo interior de la Virtus Roma.

Un año más tarde, Varnado actuó en la NBDL, en las filas de los Sioux Falls Skyforce, antes de acceder a la NBA. Primero lo hizo como componente de los Boston Celtics, con los que participó en cinco partidos. Después, en enero de 2013, el pívot se incorporó a los Heat durante sólo 10 días, aunque luego prorrogó su contrato con la franquicia de Miami hasta el final de la temporada. Allí saltó a la pista en sólo ocho encuentros, pero su equipo -con LeBron James, Dwyan Wade y Chris Bosh- acabó conquistando el título de la NBA.

Posteriormente, Varnado firmaría un contrato de 10 días con los Chicago Bulls (jugó un único partido), para recalar más tarde en los Philadelphia 76ers, donde sí dispuso de oportunidades para ofrecer su verdadera medida: participó en 23 encuentros, con una media de 15 minutos por choque. Varnado regresó a Europa en 2015, al Dinamo Sassari italiano, y el pasado curso optó por marcharse al Istanbul BB, en la máxima categoría turca.

El pívot ha participado en los 10 partidos oficiales de la Liga Endesa, con un promedio de 8 puntos, 6 rebotes y 12 de valoración por encuentro, en los 21 minutos de media que permanece sobre la pista.

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