La Vuelta a Aragón, una carrera de ilustres campeones

La ronda aragonesa, que regresa a las carreteras esta semana, guarda historias y triunfos de grandes ciclistas en sus más de cuatro décadas de vida. En Aragón han brillado Greg Lemond, Perico Delgado o Marco Pantani.

La Vuelta a Aragón, una carrera de ilustres campeones.
La Vuelta a Aragón, una carrera de ilustres campeones.
Archivo Heraldo

Aragón recupera esta semana una cita de relumbrón en su calendario deportivo: la Vuelta ciclista a Aragón. Una prueba que se disputó por primera vez en octubre de 1939, que se consolidó a mediados de los 60 y que se apagó en 2005.

En las carreteras aragonesas han competido ciclistas de talla mundial durante las 42 ediciones de la prueba y han inscrito su nombre en el palmarés ilustres como Perico Delgado (1983), Anselmo Fuerte (1987), Lucho Herrera (1992), Fernando Escartín (1995), Leonardo Piepoli (2000, 2002 y 2003), Stefano Garcelli (2004) o Rubén Plaza (2005).

La lista de vencedores de etapas también contiene nombres de grandes figuras del pelotón internacional como Mario Cipollini, Erik Zabel, Alessandro Petacchi, Juan Antonio Flecha u Óscar Freire. En Aragón se han batido Marco Pantani y Jan Ulrich en 2003 y se han subido al podio Abraham Olano, Roberto Heras o Denis Menchov. También corrieron una edición Greg Lemond, Joseba Beloki o Alex Zulle. Nombres, todos ellos, más que reconocidos para el aficionado medio al ciclismo. Nombres que han ganado grandes vueltas, mundiales y los monumentos más importantes del ciclismo. Todos ellos pasaron por las carreteras de Zaragoza, Huesca y Teruel, que tenían un enorme escaparate en la Vuelta Ciclista a Aragón, que durante décadas consiguió un lugar de prestigio en el calendario internacional.

La primera edición se disputó en 1939, con triunfo final para un valenciano: Antonio Andrés Sancho. En total fueron seis etapas que recorrieron el ancho y el largo de la comunidad, saliendo la primera desde la plaza de España de Zaragoza y terminando en Teruel, para volver, en la última, hasta la capital aragonesa desde Calatayud. Sancho, el ganador, invirtió 37 horas, 49 min y 32 segundos. En la meta, esperando al valenciano y al resto de los corredores (terminaron 17), estaba Francisco Franco, que visitó Zaragoza aquel 12 de octubre de 1939, apenas unos meses después de terminar la Guerra Civil. Las crónicas de la época aseguran que la prueba tuvo un gran seguimiento de público durante todo su recorrido.

A pesar del éxito de aficionados y participación de la primera carrera, las dificultades económicas y organizativas obligaron a la Vuelta ciclista a Aragón a detener su actividad hasta 1954, cuando se trató de relanzar la carrera con una segunda edición. El ganador fue el mallorquín Francisco Alomar, apodado 'El caminante solitario'.

Consolidación a mediados de los 60

A pesar de los esfuerzos organizativos, la carrera se vio obligada a un nuevo parón de más de una década. Fue a mediados de los 60 cuando la Vuelta Ciclista Aragón llegó para quedarse. Desde 1965 hasta 2005 se disputó todos los años excepto uno, 1972. Aunque contaba con un gran grueso de corredores nacionales, la vocación de la carrera siempre fue superar fronteras, y ya desde los primeros años contó con la participación de ciclistas franceses, belgas o suizos.

Eso sí, hasta el año 1986 no hubo una ganador internacional. Fue el suizo Stephan Joho, vencedor de etapas en el Giro de Italia, en el Tour de Romandía o la Vuelta a Suiza. Junto a él, se subieron al podio el holandés Mathiu Hermans (nueve veces ganador de etapa en la Vuelta a España y una en el Tour) y el también suizo Jorg Muller, un rodador que terminaría convirtiéndose en el relaciones públicas de Lance Armstrong. Aquel fue el primero de los tres podios que coparon corredores internacionales. El resto, siempre ha tenido representación española.

Cinco años antes que Joho, en 1983, se llevaba la general un jovencísimo Perico Delgado, que en esa misma década ganaría dos veces la Vuelta a España y una el Tour de Francia. Ese era el nivel entonces de la Vuelta ciclista a Aragón: corredores de primera fila que aprovechaban las carreteras aragonesas para preparar las grandes rondas de su calendario.

Banco de pruebas para los grandes velocistas

También los hombres rápidos del pelotón, los esprínters, venían a Aragón para coger el punto de forma óptimo antes del Giro de Italia, ya que la carrera terminó por instaurarse, de forma más o menos regular, en el mes de abril. Así, Mario Cipollini, uno de los velocistas más carismáticos de la década de los 90 y principios de los 2000 se llevó seis etapas, siendo uno de los más laureados en Aragón. Hizo doblete en 1996, 1997 y 2001. El italiano, campeón del Mundo en 2002, aprovechaba la ronda aragonesa para preparar su gran objetivo del calendario, el Giro de Italia, donde conquistó la sobresaliente cifra de 42 triunfos.

Entonces la Vuelta a Aragón estaba compuesta habitualmente por cinco etapas, que terminarían siendo tres en los últimos años, donde la prueba ya comenzaba a dar signos de debilidad económica. Siete etapas parciales ganó otro velocista italiano, Alessandro Petacchi, considerado por muchos el gran sucesor de Cipollini. Apodado 'Ale Jet', siguió el mismo proceso que su paisano, utilizar las carreteras aragonesas para llegar en plena forma al Giro, ubicado en el mes de mayo. En la ronda de su país ganó 23 etapas.

Dos etapas ganó en Aragón Óscar Freire, el último gran especialista español en las llegadas masivas. Ambas fueron en el año 2000, cuando lució el maillot arcoíris que le reconocía como Campeón del Mundo. Freire lo ganó tres veces: en 1999, en 2001 y en 2004.

Por supuesto, los aragoneses han sido muchos años grandes animadores de la carrera, con Ángel Vicioso, David Cañada o Fernando Escartín como algunos de los más destacados en los últimos años. El de Biescas incluso llegó a ganar la general de 1995.

El último vencedor de la ronda aragonesa fue Rubén Plaza, vencedor de etapa en el Tour y en la Vuelta, en 2005. Los esfuerzos del Club Ciclista Iberia por sacar adelante la carrera chocaron con la grave crisis del ciclismo, la falta de apoyo de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y el escaso respaldo económico de las instituciones públicas y de la empresa privada. La Vuelta a Aragón ha vivido también circunstancias comprometidísimas y sucesos dolorosos, como los accidentes de Melchor Mauri o de Efraín Gutiérrez, que mantuvo en vilo a todo el pelotón.

Pero, sobre todo, la carrera ha servido de guía para mostrar durante más de cuatro décadas los más bellos parajes de Aragón. No solo en España, sino para todo el mundo a través de cadenas como Eurosport o Televisión Española. Por suerte para los aficionados, el pelotón y los pueblos de todo Aragón, la Vuelta regresa esta semana.

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