Una treintena de valientes rompieron las cadenas de la indecisión y se embarcaron ayer en una emocionante aventura en el Canal de Aguas Tranquilas del Parque del Agua de Zaragoza. Este fue el número de participantes del clínic organizado por el Club Monkayak Hiberus de la capital zaragozana. Una jornada que se centró en el paracanoe, una modalidad de piragüismo que permite la participación a palistas con cualquier tipo de discapacidad –ya sea motora o intelectual– y que demostró que este deporte es apto para cualquier persona.

Un total de 36 voluntarios y técnicos deportivos del club ayudaron a los inscritos en su toma de contacto con el agua. El evento, patrocinado por Iberdrola, contó con la colaboración de la Federación Aragonesa de Piragüismo, así como con la de la Federación Española. Ambos organismos cedieron embarcaciones adaptadas y de iniciación para las muchas actividades que se sucedieron a lo largo del día, como divertidas mini regatas al esprint de 200 metros de distancia. También hubo tiempo, por supuesto, para que los participantes pudieran disfrutar de la experiencia de navegar y dejarse contagiar por la belleza de una disciplina que cada día cuenta con más adeptos.

Quizá esta pujanza sea el resultado de los beneficios que proporciona. "En el plano físico, he mejorado muchísimo. Antes, no podía soltar las muletas si quería andar, y ahora puedo dar cortos paseos", explicó Higinio Rivero, reciente campeón del mundo de paracanoe KL3 en Pietermaritzburg (Sudáfrica). "Estás en el agua y te olvidas de todo. Te sientes uno más. Es un deporte muy inclusivo", prosiguió el palista del Plentzia Piragüismo Taldea.

Rivero fue uno de los cuatro deportistas presentes en la jornada, de cuyos consejos y experiencia sobre la piragua se pudieron beneficiar los asistentes. El también campeón mundial Evilio Alonso, de la Federación Cántabra, animó a los presentes a iniciarse en una especialidad que les puede reportar mucha satisfacción. "Nunca pensé que me iba a poder montar en una embarcación sin ningún elemento estabilizador", aseguró con orgullo. Su afán de superación lo compartió Clara Gaudó, primera mujer de Aragón en practicar paracanoe, que no dudó en resaltar sus virtudes. "Te aporta grandes dosis de libertad; eres tú quien marca el rumbo", explicó. Una independencia a la que, en mayor o menor medida, aspiran todas las personas con diversidad funcional. La integrante del Monkayak subrayó los valores de "compañerismo" y "solidaridad" que se respiran en este deporte como acicate y reclamo para el público.

Una idea en la que incidió su compañera Selma Palacín, galardonada con el Premio Mujer y Deporte en el mes de mayo. "Queremos dar a conocer las virtudes del piragüismo adaptado a la sociedad aragonesa", aseguró. La deportista zaragozana, otro ejemplo de un brillante palmarés con su subcampeonato mundial y su triunfo en el Europeo del año pasado, apuntó a las posibilidades de socialización que brinda esta disciplina. Los cuatro desearon que ésta deje pronto atrás su carácter minoritario y aportaron toda su experiencia a los participantes del clínic.

Las risas y el buen ambiente que se vivieron en el meandro de Ranillas son la prueba del poder de inclusión que se esconde tras esta modalidad.