Cadetes de tierra y mar

Nueve miembros de la Academia General Militar y uno de la Guardia Civil, liderados por el capitán Egea, completan el desafío solidario Proyecto Mali cruzando a nado el estrecho de Gibraltar.

El capitán Egea lideró una expedición compuesta por nueve miembros de la AGM, junto a un caballero de la Guardia Civil
El capitán Egea lideró una expedición compuesta por nueve miembros de la AGM, junto a un caballero de la Guardia Civil
Heraldo

Ni las fuertes corrientes, ni los animales marinos que encontraron a su paso pudieron detener su avance. El de un capitán y diez cadetes -incluidos una dama cadete y otro de la Guardia Civil-, que el pasado 8 de julio emplearon 5 horas y 45 minutos para completar a nado los alrededor de 33 kilómetros y medio que separan Tarifa de la playa de la Ribera en Ceuta. Todos ellos estuvieron dirigidos por el capitán Egea que, desde el agua, fue el encargado de liderar una expedición que compusieron los cadetes García Albalad, Vázquez, Fuentes, Garre, Fernández, Peramo, Hinojosa, Souto y Rodríguez Mallorquín y la dama Cerezuela.

«Hubo de todo. Lo más importante fue la motivación con la que afrontamos este reto. A mitad del estrecho ni se creían que ya hubiéramos completado el 50% del recorrido. La mentalización de que iban a sufrir fue fundamental. Ni los cadetes ni yo habíamos nadado nunca esa distancia, y menos por aguas del estrecho», indica Egea, que todavía sufre varias secuelas físicas. «Estoy con tendinitis en el hombro, y mis cadetes también están con dolores. Al final, cruzar el foso de Ceuta que comunica las dos playas fue muy complicado, no estamos acostumbrados a ese oleaje», relata el capitán.

Junto a ellos, pero esta vez sin saltar al agua, se encontraba el teniente coronel Julián Gutiérrez, experto en este tipo de pruebas extremas. «Al principio comenzaron con algunas dudas, porque una distancia tan larga nunca la habían completado. Dependíamos mucho de las corrientes del agua, de la fauna, etc. Tardamos más de cuatro horas en salir sobre la hora prevista, y nos encontramos con el problema del cambio de mareas. Debíamos llegar rápido a la parte central del estrecho para que la corriente fuera favorable», explica el teniente coronel, que el pasado mes de mayo compitió en los 101 kilómetros de Ronda, una prueba en la que ha participado en hasta seis ocasiones.

«Desde la barrera»

«Este año vi los toros desde la barrera, estaba agotado. Intenté estar con ellos, pero en cabeza contaban con el capitán Egea, que también participó en los 101 kilómetros. Desde fuera fue muy reconfortante ver cómo luchaban los cadetes», relata Gutiérrez al mismo tiempo que elogia el trabajo de todos los componentes de la expedición.

Participar en diferentes travesías en las aguas de Barcelona, Gerona o Alicante fue el método escogido para preparar esta iniciativa solidaria, enmarcada dentro del Proyecto Mali, cuyo principal objetivo era recaudar fondos para construir un centro educativo multifuncional en ese país. Un reto que, sin embargo, no estuvo exento de dificultades. Olas de más de un metro y medio de altura, un fortísimo oleaje... incluso tuvieron que soportar varias picaduras de medusa en el rostro, las manos y los pies.

Finalmente, tras casi seis horas dando brazadas, los cadetes culminaron su meta en la Playa de la Ribera en Ceuta. Todos ellos, exhaustos, se fundieron ya fuera del agua en un emotivo abrazo repleto de emociones junto a sus mandos.

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