España llega a semifinales

España ganó 1-3 a Portugal en una final anticipada y se clasificó con oficio y mucho esfuerzo para las semifinales del Europeo sub-21, torneo del que se despidieron de forma matemática Macedonia y Serbia, que empataron 2-2.

El equipo de Albert Celades seguirá adelante en la competición después de superar a un rival muy complicado. Portugal, que como España también ganó su primer partido del grupo B, puso las cosas muy difíciles a los españoles.

El equipo que deslumbró en su estreno frente a Macedonia (5-0) con una exhibición de Marco Asensio, afrontó con mucha firmeza su duelo más complicado de la fase de grupos. Celades, que hizo dos cambios (Jonny por José Luis Gayá y Dani Ceballos por Denis Suárez) consiguió de sus jugadores una implicación máxima y eficiente.

Aunque en esta ocasión Asensio sólo mostró algunos destellos con un pase a Héctor Bellerín que pudo acabar en gol y con un disparo que salvó bajo la portería la defensa de Portugal, España pudo sacar el partido adelante con algo de incertidumbre.

Después de sacudirse el dominio aplastante en los primeros 20 minutos de Portugal, que llegó a lanzar un balón a un poste por medio de Podence, fue Saúl Ñíguez quien, como ante Macedonia, abrió el marcador con un golazo después de dejar atrás a tres jugadores y marcar con un disparo desde fuera del área.

El tanto de Saúl tranquilizó a España, que aún así tuvo que encomendarse a Kepa para evitar algún acercamiento de Portugal. Y, en sus mejores minutos, ya en la segunda parte, Sandro Ramírez culminó un contragolpe para hacer el 0-2.

Todo parecía resuelto, pero un golazo de Bruma, a 13 minutos del final, creó algo de incertidumbre en un equipo español que aguantó el envite luso y cerró el choque en el tiempo añadido con un buen tanto de Iñaki Williams para convertirse en el primero de la Eurocopa en clasificarse para semifinales.

Antes, en el otro partido del grupo, Macedonia y Serbia firmaron un partidazo que acabó en empate (2-2), resultado que deja a las dos selecciones fuera de la competición después del resultado entre Portugal y España.

Ambos equipos perdieron el primer partido y corrían peligro de ser eliminados a las primeras de cambio. Al final, se dio la carambola y los conjuntos balcánicos volverán a casa después de la tercera jornada del grupo.

Lo harán con la cabeza muy alta. Sobre todo Macedonia, que participó por primera vez en una fase final de un torneo continental. No lo había hecho en ninguna categoría y los chavales de Blagoja Milevski llegaron hasta Polonia después de dejar por el camino a selecciones de la talla de Francia y Ucrania.

Como Serbia, intentaron por todos los medios ganar el encuentro. Ninguna de las dos selecciones escatimó esfuerzos y fueron a por un partido que Macedonia dejó escapar en unos últimos minutos, en los que incluso pudo perder el choque.

La primera parte fue de Serbia. Salvo un disparo muy peligroso de la estrella Macedonia, Enis Bhardi, en el resto de los 45 minutos los hombres de Nenad Lalatovic marcaron el paso del duelo y se pusieron por delante gracias a un gol de Mijat Gacinovic.

La aparición salvadora del portero Igor Aleksovski, que evitó el segundo en un mano a mano ante Marko Grujic, evitó un marcador que podría haber sido demasiado pesado para Macedonia, que, en la segunda parte, con Bhardi al mando, consiguió dar la vuelta al partido después de firmar 45 minutos casi perfectos.

En ellos, el propio Bhardi marcó de penalti el empate y Nikola Gjorhjev hizo el 1-2, un golazo, con un disparo desde fuera del área.

Sin embargo, Macedonia se hundió y estuvo a punto de perder. Serbia empató en el minuto 90 con un cabezazo de Uros Djurdjevic y en el tiempo añadido Andrija Zivkovic mandó a un poste un balón que, de haber entrado, habría dejado a Serbia con esperanzas de alcanzar las semifinales. Al final, ambos equipos se anularon y cayeron con honor.