El salto cuantitativo, con un líder de listón

Rubi, técnico del Huesca, considera que ha llegado "el momento de escalar puestos" Enfrente está mañana un Real Valladolid que es "ahora mismo un equipo casi indestructible".

Rubi, ayer durante su conferencia de prensa.
Rubi, ayer durante su conferencia de prensa.
Verónica Lacasa

En las dos últimas jornadas del campeonato liguero, el compromiso de turno ha concluido para la SD Huesca con idéntico análisis: qué poca producción final para tanta labor intermedia de buen nivel. Ni ante el Sevilla Atlético (0-0) ni en León frente a la Cultural (3-2) el equipo altoaragonés ha visto premiadas sus virtudes con un resultado óptimo. "Hemos hecho muchas cosas bien", lamentaba el técnico Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ tras caer el pasado domingo. En efecto. Así fue. Sin embargo, no es una cuestión meramente azarosa –que la pelotita quiera entrar o no–, puesto que sí que se hallan explicaciones futbolísticas en forma de contrapuntos en uno y otro encuentro, los cuales terminaron por generar esa desigualdad entre mérito y resultado. La falta de acierto en El Alcoraz frente a los andaluces y los graves errores en la defensa a balón parado en el caso del duelo frente a los castellanos enterraron dos posibilidades claras de victoria. Esto ha dejado al Huesca en la zona baja de la tabla, con 5 puntos. Por eso Rubi consideró ayer que ha llegado la hora de que su equipo levante el vuelo en lo cuantitativo, con la particularidad de que será uno de los líderes de Segunda el que haga las funciones de listón. El salto hacia adelante de los oscenses va a chocar en la matinal de mañana en El Alcoraz (12.00) "con un equipo ahora mismo casi indestructible", definió el técnico a su enemigo, el Real Valladolid.

"Es un equipo que está con una confianza terrible, con una idea muy definida de juego que la llevan a cabo", apuntó Rubi sobre el partido frente a su ex equipo, un Valladolid con el que disputó el ‘play off’ de ascenso a Primera en la temporada 2014/2015. No hubo éxito definitivo.

Los 10 puntos y la segunda posición parcial de los blanquivioletas, unido al 0-4 cosechado esta semana con su segunda unidad en León –en Copa­–, son solo los datos más sugerentes de un rival altamente cualificado. "Pero más mérito tendrá si ganamos porque el Valladolid está en su apogeo", indicó Rubi.

Habla el preparador barcelonés de un todo, "un equipo que en líneas generales está en un buen momento", si bien en el estudio de las individualidades se extrae algún nombre concreto. “Sí que diría que a Mata lo tenemos que controlar muy bien. Se fabrica cuatro o cinco ocasiones por partido", matizó acerca de la referencia de ofensiva de un conjunto castellano "con grandes jugadores, pero nosotros también. Solo hace falta que terminen de explotar", apuntó.

Ese estallido colectivo del Huesca parece que se ha ido cocinando con el paso de las jornadas. Hasta el momento es solo una impresión. Falta activar el detonador. "Es que quitando el día del Numancia y la primera parte contra el Sevilla, con el viento dificultando mucho, los jugadores se sienten bien en el terreno de juego y ven que pueden ganar los partidos. En León creo dimos un paso adelante con el balón. Fuimos un equipo que quiso tener la iniciativa. La idea es darle continuidad a eso, sabiendo que hay un rival delante que te puede penalizar la pérdida", consideró Rubi.

Concepto clave el de la penalización, teniendo en cuenta que el Huesca viene de una derrota moldeada sobre sus propios fallos. "Tenemos muy claro la forma de defenderlo (el balón parado), pero también es cierto que hay despistes, que es lo que tenemos que controlar. Porque el porcentaje de remate en el balón parado no es alto, lo que pasa es que nos ha penalizado mucho. Son muy conscientes los jugadores. Ahora solo queda hacerlo en el campo", manifestó Rubi. Por si acaso, hoy en el último entrenamiento –en el Pirámide­– tocará dosis de trabajo en la estrategia. Será el recordatorio final para no tropezar de nuevo en la misma piedra, ya muy voluminosa después de haber recibido cuatro de los cinco goles en acciones de este tipo.

Hay otro aspecto a apuntar en el debe del Huesca. "En Léon hicimos cuatro o cinco ocasiones. No está mal pero hubo muchas situaciones que acabaron en nada y pudieron acabar en mucho más. Aún así vi al equipo más decidido. Con eso me quedo", dijo.

Redondear la efeméride

El Valladolid y el Huesca ya mantuvieron un pulso recientemente, con el 0-2 de los pucelanos en El Alcoraz en la segunda ronda de Copa. ¿Hay por ello tintes de revancha? "Tengo tantas ganas de conseguir los tres puntos por nosotros, por la afición, por vosotros (medios) y por todo el trabajo que estamos haciendo que no tengo en cuenta lo de la Copa. Eso ya pasó. Sacamos conclusiones de aquel partido. Ellos demostraron su fondo de armario. Reconocimos la derrota pero no me ha dejado una herida abierta. Ahora solo cuenta la necesidad y la ilusión por ganar", contestó Rubi.

El Huesca enfila a priori una etapa dura, por lo que dicta el calendario, que arranca con dos partidos consecutivos en El Alcoraz (Valladolid Rayo). "La experiencia nos dice que es muy complicado ganar los dos. Por lo tanto no quiero pensarlo, quiero pensar solo en ganar al Valladolid, que nos daría mucha confianza. Es buen momento para que dejemos el cinco atrás y empecemos a escalar posiciones", reseñó Rubi, quien afirmó sentirse "un poco triste porque quería empezar bien a nivel de resultados y que la afición estuviera ya en un momento bonito. No lo hemos conseguido y la responsabilidad, independientemente de que hayan pasado cosas negativas, es nuestra. Pedimos un poco de paciencia. Los jugadores trabajan bien y están muy implicados".

Rubi apeló igual a un factor motivacional extra: mañana el Huesca cumple 300 partidos ligueros en Segunda. "Es una circunstancia bonita. Ojalá podamos decir que lo hemos sacado adelante. Es una motivación más", finalizó el entrenador azulgrana.

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