24 horas de subidas y bajadas por un buen fin

15 deportistas ascienden de forma continuada al Moncayo para recaudar fondos a favor de la lucha contra el cáncer.

Los participantes en las 24 horas Moncayo Non Stop, un reto solidario.
Los participantes en las 24 horas Moncayo Non Stop, un reto solidario.
Twitter

La senda hacia la cumbre del Moncayo tuvo este fin de semana mucho más trasiego del habitual. Y es que desde las 18.00 del sábado y hasta casi la misma hora de ayer, quince deportistas ‘amateurs’, pero con amplia experiencia en pruebas extremas, realizaron cerca de un centenar de ascensiones –con sus correspondientes descensos–, de forma ininterrumpida, hasta el pico más alto del Sistema Ibérico, a 2.315 metros de altitud sobre el nivel del mar. Llegados de Cataluña, País Vasco y las tres provincias aragonesas, todos formaron parte del reto solidario organizado por el Club Añón Actividades Deportivas para recaudar fondos a favor de la lucha contra el cáncer. La salida de esta peculiar marcha se instaló en el parquin de Agramonte, a 1.100 metros de altitud, donde también estuvo uno de los tres puestos de avituallamiento (los otros dos permanecieron en el Santuario de la Virgen del Moncayo, a 1.620 metros, y en la propia cumbre), que movilizaron a un grupo de cuarenta voluntarios.

Un reto con nombres propios, los de catorce hombres y una mujer. Se trata de Miguel Ángel Blasco, Gabriel Vladimir Ochoa, los hermanos Alfredo y Jesús Bailo, Fernando Fernández, Marc Antoni Fernández, David Martín, Aitor García, Rubén Zabal, Jesús Julián Rubio, Laura Pozo, Mario Bescós, Sergio Lázaro, Aarón Medou y Paul Sánchez, este último socio de Añón Actividades Deportivas e ideólogo de esta iniciativa solidaria.

Así, cada uno de los deportistas se tuvo que enfrentar a un desnivel positivo de más de 1.200 metros, y un recorrido de ida y vuelta de 17 kilómetros. El que menos lo completó en cinco ocasiones, y el que más en siete, haciendo en torno a cien kilómetros en apenas 24 horas. Por suerte todo transcurrió sin incidentes, más allá de alguna caída y los problemas musculares propios de una prueba deportiva.

"Los corredores fueron firmando en los libros de registro instalados en la base y en la cumbre, detallando la hora de llegada. El más rápido subió y bajó en apenas dos horas y cuarenta minutos, y otros, en función del ritmo y el tiempo de descanso, lo hicieron en más de cinco horas", explicó Agustín Vega, presidente del club añonero. Y eso que el tiempo acompañó, con ausencia de viento y lluvia que podían haber complicado una ya de por sí compleja marcha deportiva.

Fondos para la AECC

El objetivo final de esta iniciativa no era otro que recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Inicialmente se propusieron conseguir 3.000 euros, pero la cifra será algo superior gracias a todo el dinero recibido de particulares a través de una plataforma virtual, y sobre todo por las donaciones que realizaron una veintena de empresas por cada una de las ascensiones. Además, hubo otras tantas firmas que colaboraron aportando, entre otros, los alimentos y bebidas para los avituallamientos.

Por todo el apoyo y éxito conseguidos, el club Añón Actividades Deportivas no descarta volver a celebrar este reto solidario ‘non stop’ en la cumbre del Moncayo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión