El gran héroe americano

Gary Neal, que huye de la etiqueta de estrella, se ha incrustado en la historia del club y es el principal argumento del retorno de la ilusión.

Neal devuelve al público el cariño recibido frente al Iberostar.
Neal devuelve al público el cariño recibido frente al Iberostar.
Basket Zaragoza

Menos de dos meses le han bastado a Gary Neal para causar un colosal impacto en el Tecnyconta Zaragoza y en la ACB. El escolta de Baltimore ha dinamitado con trabajo y acierto las dudas que generó su fichaje sobre la bocina del inicio de la temporada y ya se ha convertido en uno de los hombres de moda de la competición. Una tendencia que se disparó con la sobrehumana actuación que firmó el pasado domingo contra el Iberostar Tenerife en el Príncipe Felipe. Sus 32 puntos (30 de ellos en apenas 14 minutos de la segunda mitad) le entregaron la victoria al equipo y el MVP de la jornada a un jugador que ya figura por méritos propios en el libro de oro de la entidad.

Los casi 8.000 aficionados que gozaron del privilegio de asistir en directo a una insólita exhibición individual, la guardarán a buen recaudo en su disco duro mental. En contadísimas ocasiones se desencadena sobre una cancha semejante tormenta de canastas tan seguidas y tan determinantes. Un rico repertorio de entradas, tiros de media distancia, triples y asistencias que hizo entrar en colapso a una de las plantillas mejor ensambladas de la competición y vigente campeona de la Champions de la FIBA y de la Copa Intercontinental.

A sus 33 años, Gary Neal devora este feliz momento con una alegría contenida y con una nada disimulada gratitud hacia el club que le ha devuelto un espacio para demostrar sus cualidades. "Estoy muy agradecido al Tecnyconta por haberme dado esta oportunidad que llevaba tanto tiempo esperando. Cada vez estoy más adaptado a los sistemas del equipo y a lo que me pide el entrenador", explica.

Pueden sorprender estas palabras de alguien que ha militado durante tres campañas en los San Antonio Spurs, erigiéndose en una pieza muy útil en el plantel que alcanzó las finales de la NBA en 2013. Pero Neal, que ha compartido vestuario con Tim Duncan, Manu Ginóbili o Tony Parker, ha encontrado en Zaragoza un escenario que ansiaba en el que desarrollar un deporte que adora y una profesión que ama con todas sus fuerzas. No hay que olvidar que no disputaba un encuentro desde el pasado marzo, en la liga de desarrollo estadounidense. Esa falta de acción depositaba sobre sus espaldas un halo de incertidumbre que se ha evaporado. Su implicación es máxima y, sobre todo, no ejerce sus galones con egoísmo, sino en beneficio del colectivo.

En sus ocho partidos con el Tecnyconta promedia 17 puntos, 3 asistencias, 2 rebotes y una notable eficacia en el tiro: 51% en tiros de dos, 35% en triples y 97% en libres (sólo ha fallado uno de 31). Unas estadísticas que no son fruto de un ejercicio compulsivo y suicida. De hecho, huye de todo aquel que quiera colgarle la etiqueta de estrella. «No me gusta que se me considere la estrella o el principal anotador. Muchas veces es el equipo al que te enfrentas el que dictamina el protagonismo que tendrás en ese partido. Lo esencial es ser útil a mi equipo, a veces es anotando pero otras muchas no es eso lo que se requiere de mí. No me considero un jugador egoísta que quiere todos los tiros para él. Juego muchos minutos y me siento más cómodo siendo un gran contribuidor para el colectivo», desgrana.

Una filosofía que, sin duda, entronca con su estancia a las órdenes de Gregg Popovich, el arquitecto de una dinastía en San Antonio que sobrevive a nombres propios y a décadas. "El equipo es lo más importante, en los Spurs y en el Tecnyconta. Tienes que saber lo que requiere el partido en cada momento y lo que te exige el entrenador. En este sentido, me encanta el rol que me da Jota Cuspinera en el equipo, me siento muy a gusto con el entrenador y con mis compañeros", comparte.

La experiencia que le otorga una carrera baloncestística con escalas en Turquía, Italia, España y Estados Unidos, una vida intensa (su padre es militar y la familia estuvo destinada en Alemania) y un momento familiar pleno (en septiembre fue padre de su tercer vástago, la pequeña Nova Taylor), confluyen en una madurez de la que se está beneficiando un Tecnyconta ilusionante. La próxima parada será el sábado en Fuenlabrada. Una nueva oportunidad para celebrar cada acción de este superhéroe americano.

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